Cuando la vida viene acompañada de sobresaltos, resulta más sencilla, pues sabes que estás preparado para afrontar cualquier golpe e, incluso, que eres lo suficientemente fuerte para lidiar con él. Pero cuando transcurre con demasiada calma, permitiéndote pensar que todo es perfecto, es cuando asesta los peores golpes y te deja tan perdido que sientes que sería imposible volver a encontrar el camino. Y fue esto lo que ocurrió una noche, la última semana de enero.

Harmony y los chicos estaban sentados viendo la televisión, habían estado media hora discutiendo sobre lo que verían, pues ella quería una serie de zombis y ellos cualquier película de acción. Al final, como siempre, la chica ganó la discusión. No es que los hombres se hubieran resistido mucho tampoco, por lo general, cedían bastante fácil cuando se trataba de complacerla. Ella estaba recostada con la cabeza en el regazo de Nate y las piernas en el de Josh, que le acariciaba los pies mientras los tres se enfocaban en la pantalla. De pronto, la transmisión se cortó para dar paso a una noticia de última hora. Todos hicieron diferentes gestos de molestia y comenzaron a quejarse, hasta que se escuchó del nombre de Anna Perkins y Nathan se calló. Miró la pantalla con una expresión de estupor.

—¿Nate? —lo llamó Harmony.

Él no prestó atención. Parecía abducido por la noticia, sin saber qué pensar, ella giró hacia Josh, que también se veía interesado en lo que estaba sucediendo y fue entonces que decidió prestar atención.

Esta tarde, un grupo de jóvenes que buceaban cerca de la costa encontró un auto hundido en las profundidades. Luego de ponerse en contacto con las autoridades, un equipo de buzos fue enviado al lugar de donde, después de alrededor de dos horas, se logró sacar el vehículo, el cual, como posteriormente se pudo constatar, contenía el cadáver de lo que parece ser una mujer. Aunque aún no se tienen indicios de la identidad de la víctima, todo apunta a que se trata de la reconocida actriz Anna Perkins, quien fuera reportada por sus familiares como desaparecida meses atrás.

Harmony volvió a mirar a Nate, que estaba blanco como un papel.

—¿Nate, estás bien? —preguntó sacudiendo su hombro.

—Anna está muerta —dijo, aunque habló dirigiéndose a Joshua.

—Nate, no vayas por ahí —advirtió este.

—Maldición —exclamó poniéndose de pie. Las manos fueron a su cabello, que se estrujó con desesperación.

—Eso no fue tu culpa —intentó calmarlo su hermano.

—¿Y crees que eso va a importarles? Mañana tendremos al FBI en la puerta.

—¿Alguien me va a decir que pasó? —gritó Harmony queriendo llamar su atención.

Nathan pareció recordar que ella estaba allí. Con un gesto cargado de tanta desesperación que hizo que su corazón se oprimiera, se puso de rodillas y tomó su mano entre las suyas.

—Lo siento tanto, mi vida.

—Nate, me estás preocupando, ¿por qué esa noticia te afecta tanto?

Él bajó la cabeza y la apoyó en sus piernas un momento, luego volvió a levantar la mirada y enfocó sus ojos en los de Harmony.

—Conocí a Anna Perkins hace más de un año y tuvimos lo que se llama una aventura de una noche —confesó, avergonzado—. No volví a saber de ella hasta hace unos meses. Nos encontramos en una fiesta que organizó Michael y terminamos... —Hizo una pausa y miró a Josh, quien asintió dándole animo—. Iba a acostarme con ella de nuevo esa noche, Harmony, estábamos en el auto besándonos, entre otras cosas, y entonces Josh me llamó para decirme que papá estaba en la clínica. Así que le dije que tenía que irme. Estaba molesta y no dejó que la acompañara de regreso a la fiesta o a su auto, y terminé por marcharme del lugar dejándola sola. Esa noche desapareció y, según el FBI, la última persona que la vio fui yo. Lo siento, nena, lo siento tanto, te juro que yo no tuve nada que ver.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2022 ⏰

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