— ¿Cómo que encerrarla? —pregunté tomando asiento delante de él.
—Han habidos brujos que no quieren su magia, o quieren ser normales, por lo que la encierran en un objeto, algo personal…—respondió él sin entender aun cual era el punto.
— ¿Así que el plan es encerrar mi magia? —pregunté negando y él negar también.
—No toda, encerrarla toda es sencillo, hasta tu misma podrías hacerlo. El problema es tomar toda la que te excede y ponerla en algo que nunca perderás de vista…—explicó al fin entendiéndole—. Tengo todos los ingredientes necesarios, solo me falta algo personal que nunca pierdas de vista…
—Mi anillo…—le dije enseñándole mi mano en donde estaba mi anillo de día—. No lo uso, pero no me lo he quitado desde que Nik me lo dio, con la excepción de haces unos días pero fue por un momento…—expliqué encogiéndome de hombros mientras él me sonría. Sin pensarlo dos veces me quité el anillo y se lo di—. ¿Alguien podría usar esa magia si lograra quitármelo…? —le pregunté de repente y el negar.
—La única que puede tomarla serás tú, y solo si estás de acuerdo…—respondió mirando el anillo para luego ponerlo en la mesa junto con algunos ingredientes y comenzar a decir el hechizo…
Me quedé atenta a cada palabra que decía, aunque no había visto un hechizo así antes, por lo que me daba más curiosidad. Pero de repente se detuvo y me miró.
—Está listo para ser un recipiente…—dijo tomándolo de nuevo y mirarme—. Dame tu mano…—me pidió por lo que le miré extrañada—. Necesito pasar tu magia a través de mi hacia el anillo…dame tu mano— explicó estirando su mano hacia mí, y yo tomarla.
Tan pronto comenzó a decir el hechizo, comencé a sentirlo. Era como si me sacara una parte de mí a través de mi mano, algo que era aliviador y doloroso a la vez. Todo mi cuerpo comenzó a doler, eran como miles de agujas en él, mientras seguía sintiendo como algo de mi salía por mi mano que sostenía Kol. Hasta que de repente el dolor se detuvo, no sentía ni dolor, ni deterioro, no me sentía una bomba de tiempo.
— ¿Funcionó? —le pregunté mientras abría los ojos, y él se mostraba muy exhausto—. ¿Estás bien? —solté yendo en su auxilio.
—Tienes más magia de la que pensaba, pero sí, funcionó…—soltó dándome el anillo, y yo ponerlo en mi dedo—. Solo necesitas aprender de nuevo sin miedo, y serás tan poderosa como siempre has sido antes de lo que te imaginas…—dijo antes de saltara a abrazarlo, y al este no tener fuerzas, ambos caer al suelo.
—Gracias…—le dije sentada encima de él, y él sonreírme—. El tiempo que estuve fuera estudié la mayoría de mis hechizos, pero al ser humana no podía hacerlos porque me dañaba, por lo que estoy demasiado cerca de ser la de antes…—solté bajándome de él, y sentarme a su lado—. Buscaré una forma de revertir la maldición que Finn te puso…
—Lo sé…—soltó con un poco de dificultad parece que le hechizo le hizo daño.
— ¿Estás bien? —volví a preguntarle acercándome un poco más a él.
—Es solo que era un hechizo un poco fuerte…—dijo con dificultad antes de toser, y sangrar por la nariz.
—Ven a aquí…—me acerqué más a él, y puse mi mano derecha en su cabeza, y la otra en su pecho, antes de comenzar a decir un hechizo que había utilizado cuando Marcel le clavó el abrecartas. Involuntariamente cerré los ojos mientras repetía una y otra vez el hechizo, y sentir como al parecer funcionaba, sentía la magia hacer efecto sin dañarme.
— ¿Qué hiciste? —preguntó él al terminar el hechizo y yo abrir mis ojos sonriéndole.
—Te curé, bueno lo físico, aun estás maldito, pero tienes más tiempo, y lo seguiré repitiendo hasta que encuentre como quitar la maldición…—le dije acariciando su rostro y él verme con ilusión, era como ver un niño abriendo su regalo de navidad—. Pensé en hacerlo antes, pero solo ahora puedo hacerlo sin dañarme…
![](https://img.wattpad.com/cover/21276761-288-k808675.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)
Fanfic¿Han escuchado que luego de tormenta hay calma?, esta vez es diferente... Alina ha dejado a Niklaus por su bien, decidiendo irse a cuidar a Hope junto a Reebekah, pero esto no saldrá como lo pensaba, una llamada le hace saber una aterradora e import...