04; Eres maravillosa

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Mientras los días pasaban en la cafetería McLaren con toda la normalidad acostumbrada, Grace estaba cada vez más emocionada, había revisado sus ahorros, podía pagar el cine para todos con eso, pero seguía necesitando trabajar.

La señora McLaren había vuelto el miércoles, a mitad de semana, y se veía mucho mejor, estaba más feliz y tenerla en la cafetería los alegraba demasiado, era una pizca de felicidad que siempre había falta en cualquier lugar

Al mismo tiempo, Max seguía visitando a Billy todos los días, Susan, su mamá y Neil, su padrastro -y papá de Billy-, ya lo habían ido a visitar un par de veces, para ser honestos, esta era la 3era vez que pisaban la habitación 224 en las tres semanas y media que Hargrove llevaba internado

Pero Neil trataba de ser amable con su hijo, el casi perderlo lo había destrozado; era su hijo y lo amaba y sabía que no era el mejor papá pero parecía querer intentar mejorar para su familia, para Billy y Max.

Billy podía empezar a sentir el afecto de una familia después de años de no hacerlo, empezaba a platicar con Susan un rato y conocerla bien, no sólo negarse y alejarse. Con Max, su relación había mejorado demasiado, ahora podía decir que era su hermana menor y sentía que podía matar a cualquiera que le tocara un cabello a la pelirroja, empezaba a sentirse muy cómodo con ella, pasaban horas platicando en el hospital y también reían demasiado, tenían muchas cosas en común en base a la personalidad de ambos y Billy no quería volver a alejarse de ella.

Lo primero que Billy había hecho cuando abrió los ojos después de cuatro días de estar en coma y ver a su pequeña hermana sentada en una silla a un lado de él, con los ojos llorosos y tristes, fue disculparse, disculparse con ella por todo lo que había hecho durante años, por golpearla, por tratarla mal, por no ser un buen hermano o una buena persona en general, y Max llorando lo había perdonado.

—Hola El—dijo Grace entrando a la casa después de un largo día de trabajo, Jonathan entró tras ella y saludo a El con una sonrisa y luego se dirigió a su habitación, dejando a ambas chicas solas en la sala 

—Hola—murmuró El sin mirarla, Grace suspiró dejando su pequeña bolsa en el sofá antes de sentarse junto a la nueva Byers

—¿Cómo estás, El?—preguntó de la manera más amable que podía y con mucha delicadeza le tocó un hombro

—Bien

—El, sé que es difícil y realmente no sé que decirte. Yo, nosotros... mis hermanos y yo crecimos sin nuestro papá, y sé que no es lo mismo porque Hopper era una gran persona, y bueno, el de nosotros es una idiota. Cualquier cosa que quieras decir, me lo puedes contar, somos familia ahora, El—dijo Grace acariciándole el hombro, la mencionada giró para verla con los ojos llorosos y un puchero, Grace la abrazó y pudo escucharla llorar fuerte, sentía las lágrimas cayendo en su hombro pero no importaba, El seguía deprimida por Hopper y nadie podía hacer nada

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La semana estaba por acabar y la familia completa de los Byers había acordado ir al cine, Jonathan y Grace salían temprano los viernes, para Jonathan, el periódico terminaba temprano su horario laboral los viernes y sábados, y para Grace, la hija menor de los McLaren, Sofía, venía a ayudarles con la cafetería el fin de semana completo

—Ya me voy, señor y señora McLaren—se despidió Grace de ambos y salió de la cocina para toparse con Sofía en la barra viendo el pequeño televisor en un estante—Adiós, Sofía.

—Adiós, Grace. Disfruta el cine—se despidió Sofía con una sonrisa. Grace salió de la cafetería con una enorme sonrisa al ver a Jonathan en su auto afuera, esperándola como solía hacerlo toda la semana, pero hoy era especial

Jonathan recibió a su hermana con una sonrisa y se dirigieron a casa, en dónde Joyce ya los esperaba emocionada, los dos mayores corrieron a cambiarse rápidamente por algo más cómodo que su uniforme de trabajo, -aunque Jonathan usaba ropa formal pero no se sentía tan cómodo-, y salieron lo más rápido que pudieron a la salida

—Rápido, que pedí la salida temprano para poder ir al cine—dijo Joyce con una sonrisa, Grace y Jonathan rieron levemente y entraron al auto de su madre, en dónde El y Will ya estaban en la parte trasera, Grace se sentó en el asiento de atrás junto a los dos menores y Jonathan de piloto, teniendo de copiloto a su madre. Grace abrió su bolsa, verificando que todo el dinero estuviera ahí. Le acababan de pagar y realmente esperaba que todos se la pasaran bien.

—Nunca espere un final así, creí que...—Will caminaba emocionado hablando con Eleven sobre la película y su giro al final, quién también parecía muy emocionada y feliz hablando de la película

—Grace, eres maravillosa, ¿lo sabías?—Joyce se poso en medio de sus dos hijos mayores u los abrazo un poco, miro a su hija y le tomó el rostro con las manos—De verdad necesitábamos esto, los cinco, eres como un ángel, mi ángel

Grace sonrió al escuchar a su mamá y la abrazo fuerte, pudiendo ver a Jonathan sonreír

—Gracias, mamá

—Bueno pero tiene razón Grace, todos necesitábamos que nos pagaran el cine por una vez—dijo Jonathan riendo antes de pasar un brazo por los hombros de su hermana y el otro por los hombros de su madre—Ambos se ven felices

Grace miró a Will y a Eleven caminando a la par, unos metros más adelante que ellos tres, seguían hablando y riendo, sí que lo necesitaban, pero ellos también.

—Y la verdad, es que nosotros también, fue divertido, deberíamos hacer esto cada cierto tiempo. Me divertí y me relajé, y mamá también

—Sí, deberíamos divertirnos de vez en cuándo.

Grace Byers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora