Había intentado seguir adelante sin él. A fin de cuentas, había sacado el carácter y la resolución de su madre. Sin embargo, el dolor en su corazón parecía sobrepasar cualquier lógica y entendimiento. Morgan sólo quería ver a su padre una vez más. C...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la caída de Thanos y del regreso de los "blipeados", aquellas personas que se vieron afectadas por el chasquido del Titán Thanos, a tan temprana edad, Morgan Stark, que había esperado con ilusión a que su papi regresara que le siguiera contando historias por las noches y consintiéndole como sólo él sabía hacerlo. En cambio, sólo pudo ver a su madre con la cara roja y sus ojos llenos de lágrimas, tratando de explicarle con el mayor tacto posible que su papá se había... ido. Para siempre.
Ante esto, la pequeña Morgan sólo pudo arrugar su carita. Tenía las cejas fruncidas, tratando de entender. — ¿Para siempre? Entonces, ¿cuándo regresa? ¿Cuándo regresa mi papi?
Los sollozos de Pepper Potts sólo pudieron intensificarse, llegando al punto de la histeria. —Morgan, cariño, no... tú y yo no lo volveremos a ver. Él se fue. No lo volveremos a ver más. No en esta vida.
"Tu papi se fue."
"Tu papá era un gran hombre."
"Tony te quería, pequeña. Eras su más grande tesoro."
Todas esas frases dichas no sólo por su mamá, sino por Happy, por Rhodey, por gente cercana... aquellas frases tenían una cosa en común: hablaban de su papá como si ya no estuviera, como si éste había dejado de existir.
Y a medida que pasaban los días, y como el tiempo continuaba su curso y seguía sin ver a su padre, la compresión de este hecho parecía golpear a Morgan de una manera violenta.
Era oficial: su papi se había ido. Para siempre, como le había dicho su mamá aquél día entre lágrimas, cuando todos los amigos de su papá habían ido a su casa vestidos de negro.
¿Por qué papi no viene?
¿Por qué papi ahora nunca está en casa?
Papi, te extraño.
Con impotencia, Pepper miraba con frecuencia como su pequeña hija lloraba la muerte de su padre. Y no era un llanto cualquiera, sino uno desgarrador, de esos en los que vienen acompañados de ataques de rabia y odio contra el mundo. Con una rapidez asombrosa, Morgan había agarrado la costumbre de lanzar cosas cuando estaba enojada o consumida por la ira.
Virginia Potts, que automáticamente pasó a ser la dueña principal de Industrias Stark hasta que Morgan cumpliera la mayoría de edad, siguiendo con el legado su padre, se desvivía entre atender su trabajo a tiempo completo y criar a su primogénita sola, como madre ya viuda.
Y es que Pepper tuvo una manera muy particular de lidiar con la pérdida de su esposo: se sobrecargó de trabajo. Y lo hizo a tal punto que sin querer, poco a poco estaba dejando de lado lo más importante para ella: su pequeña, Morgan.
