Capítulo 70: Final Batlle

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 Como era de esperarse pocos minutos después Elijah llegó a donde estábamos...

—Madre— le dijo a Esther para luego verme—. Lo lograste...

—No fue sencillo, pero sí, lo logré...—solté aun un poco tensa—. Necesito ir por algo más, te alcanzo en un momento...—dije de repente alarmándolo un poco.

— ¿Ocurre algo? —preguntó preocupado por lo que fingí tranquilidad.

—No, todo está bien, solo intentaré localizar a Dahlia, iré en un momento...—le dije sonriendo antes de él asentir y desaparecer con su madre.

Sin siquiera dudarlo al ambos irse, comencé un hechizo de localización, solo necesitaba visualizarla, y la encontraría.... A las fueras de la ciudad fue que la pude ver, con Kol y Freya, ambos llevados claramente a la fuerza.... Ya que no tenía ni un auto cerca, y robar uno solo llamaría la atención, tomé un taxi hasta allá, el cual pagué con el poco efectivo que ni sabía que llevaba.

Con cuidado caminé hacia donde se suponía deberían estar...

—Chica lista, llegaste sola...—soltó ella mientras Kol y Freya estaban en una orilla mirándome sorprendidos al parecer de verme—. Me engañaron...

—Te diste cuenta tarde...—solté burlonamente pero solo la hice enojar más.

—No debiste venir sola...—soltó Freya antes de Dahlia ponerla a dormir.

— ¿Qué quieres? —le pregunté cruzándome de brazos, ya que no estaba de humor para juegos ni acertijos.

— ¿No tienes idea? —preguntó acercándose a mí—. Hacerte pagar...

—No puedes hacerme nada, no mientras los pequeños estén en mi útero...—dije sin miedo haciendo que me viera con desprecio antes de alzar su mano, y hacerme caer de rodillas con su magia.

—Me traicionaste—soltó con rabia antes de sentir como si cada uno de mis músculos estuvieran por reventar, por lo que caí al suelo casi gritando de dolor—. Tú y tu esposo, ambos planearon todo, fingieron estar de mi parte— sentí como mis brazos se rompían, por lo que intenté atacarle con magia, pero gracias al hechizo que hice con Esther, no tenía todo mi poder—, cuando todo este tiempo solo planeaban mi muerte...

— ¡Déjala! —gritó Kol desde atrás de nosotras, y por alguna razón ella sonrió. Sin siquiera pensárselo se levantó y fue hacía ella para defenderme.

—El chico...—soltó ella antes de atraerlo con su magia—. No sabía que este estaba vivo, comenzaré por este...—dijo antes de en menos de parpadeo romper su cuello.

— ¡Kol! —grité con rabia levantándome con la poco fuerza que me quedaba sin importarme el dolor, la rabia era más grande que cualquier impedimento físico que ella me pusiera—. En el momento en el que te metiste con mi familia, firmaste tu muerte...—le dije antes de atacarla con magia, haciéndola retroceder, y por alguna razón sonreír.

—Cuando acabe contigo los siguientes serán tus queridos Klaus y Elijah, los mataré desde adentro...—soltó haciéndome enojar más, y hacerla caer de rodillas pero no se quejaba del dolor que le ocasionaba—. Me hubiera gustado que estuvieras presente cuando pasara, pero eres un mal que hay que arrancar desde la raíz lo antes posible— gritó levantándose como si nada, y arremeter su magia en mi contra, era poderosa, quizás demasiado, pero eso no me hizo retroceder—. No puedo negar que perder a esos pequeños será mucho para mí, pero si no acabo con ustedes perderé a la otra primogénita también...—eso solo significaba una cosa no le importaba acabar conmigo ahora mismo.

—No me dejaré matar por ti...—dije usando todo mi poder en su contra. Podía sentir como en el proceso comenzaba a sangrar por la nariz, y me dolía la cabeza, pero no podía desfallecer ahora.

Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora