Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 53: El ascendent.

No dijo nada, solo se quedó mirándome algo sorprendido, y creo que incluso vi un pequeño brillo en sus ojos que desapareció tan pronto como lo vi…

— ¿Qué haces aquí? —me preguntó sin interés alguno.

—Vine a traerte de vuelta…—le respondí sonriéndole pero él solo se rió.

— ¿Traerme de vuelta?, así que solo si pierdo mi humanidad eres capaz de venir…—soltó burlonamente pero sabía que había un dolor oculto en sus palabras—. O no, cierto, también si mi hermano muere, te interesas de repente por nosotros— dijo con desprecio acercándose a mí—. No necesito tu ayuda, puedes volver con tus originales… —no terminó de decir pues le había dado una sola bofetada en la cara.

—Siempre Stefan, siempre me interesado por ustedes—le dije apartando mi mano y él verme con desprecio—. Puede que tenga mi vida lejos de ustedes, pero sabes que cuentas conmigo para lo que necesites…—le sonreí pero en vez de mostrar emoción se rió en mi cara.

— ¿Eso es todo? —soltó sin dejar de reírse—. ¿Vendrás cuando te necesite?, hazme el favor Alina, sé que puedes decir algo mejor que eso…—se siguió burlando.

—No tengo que seguir escuchando esto. Vine a aquí casi corriendo sin avisarle a casi nadie que venía, para ayudarte, aun sabiendo que siendo humana corro un grande riesgo al estar cerca de ti…— le dije negando dando la vuelta, sino podía activar su humanidad no tenía nada que hacer aquí. Pero antes de que pudiera dar un paso, él ya estaba delante de mí mirándome extrañamente.

— ¿Eres humana? —Preguntó sonriendo sin creerlo, pero su expresión de repente cambió a una de sorpresa—. Puedo escuchar tu corazón, la sangre corriendo por tus venas…

—Stefan detente…—soltó Damon sonando algo aterrado seguro de lo que podría hacerme su hermano.

—Déjalo—le dije haciendo que se detuviera—. ¿Qué más escuchas Stef? —le pregunté sonriendo sin miedo.

—La vena en tu cuello llamándome…—contestó sonriendo mientras sus ojos se llenaban de sangre por el hambre, y las venas en su rostro salían a la luz—. No debiste venir Alina…—dijo antes de en menos de un segundo rostro llegar a mi cuello, sintiendo de repente sus colmillos penetrar mi piel, y como saboreaba mi sangre—. Es más exquisita de lo que creí…—soltó pasando sus dedos por la herida abierta y llevársela a su boca, para volverla a saborear.

—Es suficiente Stefan…—le dijo Damon haciendo lo que su hermano le viera sonriendo.

—Sabes que no puedo parar una vez comienzo…—le dije antes de atacar mi cuello, pero antes de que pudiera tocarlo levanté mi mano para alejarlo con mi magia.

—Solo una probada Stefan, no seas goloso— solté mientras me miraba sorprendido, y sentía mi sangre derramarse por mi cuello, si no la paraba podría desangrarme aquí mismo, por lo que puse mi mano en mi cuello, y usé el mismo hechizo que una vez usé con Kol, curándolo por completo, y ambos mirarme sorprendidos—. No me miren así, les dije que tengo mi magia devuelta…. Ahora Stefan deja de ser un cretino y enciéndelo.

—No lo haré Alina, puedes intentarlo si quieres, pero será en vano, así es mas divertido…— soltó riendo—. ¿Por cierto porqué no lo hiciste? —preguntó de repente cambiando el tema sin yo entender a que se refería—. Porque cuando mi hermano murió no la apagaste, ¿no hubiera sido más sencillo?

—Porque hubiera sido una estupidez hacerlo…—le respondí sin pensarlo dos veces y el por alguna razón reírse.

—Oh claro porque alucinar cuatro meses con mi hermano fue algo inteligente…—soltó él riéndose, por lo que negué dando la vuelta para irme, no tenía nada que hacer aquí—. ¿Ya te vas? —preguntó arrogantemente por lo suspiré.