Afterlife [TERMINADA]

Capítulo 37

No sé como lo hizo, pero Zacky había cruzado la distacia que lo separaba de Brian en un abrir y cerrar de ojos. Sus manos empuñadas tomaron la tela de su camisa sosteniéndolo cara a cara y si tuve alguna duda sobre si él nos había escuchado discutiendo, no tardé en darme cuenta que cada palabra había cruzado por sus oídos.

-Si vuelvo a saber que le ofreces dinero a Jamie para alejarse de mí - Le siseó a Brian totalmente furioso - Si vuelves a decirle "puta cazafortunas", si se te ocurre acercarte a ella o incluso respirar su mismo aire, te juro que olvidaré nuestros años de amistad y no me contendré. ¿Entendido? - Brian tardó en reaccionar. Parecía como si Zacky lo hubiera tomado totalmente desprevenido, como si nunca en su vida se hubiera imaginado que llegaría el momento de que realmente estuvieran a punto de molerse a golpes.

-No puedes estar hablando en serio hombre -Brian logró decir después de un momento.

-Como el infierno que sí - Respondió Zacky con una calma que en lugar de hacerme sentir tranquila, me hacía saber que la tormenta se aproximaba.

-¡Todo por una chica! - Brian casi escupió las palabras cargadas de desprecio. Sus ojos fijos en los de Zacky con lo que parecía una mezcla de incredulidad e ira - Vamos a tirar a la basura todo lo que hemos vivido y lo que nos faltaba por hacer sólo porque una chica te atrapó entre sus piernas.

Zacky bufó y empujó a Brian liberándolo de su agarre.

-Lo ridículo de esto es la idea equivocada que tienes sobre ella y de como me atrapó.

-¡Entonces explícamelo! - Brian le exigió gritando. Su rostro se puso rojo de ira. Jamás pensé que ese hombre carismático en el escenario podía verse así de furioso - ¿Qué demonios tiene ella que las demás groupies no tienen? Es sólo una chica, hombre. No creo que lo mame tan bien como... - Antes de que me diera cuenta, el puño de Zacky impactó tan rápido en la mandíbula de Brian interrumpiéndolo de hablar, que por un segundo me pareció haberlo imaginado golpeando a su mejor amigo.

-¡Zacky! - Grité con un nudo en mi estómago pero él parecía no escucharme. Había vuelto a sostener a Brian de su camisa con una mano mientras con la otra su puño permanecía a centímetros de su rostro dispuesto a golpearlo de nuevo.

-¡Eres un imbécil! - Le dijo Brian con la cólera tiñendo su voz. Una marca roja empezaba a formarse donde Zacky lo había golpeado.

-Te dije lo que pasaría si volvías a insultarla - Zacky le contestó con voz fría. Esa voz que era capaz de helarte hasta los huesos y con aquella mirada asesina en sus ojos que hizo que me estremeciera por dentro.

-Entonces espero que lo pases bien con ella, hombre. Porque todo se acaba de ir a la mierda - Zacky ni siquiera se inmutó por las palabras que Brian le dió, y si se arrepintió por lo que había hecho, no lo demostró en absoluto.

Un recuerdo de Nelly vino a mi mente cuando nos encontró a Zacky y a mí besándonos en el callejón.
La manera en que ella lucía furiosa y triste de alguna forma me habían hecho sentir culpable y me pregunté si Zacky se sentiría así después de lo que acababa de hacer. No era como si Brian fuera sólo un conocido para él. Era su compañero de banda, su amigo... "El tipo con quien se va de putas" Me susurró una molesta voz en mi mente encendiendo con fuego las palabras que Brian me dijo momentos antes.

"Pues ya veremos cuánta confianza le tienes cuando salgamos de gira y pasemos meses lejos de California."

Miré a Brian y lucía como si esperara una señal, un cambio en la expresión de Zacky que le indicara que él se disculparía, que me mandaría al demonio y que todo volvería a ser como antes entre ellos.
Por un momento creí que eso pasaría e inevitablemente el miedo me tomó como rehén ante esa idea.

-Por mí está bien - Zacky se limitó a contestarle despreocupadamente y sin titubear con un encogimiento de hombros mientras soltaba a Brian y me tomaba de la mano. Sinceramente me sorprendió como el infierno y al parecer a Brian también quien lucía como si se negara a creer lo que acababa de escuchar.

Zacky se dió la vuelta y me guió hasta el elevador sin mirar atrás. Entramos con las puertas cerrándose detrás de nosotros y la imagen de Brian parado en el mismo lugar donde se había quedado, nos despidió con la amarga mirada en sus ojos.

*****

Salimos caminando del hotel. Zacky llevaba paso firme. Su mirada fija hacia adelante con su mano aún sosteniendo la mía. Pero a pesar de que se veía tranquilo, sabía que lo que acababa de pasar lo había afectado en cierto nivel.

-¿Estás bien? - Le pregunté con preocupación en mi voz al ver que no había dicho palabra alguna desde que subimos al elevador y él parpadeó un par de veces como si estuviera apartando sus pensamientos.

-Yo debería preguntarte eso - Me contestó débilmente.

-Justo ahora me preocupo más por tí.

-¿En serio? - Pareció sorprendido - Te traje hasta aquí, a otro país, con la idea de hacerte pasar los mejores días de tu vida y Brian lo arruina... ¿Y tú estás preocupada por mí? - Su cara surcada por la incredulidad hizo que me diera un vuelco el corazón.

-No me importa Brian, o lo que me haya dicho... Me importa más cómo te sientes tú al confrontarlo por mi culpa.

-Nada de esto es tu culpa Jamie - Susurró dándole un ligero apretón a mi mano - Es la mía por no haberle puesto un alto a Brian desde un principio.

-¿Desde un principio cuando comenzaron a hacer orgías y tríos o desde que tú y yo comenzamos a salir? - En el momento en que dejé escapar esas palabras me arrepentí de no haberme mordido la lengua para evitar que salieran, para empujarlas dentro de mí y dejar que se perdieran en mi interior para siempre. Pero no había podido evitarlo.

Estaba en una guerra conmigo misma en mi interior donde una parte me decía que Zacky no podría abandonarme así como así, que siempre había estado ahí para mí desde un principio e incluso salvado de casi ser violada, que también me defendió de su mejor amigo sin importarle la amistad que había detrás. Pero a su vez, una parte me gritaba que eso no era suficiente, que yo no era suficiente para él, que extrañaría su vieja vida y que el día menos pensado todo se acabaría dejándome en ese punto muerto donde solo yo saldría lastimada.

Zacky se detuvo abruptamente de caminar justo cuando habíamos cruzado una calle y me miró como si lo hubiera abofeteado. Eso casi me hizo romperme.

Fuí consciente del aire que agitaba débilmente mi cabello. Los árboles a nuestro alrededor que a pesar de los años, seguía reconociendo como si fueran parte de mí. Los senderos de piedra, las bancas situadas aquí y allá, los tonos naraja que llenaban de color el parque anunciando el otoño que se avecinaba, las hojas esparcidas por el suelo y ese aroma a madera que me hicieron sentirme de nuevo en casa, a donde pertenecía. Sólo que esta vez, mi corazón se sintió dividido a la mitad entre Ontario y Huntington Beach.