Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 65: La propuesta de Dahlia...

 

—La última vez que te vi, las cosas quedaron claras...—le dije manteniendo distancias pero en vez de enfadarse me sonrió como si nada.

—Me atacaron, y no esperaba verte, por lo que las circunstancias no fueron las mejores para hablar...—soltó ella aun intentando que conversemos por lo que negué sonriendo.

—Viniste a esta ciudad a llevarte a Hope, las circunstancias desde el principio no han sido para hablar...—dije sumamente sarcástica.

—Oh Alina, el problemas es que crees que me llevo a la niña para mal, cuando no es así. Crees que soy la villana, pero solo estás viendo un lado de la historia...—soltó de repente llamando mi atención—. Escucha lo que tengo que decirte, y luego tú eliges que creer...—dijo acercándose lentamente a mí—. A cambio te diré lo que seguro te has preguntado el último milenio...quien eres...—terminó de decir dejándome un poco fuera de mí.

—Así que es cierto... lo sabes...—solté aun sin creerlo, mientras ella llegaba al frente de mí.

—Sí, y estoy dispuesta a contarte lo que quieres saber, a cambio de que me escuches...—soltó ofreciendo su mano, y echando mi vida a la suerte, la tomé antes de todo ponerse oscuro...

Desperté poco después en otro lugar completamente distinto al cementerio... de hecho podía hasta afirmar que estaba en otro continente, y época.... Era un pueblucho pintoresco, y algo extraño, lleno de personas cuya vestimenta solo había visto cuando era humana...

— ¿Qué es este lugar? Y ¿Cómo llegamos aquí? —le pregunté sin rodeos.

—Estás en mi cabeza, vamos...—soltó vagamente caminando quien sabe dónde, pero aun así le seguí hasta donde se veían más personas—. Mira...—dijo señalando a lo lejos en donde se veían unos hombres masacrando a los aldeanos y persiguiendo a dos en particular, dos chicas que se ocultaron detrás una carreta...

—Los vikingos vinieron mientras estabas en el jardín—le dijo la castaña a la rubia.

—Estoy asustada, Dahlia—le dijo la rubia sorprendiéndome un poco, si esa era ella, significaba que la rubia era Esther...

—No lo estés—le dijo la joven Dahlia a su hermana—. Yo nos protegeré, pero venga lo que venga, debemos permanecer juntas siempre y para siempre—soltó ella recordándome perfectamente esa vaga promesa—. ¿Lo prometes?

—Lo prometo—le dijo Esther asustada, antes de que uno de los vikingos la tomara por sorpresa—. No. ¡No me agarres! —intentó defenderse pero en vano, incluso casi llego a sentir lástima por ella.

— ¡Déjala! —le dijo Dahlia antes de atacarle con su magia, y un vikingo tomarla ahora a ella por sorpresa, poniendo un saco de tela en su cabeza—. No. No. ¡No! No. ¡Detente! ¡Detente! ¡Déjame marchar! ¡Esther, no! ¡No! ¡Suéltame! —gritó ella pataleando al igual que su hermana pero fue en vano, las habían atrapado.

—Deja que adivine. Los vikingos masacraron a toda la aldea—solté burlonamente sin dejarme conmover...

—Esther y yo somos las únicas que sobrevivimos. Nos prometimos permanecer juntas—me dijo ella pareciendo dolerle, por lo que no pude evitar reírme.

—Sí, conozco la promesa, de hecho la he vivido en carne propia, los hermanos dejando de lado todo por aquella promesa...—solté pensativamente dándome cuenta de lo irónico que era aquella frase ahora...

—Sin embargo traicionaron a Klaus sin pensarlo...—soltó ella sorprendiéndome de que supiera esto...

— ¿Cómo...? —intenté preguntar pero ella al parecer anticipó mi pregunta.