—Hola—se acercó a la barra con una sonrisa algo coqueta—vengo por el café que me prometiste ayer
Grace soltó una ligera risa y miró la barra un momento, levantó la cabeza para mirar los ojos azules frente a ella y asintió leve
—¿Con dos de azúcar?
Billy dejó salir una risa que no pudo contener, y miro para un lado de la cafetería
—Con dos de azúcar—la volvió a mirar y palmeo leve la barra
—Puedes sentarte y ahorita te lo llevo, ¿sólo eso?—indagó con las cejas alzadas—Hay pastel
—Y un café para ti, lo pago yo.—frunció los labios a un lado—Sí vas a sentarte conmigo mientras te lo tomas
Grace inhalo aire y suspiró profundamente, miró a la señora Lucy platicando con su esposo en el interior de la cocina y volvió a mirar al chico frente a ella
—Prefiero una malteada
—Hecho
Billy se fue a sentar a una de las últimas mesas, mientras esperaba su café gratis y a Grace con su malteada, que no era gratis
Grace miró la hora, las 6:25 pm, entre semana la gente no iba tanto a la cafetería pero en fines de semana era otra cosa, se iba a tomar sus 10 minutos de descanso ahora, con Billy
Después de avisarle a los señores de sus 10 minutos y que ambos le dijeran que sí, tomó el café y la malteada de vainilla para ella y se dirigió a la mesa en donde estaba el chico con la chaqueta de mezclilla, le dejó el café y se sentó frente a él
—¿Vainilla?
—Y mucha crema batida—sonrió con algo de pena, mirando su malteada—¿Quieres probarla?
Billy la miró serio, la verdad es que sí quería pero ¿qué diría su papá si lo viera comiendo crema batida?
—Vamos, tú la pagaste—movió la malteada más al centro de la mesa—¿o no te gusta la vainilla?
—Sí, si me gusta—balbuceo, miró a todos en la cafetería pero nadie lo estaba mirando, todos estaban metidos en sus propias cosas, observo a un par de jóvenes y adultos tomando malteada, de ellos o compartiendola con sus novias, y supuso que nadie diría nada si veían que estaba Grace ahí con él
Suspiró con resignación y jaló la malteada hacía el, le tomó un poco, demasiado poco porque ver a Grace con los ojos atentos, brillosos y una sonrisa dulce observándolo fijamente, lo incómodo
—¿Sólo eso?—murmuró la castaña mirando su malteada casi exactamente igual. Sonrió como niño apunto de hacer una travesura, tomó un poco de crema batida con el índice y embarró al de cabellos dorados con ésta, en la mejilla, muy cerca de la boca. Billy iba a decir algo, iba a ponerse algo alterado por pensar en que las personas lo verían así o lo habían visto, hasta que escuchó las carcajadas de la chica frente a él, frunció el ceño mientras la veía
—Hey—murmuró, sin saber que hacer o decir, estaba shockeado, no sabía si gritarle y decir que nunca lo volviera a hacer, o simplemente limpiarse y seguir como si nada, después de todo, nadie los miraba y su papá no estaba ahí
—Lo siento—le extendió una servilleta, que Billy tomó lentamente y se limpió la crema batida de la mejilla—¿Dónde está Max?
El cambio de conversación tan rápido hizo que Billy no supiera ni que decir sobre la crema batida, ahora era tema pasado y no había forma de mencionarlo a menos que fuera de manera brusca y agresiva
—Creo que en tú casa—alzó los hombros restandole importancia y dejó la servilleta en un costado de la mesa—Tú eres amiga de Nancy, ¿no es así?
Grace se tenso por la pregunta, no sabía a dónde iba la conversación y temía de que una opción era que él estuviera interesado en Nancy también
—Éramos amigas—se encogió de hombros—o bueno, aún lo somos...—balbuceo—no lo sé
Billy la miró confundido, ¿qué clase de respuesta era esa?
—¿Por qué?
Billy levantó las cejas ante la pregunta de la castaña, obligándose a tragar lo que había tomado de café lo más rápido posible para poder hablar
—Nada, sólo quería hablar—confesó, mirando su café mientras daba pequeños golpecitos con el dedo de en medio a la taza, algo que a Grace le pareció tierno, parecía un niño impaciente
—¿Sigues trabajando en la piscina?—está pregunta sólo tenía la misma intención que la de él; hacer conversación
—No, ya no—miró la taza de café con algo de tristeza, recordaba lo que pasó con Heather y aunque no eran amigos, le caía bien, era una buena persona y ahora no estaba por su culpa
—Lo siento, no debí de preguntar eso—notó la incomodidad que se había creado y también la tristeza de Billy, podías verla y podías sentirla
—¿Llevas mucho trabajando aquí?—decidió cambiar el tema, como si nada hubiera pasado, sabía que Grace no tenía intenciones de incomodarlo
—Como tres meses y medio—le dio un sorbo a su malteada—Pero me gusta, ¿qué opinas?
—¿De qué?—cuestionó confundido, mirándola fijamente, creyó que tal vez hubo una parte de la conversación que no había escuchado, la verdad es que aunque sí le estaba poniendo mucha atención, observaba cada parte de su rostro con atención y detalle y se concentraba en eso
—De la cafetería—dijo obvia—¿De verdad te gusta tanto el café de aquí?
Posó las manos sobre la mesa y se inclino más al frente, esperando su respuesta
—Creo,—miró todo el lugar rápidamente, incluyendo pisos y techo—que es bastante acogedor, te hace sentir cómodo—alzó los hombros—Y el café es bastante bueno
Grace sonrió y se dejó caer en el respaldo alcolchonado del sillón
—Ya terminé mi malteada—sonrió con pena, apretando los labios un poco, quería seguir hablando con él
—Te compró otra—dijo poniendo las manos en la mesa, decidido, sorprendentemente le parecía tan cómodo estar con Grace
—Gracias pero no puedo, mis diez minutos de descanso terminaron—señaló el gran reloj de manecillas en la pared—Si quieres algo más, dime
Se puso de pie y se llevo su malteada aún con un poco de crema de batida, se le escapó una sonrisa tierna al ver a Billy
—Y gracias por la malteada
—Gracias por el café
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Grace Byers.
Hayran KurguLos eventos del 04 de julio sí ocurrieron, William Hargrove había sido poseído por el desuellamentes y estuvo a punto de matar a Eleven. -Grace, ¿puedo pedirte un favor?-preguntó la pelirroja acercándose.-¿Puedes cuidar a Billy en el hospital? ¿Có...