Capitulo 13: En busca de Mikael.

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Desperté con un terrible dolor de cabeza, y al mirar a mi alrededor me di cuenta que no había sido un terrible sueño el que había tenido, Esther se había llevado a Elijah sin poder hacer nada. Me levanté sin perder el tiempo, e intentando buscar algún rastro que me guié hasta donde se lo llevaron, pero no había nada, por lo que comencé a caminar de vuelta a casa.

Apenas había salido de aquel lugar cuando escuché una música familiar, el tono de mi olvidado celular.

— ¿Diga? —pregunté sin siquiera ver quien llamaba.

—hasta que al fin contestas, he llamado casi un millar de veces— respondió una versión gruñona de Nik, el cual estaba claramente molesto.

—Lo siento, estaba muy ocupada…estando inconsciente— le respondí con el mismo tonito.

— ¿Qué ocurrió love?, ¿estás bien? —preguntó cambiando bruscamente del Nik gruñón al atento y preocupado.

—Sí, con algunos daños colaterales— dije un poco pensativa, pues aun no tenía pensado decirle lo de Elijah y su madre—. ¿Por qué llamabas? —pregunté cambiando de tema.

—necesito tu ayuda aquí, y la de Elijah si está cerca— dijo seriamente, y tal vez sonaba algo celoso.

—no está, mándame la dirección estaré allí de inmediato— le dije rápidamente antes de cortar la llamada.

Poco después llegó su mensaje con la dirección, y estaba justo en medio de la nada, la verdad no sé porque no me sorprende. Rápidamente usé mi velocidad vampírica y llegué hasta lo que parecía una casa de campo, algo realmente extraño, incluso casi pensé que me había perdido, pero supe que era allí, cuando vi a Nik en la puerta sin poder entrar.

— ¿Qué hacemos aquí? —Pregunté mientras veía que dentro de la casa estaba Davina y un chico al que nunca había visto—. ¿Tu le hiciste eso a Davina?, bien hecho.

—No love, y eso es lo menos importante ahora— dijo él atrayendo mi atención por completo, mientras el chico me miraba algo extraño—. Vine a aquí por Mikael— soltó realmente sorprendiéndome.

— ¿Mikael está aquí? —pregunté un poco anonadada.

—estaba en el auto, lo tenía detenido, pero se escapó con Cami— dijo él un poco preocupado, hasta que la última palabra que dijo me pasó por la cabeza.

— ¿Cami?, ¿tu psicóloga?, creí que habías superado esa etapa— le dije cruzada de brazos algo enojada.

—Y yo que creí que habías superado los celos— dijo de vuelta sonriendo perversamente de lado, por lo que rodé los ojos—. Ella vino sola, no la invité, quería cerciorarse de que no matara a su amiga Davina— asentí no muy convencida—. Lo importante es encontrar a Mikael, el tiene la estaca de roble blanco…

—la que te puede matar, entiendo— terminé de decir por él, por lo que asintió—. Bien, busquémosle, esa estaca no me puede matar así que puedo ser de mucha ayuda— solté burlonamente, antes de dar un último vistazo a la casa y ver que el chico aun me miraba—. Por cierto, ¿Quién es este y porque no deja de mirarme? —pregunté de golpe cambiando el tema.

—Ya veo porque madre no quería que te viéramos— dijo el extraño chico acercándose a mí, sin yo entender nada—. Sigues igual de hermosa que siempre— soltó él siendo algo atrevido, y de no ser porque no podía entrar sin invitación, le hubiera enseñado una lección.

— ¿Disculpa?, ¿te conozco? —solo le pregunté intentándome calmar.

—love, ese es Kol en su nuevo cuerpo— soltó Nik notablemente molesto.

Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora