WHEN WE FLY Traducción | Omegaverse

Capítulo 33: Reparación de puentes

Kei pasa por el hospital después del trabajo y encuentra que la mayor parte de Karasuno ya está allí. Cuando comenzó a visitar a Sawamura en el hospital, primero tomaba un desvío a su apartamento para ducharse, cambiarse y comer algo de antemano. Pero esos eran los primeros días, cuando Sawamura todavía podía hablar en oraciones completas sin quedarse dormido a la mitad. No es así ahora. Cada hora es un acto de equilibrio, y todos contienen la respiración aterrorizados, esperando lo inevitable.

El aire estéril lo envuelve cuando cruza las puertas automáticas, las baldosas se convierten en alfombras verdes y negras bajo sus zapatos. Los rostros familiares asienten o sonríen en su dirección. Están tan acostumbrados a las visitas de los compañeros de manada de Sawamura que los conocen a todos por su nombre. En más de una ocasión se ha visto envuelto en una conversación con una de las enfermeras, ya sea comprobando su estado emocional o preguntando si pueden conseguirle algo. Kei lo encuentra difícil de entender. ¿Por qué les importa? No es su trabajo preocuparse por personas que no son sus pacientes, ¿verdad?.

Pasa a Tanaka, Azumane y Noya en la cafetería. Le dan una breve actualización para que pueda prepararse mentalmente, pero por lo que parece, la condición de Sawamura es muy similar a la de ayer.

Hay una vibra extraña en torno al trío que ha estado allí desde que llegaron Azumane y Noya. Kei no sabe por qué y no le importa preguntar, solo desea que superen lo que sea que los está molestando o al menos lo dejan fuera del hospital.

Pero se da cuenta de lo hipócrita que es cuando entra en la habitación de Sawamura y ve a Yamaguchi arreglando un ramo de flores en un jarrón junto a la mesa de la esquina. Sugawara también está allí, inclinado sobre el costado de la cama de Sawamura con el rostro enterrado entre sus brazos.

"¿Dónde está tu novia?", se burla en voz baja, con un volumen más bajo que el pitido constante del ritmo cardíaco de Sawamura. Tira su maletín en una silla vacía y se afloja la corbata.

Yamaguchi sonríe. Eso es lo que siempre hace, incluso cuando está enojado, incluso cuando está molesto: sonríe. Al igual que Sugawara y Hinata. Puaj. ¿Por qué nadie en esta manada funciona normalmente?.

"Está visitando a su madre", susurra Yamaguchi, dando un paso atrás para admirar las flores. "Debería estar de vuelta mañana".

Kei no tiene nada que decir a eso. Yachi es una mujer adulta, puede hacer lo que le plazca. Si quiere pasar tiempo con su madre radiactiva en medio de una guerra de pandillas, esa es su elección. No es que le importe, no lo hace. Sus ojos se posan en Sugawara, el nudo apretado en sus hombros se relaja. Entonces se da cuenta de que todavía está con la misma ropa que usó ayer... y el día anterior.

"¿Has estado aquí todo el día?" Recoge el sujetapapeles pegado al pie de la cama de Sawamura y lee los registros dejados por los médicos y enfermeras que han pasado. Es casi idéntico a los registros de ayer, como un reloj.

Yamaguchi se gira y se apoya en la mesa, los ojos fijos en los pliegues de la cama de Sawamura. "Sí, llegué aquí temprano esta mañana".

"¿Estaba Sugawara aquí cuando llegaste?".

"Sí".

"¿Ha dejado el lado de Sawamura en absoluto?".

"Una o dos veces, para ir al baño".

Kei suelta un largo suspiro de indignación. Desde que Hinata recuperó a Sugawara, el omega se ha estado quedando en su departamento, si realmente se le puede llamar así. En su mayoría, es solo un lugar para que Sugawara se bañe, coma y se recargue antes de regresar al hospital, pero últimamente ni siquiera ha estado haciendo eso. El omega está anclado aquí. Si no fuera por Karasuno acosándolo para que se cuidara, Sugawara no dejaría el hospital en absoluto. Las mentiras son fáciles para Sugawara cuando se trata de su propia salud. Es mucho más sencillo aceptar las mentiras cuando están mezcladas con melifluas verdades. ¿No fuiste tú, Sugawara, quien nos enseñó a no mentir?.