31; películas

5.1K 500 39
                                    

Los días habían pasado con rapidez y ya era viernes de nuevo.

Grace salía del trabajo temprano y Billy dijo que iría a verla a su casa para ver una película, que con cinismo fue a rentar en Family video, en dónde Steve estaba trabajando junto a Robin.

Jonathan pasó por Grace al trabajo unos minutos antes y se tomó un café junto a su hermana y el señor McLaren, quién decía estar sorprendido porque no había ido Billy ese día, y cuando supo que ya estaban mejor, lo entendió.

—Que mal, ese muchacho me iba a ser rico con tanto café que tomaba—bromeó—Cuando ni siquiera le gustaba ya. Se nota, estaba harto de el café.

Las risas de los tres se hicieron presentes, era verdad, parecía que iba a explotar si tomaba otra taza de café, pero lo entendían, iba todos los días desde hace mucho tiempo, y sólo tomaba café. La única persona feliz de tomar café todos los días durante todo el día era Gustav McLaren.

Después de un rato más hablando con su jefe, los hermanos Byers salieron de la cafetería, despidiéndose de todos ahí. Entraron al auto y en un silencio cómodo manejaron todo el camino.

—Oye, Grace—habló Jonathan, haciéndola voltear a verlo—Saldré con Nancy, llegaré tarde

—Esta bien—alzó los hombros—Mamá llegará tarde también, creo

—Me cambio y me voy.—avisó, entrando a su habitación.

Jane duró dos horas sola en la casa, se cambió de ropa y se arregló para recibir a Billy en un rato más, se había maquillado un poco y se sentía bien en ese momento.

Escuchó el timbre de la puerta y corrió a abrirla, encontrándose con el chico de ojos azules y cabello dorado parado frente a ella, con un par de películas en la mano izquierda.

—Hola—murmuró él con una sonrisa coqueta. Grace sonrió divertida al verlo.

—Pasa—contestó, haciéndose a un lado. Cerró la puerta apenas entró a la casa.—¿Qué películas traes?

Billy le dio las películas sin decir nada más, se sentó en el sofá con las piernas algo abiertas y estiradas al frente, ocupando mucho espacio de la sala. Grace se sentó a su lado, con las piernas dobladas, apoyándose en sus rodillas. Se veía feliz, tan feliz como un niño con un juguete nuevo. Grace se acercaba todo lo que podía a Billy, quería estar bastante cerca de él

—¿Viernes 13 y volver al futuro?—preguntó Grace, esperando la confirmación de quien creía que era su novio ahora.

Y entonces le creció la duda de sí lo eran o no.

—Sí, me gustan esas dos—alzó los hombros y luego los extendió por el respaldo del sillón

—Billy...—murmuró Grace, algo dudosa, el mencionado la miró y alzó las cejas—¿Somos novios?

Se quedaron en silencio unos segundos, Billy no era fan de tener novias, prefería sólo verlas de vez en cuando, pero sabía que con la chica Byers era diferente, la quería ver todos los días, iba a verla a su trabajo, salía con ella, tenían citas, y lo más importante era que sólo la quería para él, no quería que nadie más se le acercara con intenciones románticas, que nadie más la tocara, que nadie más la besara. Sólo él.

—Supongo—murmuró en respuesta, inexpresivo. Grace sonrió ampliamente y se acercó a dejarle un pequeño beso en los labios. Para Billy ya era más difícil controlarse con un beso, quería más de ella, pero sabía que tenía que ir lento, no era como con las otras chicas que su primer movimiento con ellas era llevarlas a la cama, aunque sentía que quería hacerlo, pero no con alguien que no fuera Grace

Grace Byers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora