Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 36: La boda

— ¿De qué estás hablando? —preguntó Elijah algo confundido mientras Camille nos dejaba solos…

— ¿Recuerdan lo poderosa que era cuando era humana? —les pregunté caminando hacia la cocina a buscar algo de comer mientras les explicaba todo.

—Eras más poderosa que nuestra madre…—soltó Nik mirándome confundido—. ¿Pero porque lo mencionas?, no puedes hacer magia sin hacerte daño…—dijo mientras ambos me miraban confundidos, sí, también Elijah, parece que Nik le había contado sobre el daño que me hacia usarla. Pero igualmente les sonreí.

—No podía…— solté un poco arrogante, mientras me servía algo de jugo, y ambos me miraban confundidos—. He recuperado el control…—terminé de explicar mientras Nik me miraba orgulloso y Elijah preocupado.

— ¿Cómo? —preguntó Elijah acercándose a mi muy preocupado—. Según mi hermano, la magia te estaba matando, era demasiado para controlarla, ¿Cómo ahora puedes hacerlo?

— ¿Importa acaso hermano? —soltó Nik notablemente orgulloso—. Si tiene su control de vuelta, eso significaría que no solo tendremos un ejército de hombres lobos, sino una de las brujas más poderosas de la historia de nuestro lado…

—Niklaus realmente no importa ganar una guerra si eso significa perderla a ella…—soltó Elijah furioso a su hermano por lo me acerqué a él, poniendo mi mano en su hombro.

—No lo harás…—le dije sonriéndole—. Te juro que tengo control sobre mi magia. No podía controlarla porque era demasiado, pero…

— ¿Qué cambió? —preguntó mirándome a los ojos, por lo que suspiré antes de decir en voz un hechizo para que nadie más nos escuche, lo que le iba a decir no podía saberlo nadie más.

—Encerré la magia que me excedía…—respondí al terminar el hechizo—. Kol me ayudó a hacerlo, de hecho fue su idea…

—Espera, ¿pasaste la noche con Kol? —preguntó Nik de repente y solo él podía hacer que esa pregunta sonara con doble sentido.

—Pasé la noche haciendo un hechizo para no morir…— solté arrogantemente y el maldecir en voz baja—. La encerré aquí…—le dije a Elijah enseñándole el anillo de lapislázuli—. Puedo tener acceso cuando quiera a ella, y sin dañarme…—terminé de explicar mientras veía el anillo sonriendo.

—Le debo una a mi hermano…—soltó Elijah sonriéndome—. Pero debes proteger ese anillo, más que nada, si cae en las manos equivocadas…

—Kol me aseguró que solo yo podía sacarla de nuevo…—le interrumpí sonriéndole—. Estoy bien Elijah, de hecho nunca me sentido mejor…

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Luego de esto me explicaron mejor sobre la boda de Hayley. Al parecer era para que todos los lobos de su manada tengan los poderes de los vampiros, algo astuto debo de admitir, por lo que no volví a protestar en contra de que se celebrara aquí…

La pequeña Hope se quedaba con Camille mientras los demás corrían preparaban la boda. Y Nik, bueno él algo estaba tramando pero decidí ignorarlo, si algo tramaba era mejor no saberlo, para que no me pidiera ayuda y terminara siendo su cómplice…

— ¿Qué haces aquí encerrada? —preguntó cierta personita que no extrañaba, de hecho ni siquiera sé porque vino a mi habitación.

—Estoy leyendo mi grimorio, necesito recordar los hechizos que olvidé…—le dije a Reebekah, si la misma, la cual estaba recostada en el marco de mi puerta.

—Vamos, tómate un descanso, por hoy…. Hay boda…—soltó ella sonriendo, vuelvo digo, no sé a qué vino a molestar.

—Lo sé, por eso prefiero estar aquí encerrada que allí fuera…—dije sin apartar la vista de mi grimorio.