Afterlife [TERMINADA]

Capítulo 13

El sol calaba para ser tan temprano por la mañana y la brisa del mar me daba en la cara al correr a toda prisa por la banqueta en dirección de la veterinaria en donde hacía mis prácticas mientras que ordenaba como podía mi cabello suelto en el camino, sorbía de mi café, revisaba que llevara todo lo que necesitaba dentro de mi bolsa y tratando de no poner atención a las miradas que recibía en la calle como si fuera una desquiciada huyendo de un manicomio.

Esa mañana se me había hecho tarde cuando ignoré la alarma de mi celular y de no ser por tía Caroline quien me despertó, seguramente seguiría inconsciente entre mis almohadas tratando de recuperar el sueño perdido de la última noche. Todo cortesía de Zacky Vengeance.

No era posible que ese cretino siguiera en mi mente como un recuerdo vivo y quitándome el sueño cuando de seguro él había dormido como un bebé. Ugh. Era tan injusto.

-Hola Joe. Perdón por el retraso - Saludé al dueño de la veterinaria cuando entré casi a trompicones dentro del local y volteando a ver al reloj que colgaba de la pared revisando la hora.

-¡Hola Jamie! No te preocupes. Sólo llegaste 10 minutos tarde - Me contestó el tipo grande y gordo que siempre tenía una sonrisa en su rostro - Kyle te ha estado cubriendo desde que llegó. Por cierto, no ha parado de preguntar por tí - Tuve que reprimir las ganas de poner mis ojos en blanco al ver la mirada sugestiva y la sonrisita que me disparó Joe cuando habló. Él era una de las principales personas que adoraban insinuar que yo le gustaba a Kyle.

-Um, supongo que iré con él. ¿Alguna novedad? - Le pregunté mientras me ponía mi bata blanca y caminaba en dirección del cuarto que funcionaba como consultorio en donde Kyle y yo atendíamos a los animales que llegaban en manos de sus dueños.

-Ha estado tranquilo pero sólo una cosa. Por favor revisa a Pepe de su ala y dale semillas. Ese perico cada vez come más. No sé como hiciste pero parece que tienes un toque especial con los animales Jamie. Contigo mejoran más rápido - Me encogí de hombros. Una sonrisa de autosatisfacción cruzó por mis labios al escuchar a Joe y el orgullo llenó mi pecho. Realmente amaba lo que hacía y escuchar a alguien decir algo como lo que dijo él, simplemente me hacía sentir especial.

-¿Qué puedo decir? Adoro a los animales - Respondí.

-Y ellos te adoran a tí. Estoy seguro de que Kyle se pone celoso cada vez que atiendes cachorritos -Me contestó y rió negando con la cabeza - Ese chico no tiene remedio.

-Ja-ja muy gracioso Joe - No pude aguantar y puse los ojos en blanco pero ligeramente divertida con una media sonrisa en mis labios -Mejor iré a ver que está haciendo - Entré al consultorio dejando atrás a Joe, donde lo primero que ví, fue a Kyle haciendo notas sobre su libreta. Cerré la puerta detrás de mí y en cuanto él se percató de mi presencia alzó la mirada y una gran sonrisa iluminó su rostro.

-¡Jamie! -Dijo con entusiasmo - Pensé que hoy no vendrías - Se levantó de prisa y casi corrió hasta donde yo estaba.

-Se me hizo un poco tarde Kyle.

-¿Por qué? ¿Te pasó algo? - Frunció el ceño con preocupación y me examinó con la mirada. Inmediatamente me sentí incómoda y busqué dónde posar mis ojos para evadir el estremecimiento que me provocaba Kyle cada vez que me veía así.

No pude evitar comparar la manera en que me sentía cuando Zacky fijaba sus ojos en los míos. La forma en que encendía mi interior con un calor que me llenaba por dentro y la manera en que me sentía fría y vacía cuando Kyle posaba sus ojos color avellana en mí.

El chico no era feo. Con su piel clara, cabello color arena cayendo por su frente y su cuerpo alto y delgado, ligeramente marcado, sería el sueño de cualquier chica. Pero no el mío. Sentía que Kyle era demasiado protector conmigo, y eso me asfixiaba. Desde el día que nos conocimos en la veterinaria nos llevamos bien y con el paso de los días noté que me miraba con demasiado afecto. El problema era que yo no lo veía igual. Era aburrido y no despertaba absolutamente nada en mi interior el estar en su compañía.