Capítulo 1: Callejón callejero

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"No te he visto por aquí antes".


Tobio mira hacia arriba. La avalancha de lluvia rebota en el ala andrajosa de un paraguas negro y gastado, eclipsando al niño pequeño que está debajo. Los charcos sumergen sus zapatillas gastadas y las rodillas huesudas que se asoman de sus pantalones cortos están cubiertas de cortes y moretones. Su cabello es una maraña apelmazada de albaricoque juguetón, cayendo sobre los ojos marrones más grandes que Tobio haya visto jamás.


El niño no podía ser mayor que la escuela primaria.


"¿Olvidaste tu paraguas?" pregunta el chico, inclinando la cabeza con ternura. "Sabes, tengo una caja de cartón muy bonita en el callejón de al lado. ¡Estoy feliz de compartir!"


La 'bonita caja de cartón' está librando una batalla perdida contra la lluvia cuando el niño se la muestra.


"Está empapada", es todo lo que dice Tobio.


"Se secará una vez que deje de llover".


El optimismo del chico es tan estúpido como el color de su pelo. No parece lo suficientemente grande como para caber uno de ellos, y mucho menos dos.


Como por intervención divina, la caja se derrumba sobre sí misma. El pelirrojo llora, corriendo hacia la caja para tratar de sostenerla de nuevo, solo para que las arrugas se desgarren como si se hubiera dado por vencida.


Sabes, Tobio solo ha estado en las calles durante medio día, y está empezando a pensar que no es tan bueno como parece.


"No podemos quedarnos aquí. Nos enfermaremos y moriremos".


El niño mira a Tobio con los ojos muy abiertos. "¿Nosotros?"


Se acerca y arranca el paraguas de la mano del niño. No tiene sentido dejar que el pequeño lo sostenga si van a compartir. "Mi nombre es Kageyama Tobio. Tengo doce. Mi manada... —traga saliva— me abandonó. Soy nuevo en las calles.


El niño lo mira con asombro recién descubierto. "¡H-Hinata Shouyou! ¡Yo también tengo doce! ¿Tienes una manada? ¿A tu edad? ¡Eso es tan cool!"


Tobio resopla. "¿No estabas escuchando, idiota? ¡Dije que me dejaron!"


"¡Lo sé pero de todas formas! ¡Nunca he conocido a alguien de una manada!"


"Yo no soy—oh no importa. Vamos, no quiero quedarme aquí por más tiempo".


Hinata asiente con furia. "¡Conozco el lugar perfecto para ir!"


El niño más pequeño lo toma de la mano y tira de él. Tobio se encuentra corriendo por las calles vacías y decadentes del Bajo Tokio con este extraño, los pies golpeando los charcos y la risa de Hinata resonando a través del aguacero. El agua gris se hincha en las canaletas, arrastrando pedazos de basura extraviada a su corriente, y las siluetas de los niños se escabullen en las grietas de los edificios como ratones asustados por el sonido.


Se detienen bajo la cubierta de una arcada. Las puertas de vidrio ornamentado les impiden pasar por la pasarela que conduce a las boutiques interiores, pero la entrada les protege bastante bien de la lluvia.


Están sin aliento y temblando de sudor frío, pero la adrenalina mantiene sus venas calientes. Tobio deja caer su mochila sobre las baldosas y se derrumba. Hinata se sienta a su lado.


"¿Qué hay en la bolsa?"


"Cosas", exhala pesadamente.


"¿Qué tipo de cosas?"

WHEN WE FLY Traducción | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora