Afterlife [TERMINADA]

Capítulo 38

-No puedo cambiar el pasado, Jamie - Zacky me dijo después de lo que pareció una eternidad - Pero eso no significa que haré cosas que te lastimen ahora que estás conmigo. No soy tan imbécil como para echar esto a perder.

Lo miré a los ojos. Esos ojos verdes que me habían encontrado en medio de una multitud de fans emocionados durante un concierto. Esos ojos que me habían atraído hacia él como si fuera un imán. Esos ojos que podían ser tan expresivos y que podían ver através de mi alma.

-Tengo miedo... - Admití por primera vez en voz alta y me odié por eso. No sabía que me estaba pasando que últimamente no podía dejar de decir cosas que prefería enterrar en mi interior.

Zacky parpadeó un par de veces. La expresión que había tenido momentos antes cuando le mencioné las orgías y los tríos desapareció de su rostro por competo. Sus ojos se suavizaron con lo que parecía... ¿Ternura?... No, no podía ser eso. Ni si quiera podía imaginarme a Zacky con una expresión como esa... Pero...

-No debes tener miedo cariño - Su voz sonó dulce y ni un atisbo de sarcasmo se asomó en esas 5 palabras. El chico arrogante no se veía por ningún lado.

-Es sólo que...

-Que Brian te dijo que volvería a formar orgías con él y tienes miedo de que yo vuelva a esa vida a tus espaldas... ¿Verdad? - Maldita sea. ¿Cuándo sería el día que Zacky Vengenace no pudiera leer mi mente?

No esperó a que contestara y tomó mi mano antes de comenzar a caminar por el parque. Llevaba la cabeza ligeramente agachada mientras yo intentaba no recordar las palabras de Brian que efectivamente, me habían hecho cuestionarme muchas cosas en contra de mi voluntad.

-No espero que perdones todas las cosas que he hecho -Me dijo- Sólo espero que confíes lo suficiente en mí como para saber que jamás te haría algo a tí... Nunca pude... Desde ese día cuando te ví por primera vez, algo me detenía cada vez que estaba delante de una chica, hasta el punto en que pensé que me estaba volviendo loco.

-¿Por qué? - Le pregunté con un poco de miedo. No estaba segura de querer escuchar su respuesta.

-Porque cada vez que cerraba los ojos, lo único que podía ver, era a tí.

Me atreví a mirarlo y entonces el alzó su rostro. Me concentré en sus ojos. Quise ver si de alguna forma podía encontrar un indicio de mentira en ellos pero no pude ver nada.

-No es fácil olvidar una vida así - Le dije - Tantos años y tantas experiencias que tuviste junto a Brian, no van a desaparecer por completo de la noche a la mañana.

-Tienes razón - Concordó con un ligero asentimiento haciendo que mi corazón se hundiera - No se puede de la noche a la mañana... Pero yo empecé a aburrirme de ese estilo de vida hace mucho.

-¿Oh, en serio? - Le pregunté con sarcasmo. Pero cuando él respondió, seguía siendo el mismo chico sincero. No me contestó con su habitual arrogancia que siempre nos dirigía a una pelea.

-¿Recuerdas la primera vez que te llevé a mi casa? - Asentí lentamente - Ese día me dijiste que la soledad no era tan mala como la pintan. Al principio creí que sólo lo decías por decir, pero había algo en tí, algo que me hacía ver que de verdad preferías estar sola que estar con alguien. Entonces yo te dije que a veces la soledad cansa y después de dudar un poco concordaste conmigo - Hizo una pausa para mirarme fijamente. Yo no podía creer que él aún recordara ese día que se sentía tan lejano como si hubieran pasado 10 años aunque en realidad solo hayan pasado casi 3 meses.

-Lo recuerdo bien - Dije débilmente. Él pareció satisfecho.

-Hacía tiempo que la vida que llevaba con Brian ya no me llenaba. Sentía un vacío dentro de mí. Una soledad que no desaparecía. No importaba si pasaba la noche con dos o tres chicas a la vez, al amanecer las echaba. Me fastidiaban. Muchas de ellas se enojaban y me pedían una oportunidad de ser algo más, pero yo me negaba. No quería absolutamente nada más que pudieran ofrecerme después de una noche de sexo. Las desechaba como juguetes viejos sin el menor remordimiento... Me han llamado imbécil, idiota, estúpido, malnacido y cualquier insulto que puedas imaginar, pero no me importaba. Estaba empezando a cansarme de eso y me preguntaba si de verdad encontraría a alguien que no me viera como el guitarrista de una banda con el cual acostarse para intentar algo más, sino como un chico cualquiera. Estaba empezando a cansarme de la soledad... Y entonces apareciste tú... Y no necesitaste meterte en mis pantalones para captar mi atención. Sólo lucir jodidamente molesta cuando salí detrás de tí esa noche cuando te conocí y espanté tu taxi - Rió por lo bajo y negó lentamente con la cabeza viendo hacia el piso como si estuviera recordando exactamente ese momento. También yo lo recordé.

No sé cuántos latidos se saltó mi corazón al escucharlo y no pude si quiera considerar la idea de que estuviera mintiéndome. Realmente no podía.

-Desde un principio pensé que querías a Nelly - Admití. Zacky frunció el seño.

-¿A tu amiga? Diablos, no. El sólo escucharla es como oír el chirrido de unas uñas arañando un pizarrón - No pude evitarlo y reí al ver la expresión de horror marcada en la cara de Zacky. Volvió a suavizar sus ojos y nos detuvimos de caminar. Él se puso en frente de mí y rozó mi mejilla con sus nudillos - Siempre pude ver en tus ojos una tristeza que no podía explicar. Imagina cómo me sentí cuando descubrí que podía hacerte reír como lo haces ahora.

-¿Cómo? - Le dije abandonando mi risa por completo.

-Como tu jodido super héroe - Contestó en voz baja.
Tuve que recordarme a mí misma que había despertado más temprano en el avión y que no seguía dormida, que esto no era un sueño.

-Zacky... - Comencé a decir pero él me interrumpió.

-No me importa cómo lo haga, pero te prometo que siempre te sacaré una sonrisa... Porque cariño, no me digas que no te divertiste incluso cuando ahuyenté a tu taxi esa madrugada cuando nos conocimos, no me digas que no te sentiste así cada vez que te he cargado y cuando hemos fingido una relación. Siempre nos divertimos juntos. - No sé en que momento comencé a temblar ligeramente, pero tenía que decírselo en ese momento. Iba a correr el riesgo de que me desechara como a una gropie, de espantarlo con lo que iba a decir pero ya no podía seguir preguntándome hasta qué punto él estaba conmigo.

-Ese es el problema... -Dije- Ya no quiero fingir - Mi labio inferior tembló y recé para no tartamudear como lo hacía cada vez que las palabras fallaban antes de dejarlas salir de mi boca - Quiero que sea real.

Una mezcla de expresiones cruzaron por el rostro de Zacky al escucharme. Casi pude imaginarlo completamente incómodo e inventando alguna excusa como cualquier otro chico lo haría después de oír algo como lo que yo acababa de decir. Pero en vez de eso, no pude creer que ese hombre en frente de mí podía mirarme como lo estaba haciendo en ese momento, como si nunca hubiera existido nadie más para él. Como si toda su vida hubiera esperado por mí así como inconscientemente yo había pasado 18 años de mi vida esperando por él.

-Jamie - Dijo tomando mi rostro en sus manos - Ha sido real para mí desde que te ví por primera vez.