—Hoy vendré cuando salga del trabajo. Y traeré a los niños—avisó Jonathan.
—Esta bien. Trae a Nancy también, si quiere—alzó los hombros. Jonathan le sonrió agradecido.
—Sí. Le diré.
El día fue muy ajetreado para Grace la primera mitad del día. Se supone que saldría a las cinco, pero ya faltaban diez minutos y Sofía aún no aparecía por la puerta. Cerró los ojos un momento y suspiró. Estaba estresada.
—Cafetería McLaren, ¿diga?—escuchó a Lucy contestar el teléfono, que apenas había empezado a sonar.—¡Sofía, cariño!
Grace abrió los ojos al escuchar lo último y la miró. Giró a ver las mesas y se sintió aliviada al ver que nadie le estaba hablando. Habían más de la mitad de mesas llenas, y con sólo una mesera, era bastante complicado a veces.
—Grace, corazón—murmuró Lucy en su dirección. Grace giró a mirarla, y le sonrió esperando a qué siguiera hablando. Aunque ya sabía a lo que iba.—Sofía vendrá más o menos en una hora. Un pequeño falló en el auto. ¿Puedes cubrirla?
—Sí, no se preocupe.
Veinte minutos después, la cafetería sólo tenía un par de mesas ocupadas. Grace sabía que ya no iban a pedir nada más, sólo estaban hablando. Se acercó a preguntarles si querían algo más y al negarse, se alejó con una sonrisa. Le comentó al señor McLaren que iba a tomarse cinco minutos afuera y éste asintió.
Salió y se recargo en la pared a unos metros de la puerta, de la bolsa del frente de su uniforme, que tapaba un pequeño delantal blanco, sacó la caja de Malboro's, tomó uno y lo poso entre sus labios, de la misma caja sacó un encendedor.
Cerca de terminarse el cigarrillo, vio el auto de Karen Wheeler estacionarse, le dio una última calada al cigarro y lo tiró al piso, para apagarlo con el zapato.
—¡Grace!, ya te extrañaba—dijo Dustin cuando llegó a abrazarla. La mencionada sonrió y lo abrazó de vuelta. Sabía que extrañaba las malteadas.
—¿Estabas fumando?—preguntó Will acercándose. No le gustaba ese hábito de su mamá y su hermana.
—¿Quieres una malteada?—inquirió, evadiendo la anterior pregunta del menor, quién la miro inexpresivo
—Ya qué—alzó los hombros y luego le sonrió, para darle a entender que no estaba enfadado
—Todos adentro, hay malteadas para todos—miró a su hermano mayor junto a su novia al decirlo, y la comisura de los labios se levantó un poco, era una pequeñísima sonrisa pero que los tres sabían que estaba ahí. Y Nancy hizo lo mismo.
—¿Malteada de...?—preguntó a los tres menores sentados en un sillón, los tres dijeron el sabor al mismo tiempo, entonces Grace les advirtió;—Uno por uno
—Yo quiero de plátano pero con mucha crema batida, con toda la crema batida que puedas echarle, Grace, por favor—suplicó Dustin, con los ojos cerrados y tomándola por el delantal
—Veré que puedo hacer, Dusty-bun—se burló con una sonrisa, haciendo que la soltara y cruzara los brazos—¿Ustedes dos?
—Yo quiero vainilla—los ojos de Will brillaron, cada que podía pasar tiempo con su familia lo hacía muy feliz, y Grace cada vez lo notaba más
—Y yo... de fresa—decidió Eleven después de un rato. En público no le decían El, si no más bien Jane, que era su verdadero nombre
—¿Quieren algo?—preguntó a los mayores—Es por mi cuenta, sólo hoy—ambos hermanos sonrieron, sabiendo que en realidad, los señores McLaren tenían carta libre para Grace y la familia Byers—Sí me preguntan, las bebidas nuevas están deliciosas sí no quieres algo con muchísima azúcar
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Grace Byers.
FanficLos eventos del 04 de julio sí ocurrieron, William Hargrove había sido poseído por el desuellamentes y estuvo a punto de matar a Eleven. -Grace, ¿puedo pedirte un favor?-preguntó la pelirroja acercándose.-¿Puedes cuidar a Billy en el hospital? ¿Có...