Capitulo 22: enfrentando a Davina

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—Alina— me llamó Nik desde el otro lado de la puerta—. Por favor abre…—le volví a ignorar, pero igualmente entró—. Necesitas calmarte, estás descontrolada— dijo sin yo entender a que se refería—. Mira a tu alrededor…—soltó al parecer darse cuenta de que no entendía a que se refería.

No lo había notado antes, pero mi habitación parecía saqueada por ladrones, todo estaba tirado en el suelo, o de cabeza.

— ¿Qué paso aquí? —pregunté sumamente confundida.

—eso me preguntó yo love, poco después de que subiste sentí varios temblores…—respondió y entendí que había pasado, mi magia se había descontrolado.

— ¿Fui yo cierto? —preguntó retóricamente, para luego intentar calmarme—. Suele pasar cuando me enojo demasiado, mi magia se me sale de control— expliqué rápidamente.

—Entiendo tu dolor mejor que nadie, pero aun así no quiero que vueles la casa— soltó haciéndome sonreír un poco, para luego acercarse a mi—. Ya te vengaras a su tiempo, tampoco le perdono que no solo fuera por Hope, sino que acabó con nuestro hijo…—asentí con pesar y dolor—. Pero por ahora necesitas calmarte—volví a asentir antes de sentir a alguien entrar a la casa.

—Me calmaré cuando Esther muerta…— solté con desprecio por lo que él me sonrió antes de dirigirse a la puerta.

—lo sé, pero ahora tenemos otras cosas de las cuales ocuparnos— dijo seriamente antes de irse y dejarme sola en mi habitación.

Intenté calmarme al Nik irse para no terminar con la casa, pero el dolor que sentía era demasiado grande para controlarlo… Ni siquiera podía imaginarme como debía sentirse Henryk al darse cuenta que la mujer que buscó toda su vida no era su madre realmente, y que el hombre que lo crió no era tampoco su padre. Y a pesar de que no estuve en su vida mucho tiempo me había acostumbrado a la idea de haber tenido un hijo, y de que él me quería como madre, pero esto solo fue otra fantasía impuesta por Esther.

Por lo menos había logrado calmar un poco, por lo que decidí salir a ver que había logrado Nik en mi corta ausencia, pero la verdad es que lo vi no era realmente lo que esperaba.

Por alguna extraña razón Nik estaba inconsciente al igual que Marcel, por lo que bajé a ver que ocurría, encontrándome con la que faltaba en la fiesta.

— ¿Qué le hiciste? —le pregunté a Davina la cual no sé que había venido a buscar.

—Canalicé objetos oscuros, que convirtieron mi sangre en veneno— explicó ella con una herida en el cuello, eso explicaba todo.

— ¿y porque razón, motivo y circunstancia, vienes a mi casa, y dejas a Nik inconsciente? —le pregunté cruzada de brazos y controlándome para no matarla sin preguntar.

—Vengo a rescatar a Kaleb, y ver qué hacer con Klaus antes de que se despierte…—explicó ella con demasiada confianza por lo que reí descaradamente.

— ¿Rescatar a Kaleb?, oh cierto es el nuevo nombre de Kol, siento decírtelo pero no necesita rescate, así que puedes ir yéndote por donde viniste, porque créeme no has venido en el mejor momento— expliqué siendo un poco arrogante, pero para mi sorpresa no se inmutó.

—Vine con una misión, y la cumpliré aunque tenga que pasar por encima de ti— soltó ella confiadamente por lo que reí.

— ¿y rayos te hace pensar que podrías ganarme si me enfrentas? —le pregunté riendo.

—Solo eres una vampira, vieja, pero sigues siendo un vampira, no eres difícil de someter— soltó ella usando su magia para intentar darme un terrible dolor de cabeza, por lo que decidí jugar un poco con ella, y fingí que caía arrodillada por el dolor, por lo que me miró triunfante. Y en ese momento que se había confiado, me levanté como si nada riendo.

Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora