Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capitulo 7: Conversando con el diablo.

Sin ni siquiera pensarlo di la vuelta para escapar, pero estaba prácticamente rodeada por lobos, y aunque no podrían contra mí, sé que ella sí.

—Ni pienses en irte, tenemos muchas cosas que hablar— dijo ella por lo que volví a verle de frente.

— ¿No podemos dejarlo para otro día?, es muy tarde y…—intenté poner pretexto pero ella me miró duramente antes de interrumpirme.

—Alina, no te comportes como una chiquilla que ya no te luce, vamos— soltó ella autoritariamente por lo que asentí antes de seguirla hasta su pequeña guarida—. Ponte cómoda— dijo sentándose, pero negué como si nada—. Siéntate— rodé los ojos antes de hacerle caso—. ¿Qué haces aquí? — preguntó mientras servía algo de té para ambas.

—Buscaba quien era que le estaba haciendo anillos de luna a los lobos—respondí cortantemente.

—Debí imaginarlo, Niklaus también vino por lo mismo, pero no fue eso lo que pregunté. ¿Qué haces de vuelta en la ciudad? —preguntó directamente.

—bueno, tengo mi magia devuelta, Nik y Elijah están en medio de una guerra, así que creo que es más que obvio. Vine a apoyarlos— respondí un poco arrogante.

—estás en el bando equivocado—solo dijo antes de dar un sorbo a su taza de té—. Puedo ayudarte con la magia como cuando eras niña, sé bien que seguro no se te está haciendo tan fácil como quisieras.

— ¿Cómo lo sabes? —me limité a preguntar.

—Tienes siglos sin usarla, por lo que todo este tiempo se ha acumulado, es mucha para controlar— respondió ella asustándome un poco, pues no había pensado en ello—. Pero yo podría ayudarte…—soltó ella por lo que bufé.

— ¿A cambio de qué?, ¿estar de tu lado en esta guerra? —pregunté retóricamente—. Lo siento, pero no me pondría en contra de mis chicos ni aunque eso me costara la vida—respondí sin inmutarme.

— ¿tus chicos?, ¿hablas de Niklaus y Elijah? —preguntó burlonamente—. Sabía que no iba a ser fácil, los amas demasiado, aun después de todo lo que te ha hecho Niklaus—soltó ella pero le ignoré—. Mi hijo te convirtió en un monstruo, y aun así estás con él…—dijo burlonamente.

—lo perdoné, ya le odie por mucho tiempo, pero sé perdonar— le defendí tratándome de no alterarme—. Además él no ha dejado de amarme tampoco…

—Eso lo sé perfectamente, los he estado viendo desde el otro lado, por lo que también sé que ponerte en su contra es una misión casi imposible— dijo ella al parecer dándose cuenta de lo obvio por lo que sonreí arrogante.

—es bueno que lo sepas, así que creo que no tengo nada más que hacer aquí— dije levantándome de la silla pero me volvió a dar una de esas miradas que dan miedo, por lo que me volví a sentar.

— ¿cambiarias de opinión si te doy a cambio volver a ser humana? —preguntó de la nada, dejándome sorprendida, no era posible…—. El hechizo que usé en ti puedo remediarlo, y solo serás una bruja de diecinueve años—le miré algo emocionada, pero luego caí en la realidad, el precio era demasiado caro.

—Paso— dije cortantemente.

— ¿en serio valen tanto como para negarte a lo que más has querido? —preguntó incrédulamente —. Por favor, yo te escuché durante los dos siglos que te aislaste por ser un vampiro, cuanto te depreciabas más que nada, buscabas la muerte, pero no la encontrabas…—dijo ella sabiendo de demasiado.

— ¿No tenias algo mejor que hacer en el otro lado que vigilarme? —Pregunté burlonamente cambiándole de tema, pero no dijo nada—. Sí, por qué negarlo, sufrí mucho al convertirme en vampiro, me odie, me desprecié, intenté ciento de veces suicidarme, todo es cierto, pero eso solo fueron los primeros dos siglos de mi vida…—me defendí con un poco de valor.