Afterlife [TERMINADA]

Capítulo 22

Una pizza gigante más tarde, Zacky y yo llegamos hasta una playa cercana. Nos sentamos en la arena y contemplé las tranquilas olas. No era lo que yo esperaba.

-De todas las playas para surfear que hay a lo largo de la costa elegiste esta... - Le dije. Él me miró como si eso no fuera un problema y se encogió de hombros.

-Pequeño cambio de planes. - Se limitó a decir tomando una rebanada de pizza.

Al estar ahí, sentados, miré a Zacky sintiéndome totalmente confundida ya que para no ser un "Hombre de novias" Se estaba tomando muchas molestias en hacer parecer que yo era la suya.

-A veces quisiera poder saber que te cruza por la mente - Susurré más para mí misma que para él pero Zacky no se quedó así y me dijo:

-Te daré una pista... Muy seguido me pasa por la mente cierta chica que es testaruda como el infierno... Su rostro y su mirada parecen a veces demasiado tristes. Pero si sabes decir las palabras indicadas puedes lograr que una pequeña sonrisa se asome por sus labios - Dijo volteando a verme fijamente - Y eso es malditamente genial.

Creo que me olvidé de como respirar por un segundo pero trate de mantenerme bajo control. Por mucho que me hubiera gustado que sus palabras fueran reales, sabía que todo era parte de fingir.

-Ten cuidado o terminaré creyendo que de verdad te importo - Dije sonriendo para enmascarar la realidad que me atormentaba y tomé un pedazo de pizza para llevarlo a mi boca. Zacky pareció decepcionarse con mi respuesta pero inmediatamente se recuperó.

-Te sorprenderías, Jamie - Me guiñó un ojo y con ese simple acto, supe que tramaba algo. Casi podía apostarlo.

-A estas alturas ya nada me sorprende - Le dije - Ahuyentaste a mi taxi, apareces en cada situación, inventas relaciones ficticias entre tu y yo, huímos de tus locas fans, amenazas a mi compañero... ¿Qué más podrías hacer? - Zacky se detuvo de morder otra rebanada de pizza que se quedó a mitad del camino entre su boca y su mano. Su mirada decía "¿De verdad quieres ver que más podría hacer" Y me arrepentí en ese momento de haber abierto la boca.

-Aún no has visto nada, cariño - Formó una lenta y sexy sonrisa marca moja bragas que debilitó mis piernas en ese mismo momento. Mi respiración se atascó en mis pulmones y lo sentí acercarse.
Dejó la pizza olvidada en la caja y pasó de estar sentado a un lado de mí, a quedar frente a frente con sus labios entreabiertos exhalando lentamente con su aliento invitándome a unirme a él en un beso y sus ojos acechándome con una chispa de lujuria en ellos. El chico destilaba deseo por cada poro de su piel y me pregunté si él sabía el efecto que causaba en mí.

Porsupuesto que lo sabe, tonta. Es un maldito experto en hacerte sentir así.

-Ya he visto suficiente, muchas gracias - Me ingenié para decirle de la forma más desinteresada posible aunque mi cuerpo no estaba muy deacuerdo con eso y reaccionaba en contra. Seguía luchando por la falta de aire que hacía que mi pecho se agitara visiblemente ante el calor de su mirada y rogué en mi mente que él no pudiera verlo. No necesitaba darle más aires de grandeza al cretino que me volvía loca.

-Yo diría que no Jamie, no has visto lo mejor de mí aún.

-¿Quieres apostar? - Dije en voz baja arqueando una ceja. Él sonrió aún más con una luz llegando hasta sus ojos. Sabía que lo había hecho más interesante para él.

-Bien. Dime qué quieres perder - No pude evitarlo y reí.

-¿Tanta confianza te tienes? Ah, sí... Olvidaba que eres el señor ego inflado.

-¿A quién le dices señor ego inflado? - Replicó riendo. Él seguía en frente de mí de cuclillas y aproveché el momento empujándolo hasta que cayó sobre su trasero en la arena. Yo reí más fuerte y comencé a caminar alejándome.