Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 29: Los tontos hechizos de mi hermano no pueden conmigo...

—Despierta. Despierta—comenzó Davina a abofetear a Nik para que despertara.

—Ya déjalo, no creo que despierte así…—le defendí y de mala manera dejó de golpearle.

— ¿Cuál es el plan entonces? —preguntó ella cruzada de brazo y para su sorpresa me encogí de hombros.

—Ni puta idea, tal vez si uso mi magia pueda despertarle…—solté acercándome a Nik, pero ella me detuvo de repente…

—Por más que me gustaría ver a Klaus muerto, hasta que Kol esté encerrado le necesito. Y estoy casi segura que usas tu magia en él lo explotaras en mil pedazos…—dijo haciéndome retroceder con un poco de miedo.

—No crea que sea para tanto…—solté un poco asustada…

—Lo sabes, sé que lo sabes, porque solo estuve en contacto contigo por unos minutos y la sentí toda, era demasiada. No sé por qué haces como si no supieras…—soltó ella descubriéndome aunque lo del miedo era cierto, pero igual sonreí de lado.

—Porque es más fácil si hago como si no supiera que soy una bomba de magia, literalmente…—solté recostándome en el suelo—. Lo peor es que me está consumiendo poco a poco…

—No debería ser problema siendo inmortal…—soltó ella, por supuesto no sabía que era humana.

—No lo soy…—solté como si nada—. Soy humana como tú.

— ¿Cómo es siquiera posible? —preguntó sumamente confundida.

—Es una muy larga historia, pero la conclusión es que Esther es una perra, que me convirtió en humana—respondí suspirando—. Justo cuando la única vez que ser inmortal me es útil…

—Podrías comenzar a aprender a usar tu magia…—soltó ella cambiando de tema para animarme—. Ni siquiera lo intentas, si logras controlar tu bomba, nadie podría derrotarte ni siquiera Finn…

— ¿Estás alentando a la esposa de tu enemigo a hacerse fuerte? —pregunté burlonamente sin creerlo.

—No, estoy alentando a una compañera bruja, a no dejarse consumir por la magia, como lo hice yo…—respondió pareciendo sincera por lo que sonreí de lado, y antes de que pudiera decir algo, el celular de Nik sonó, el cual sin dudar fui a tomar de su chaqueta.

— ¿Qué pasa Camille? —pregunté al ver su nombre en el celular cuando lo tomé.

— ¿Alina? —preguntó ella extrañada—. ¿Qué haces con el celular de Klaus?

—sino mal recuerdas soy su esposa. Pero la verdadera razón es que está inconsciente sin poder despertarlo…—solté como si nada sin necesidad de buscar más problemas…

— ¿Qué? Elijah también está inconsciente—soltó ella sorprendiéndome realmente, Nik y Elijah estaban inconscientes, debía estar unido de algo forma—. ¿Qué está pasando?

—Soy una idiota—solté al fin unir los cabos sueltos—. El hechizo que Finn usó era para atrapar a sus hermanos…—le dije a Cami al entendiendo por lo que colgué sin decir nada más.

—Kol está en problemas—me dijo Davina como si no fuera obvio.

— ¿Y eso me importa porque…? —solté sarcásticamente.

—Porque el único brujo viejo y poderoso que te puede ayudar a no morir por sobredosis de magia, está en problemas…—respondió ella con un gran argumento, por lo que suspiré.

—Cierto…—solté dándole la razón de mala manera—. Entonces, ¿Qué hacemos? —le pregunté rápidamente.

—No tengo ni idea—wau denle un premio por genio…