- Nada - comento Pietro.
- Supongo que Brenner supo esconderse - respondió.
- No, quiero decir lo vi y lo seguí pero nada de Jane, ¿La busca?, Si, pero no la tiene -dijo .
- Debe de estar en el bosque - opino.
- Pidamos ayuda - comento Pietro nuevamente.
- No, si lo hacemos Brenner sabrá que la perdimos y tendrá un punto a favor - regaño - Me iré a trabajar, veré si la veo cerca - dijo para salir.
Henry Creel.
Llegué al abastecimiento donde trabajaba.
- Hola Peter - saludo mi compañera Elena.
Si así es me quedé con el nombre de Peter Ballard, si usaba mi nombre todos se cuestionaran.
Se preguntaran que hay una gran casualidad con la masacre de la casa Creel, y no quiero ser el centro de atención.
- Hola Lena - saludé de vuelta - ¿Y Joyce?, Ella nunca falta - pregunte.
- Su hijo no llego a casa - respondió con una cara de comprensión.
- Vaya, debe ser terrible - comenté sabiendo que pasaba por lo mismo.
- Si, oye se que debo dejar de insistir pero, la ves que te propuse una cena no quisiste, ¿Podrías está noche? - ofreció.
- Lena, estoy ocupado no solo por el trabajo en mi casa igual lo estoy - respondí.
- Si así es está muy ocupado - dijo Pietro entrando haciendo que sonara la campana que indica la entrada y salida de alguien en la tienda.
- ¿Y tú quien eres? - pregunto Elena.
- Yo soy su cuñ- interrumpi.
- ¡Un amigo!, Es un amigo - dije - Vivimos juntos - concluí.
- Oh vaya, ¿Entonces? - insistió.
Volteé a ver a Pietro quién me miraba molesto y confundido.
- Si claro, te veo en la noche - respondí.
Mierda.
Pietro rodó los ojos y salió empujando fuertemente las puertas.
- Que carácter - dijo Lena.
Hoy no habían tantos clientes pero en eso entro una persona la cuál Elena saludo.
No la había visto ya que estaba agachado recogiendo algo.
- Hola señora Ivanova hace mucho que no venía a la tienda, ¿Paso algo? - saludo.
¡¡¿Ivanova?!!
Me quería levantar rápido pero mi cabeza choco con la mesa.