29. Pa...pá

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Notas de autora (Sthefy): Bueno, ya solo nos queda el ¡capítulo final en el siguiente, y luego el epílogo!

Gracias por leer <3


Prompt: Primeras Palabras

***

Las cosas se le estaban saliendo fuera de control.

Kimberly lo supo, casi desde el inicio, cuando descubrió que en este mundo los hombres podían embarazarse. Sin embargo, sus sospechas fueron fundamentadas desde el primer instante en el que Kim tuvo aquél intercambio de palabras en el hospital con Rica y Kate, y honestamente, creía con firmeza que ambas le dieron un poco más tiempo del necesario. Y si la situación fuera, una en donde no le beneficiaría en nada de estar aquí, entonces ella misma les representaría una amenaza. Como una bomba de tiempo, dispuesta a explotar y arrasar todo a su paso, sin importar las consecuencias.

Por supuesto, la amenaza siempre estaba presente.

Les había tomado bastante, llegar a este punto, Kim tenía que reconocérselos, hacerles una especie de conmemoración, y felicitarles por su paciencia, porque daba por hecho que si la situación fuese distinta, con roles invertidos, entonces ella sola no lo hubiera hecho. Y mucho menos, se quedaría en un universo distinto, sabiendo que literalmente, tiene otra vida esperándole.

Y a diferencia de la creencia popular en su mundo, Kimberly Stark que tenía corazón.

Mientras seguía contemplando las olas del mar, y como su hermanita jugaba distraídamente con la arena, como si fuera la brisa del mar, supo que ya no estaba sola con ella, sino que tenía compañía adicional.

La joven de acero suspiró. Al inhalar esos perfumes, ya podía darse una idea de quienes se trataban.

—¿No van a dejarme en paz, verdad? ¿Es necesario que vaya con ustedes? —Quiso saber Kim, ya resignándose. Los ojos de la bebé le miraron curiosa, mientras comenzaba a gatear y a cantar sin sentido, como solo los bebés, aquellos que les faltaba muy poquito para hablar, podían hacerlo. Pudo agarrar a tiempo a su hermanita cuando ésta gateaba con rapidez hacia el mar.

Cuando la tuvo en su regazo, Kimberly se encontró con las miradas insistentes de las presentes, su interior estaba repleto de sentimientos encontrados. Ya que por un lado, en este basto y extraño universo, finalmente había encontrado a su padre y no sólo eso, sino que Tony le aceptaba, le daba un espacio a ella en su hogar, a pesar de saber la verdad. O bueno, gran parte de ella.

Kimberly supo que aquí era donde quería estar, a pesar de seguir sorprendiéndose cada día con nuevas situaciones y ocurrencias. ¿Quién diría que este mundo existían dos Capitanes América? Steve y Peggy, por igual.

Vaya locura.

Aunque claro, no todo pintaba de rositas en este lugar. A veces le costaba separar la realidad entre sus recuerdos, el Spider-Man que conocía en su mundo, aquél hombre enmascarado del que su padre conocía de manera más íntima y personal, difícilmente podía ser el mismo de este universo. Kim supo casi desde el inicio que sus padres tenían ciertas diferencias, a tan corta edad, fue por eso que ella misma quiso adoptar el traje de Rescue como suyo, haciéndole unas modificaciones, sin perder el color original ni la esencia.

Cuando se encontró por primera vez con Riri Williams, en su universo, no pudo evitar sentirse celosa por algún encontronazo que ella habrá tenido con su padre en el pasado, ¿por qué todos siempre me cuentan cosas de él que no conocía?, pensaba con cierta rabia.

¿Acaso todos parecían conocerlo mejor que YO?

¡SOY SU HIJA!

Desde luego, le había costado creer que Riri sencillamente era una gran fan de su padre, del increíble Tony Stark, que era por eso que su traje, el de IronHeart, compartía mucha similitud con los Mark que conocía, incluida la I.A., pero de allí no pasaba.

Había costado bastante, pero finalmente se hicieron amigas. Una amistad genuina y en ocasiones, volátil, como solo dos temperamentos que rivalizaban en su genio podían serlo.

Si Riri estuviera aquí... posiblemente me sacara a patadas, pensó Kim con cierta diversión. Pues bien, que lo intente. A ver si termino de romperle la cara.

—Bueno... ¿no extrañas tu mundo? ¿A tu madre? —Quiso saber América, desconcertada. ¿Cómo era posible que Kim consideraba seriamente quedarse? Pensaba que al verlo y estar con su padre, eventualmente lidiaría con su duelo en paz, pero a veces sentía que su amiga simplemente se quedaba estancada en el tiempo.

A veces, no sabía si en verdad la había ayudado al hacer este viaje, al mantenerse al margen y dejar que ella sola tomara sus decisiones. A veces, no sabía si habían hecho lo correcto, o si solamente lo había empeorado todo.

Ante sus respuestas, Kimberly negó. —Me gusta más aquí. Aunque los demás me miren como una extraña, no me incomoda. Siento que... esta familia me necesita. —Murmuró, desviando su mirada hacia Morgan bebé, que seguía hablando alegre en un idioma de bebé completamente ajeno para los presentes.

Kate dio un paso hacia adelante. —Si te dejamos aquí, habrá preguntas cuando regresemos, Kim. ¿No se te ha ocurrido pensar en cómo se estará sintiendo tu madre tras tu ausencia? Por no decir del sermón que nos echarán apenas regresemos. —Susurró angustiada.

La joven Stark resopló. Morgan bebé pareció gustarle el sonido, ya que intentó replicarlo.

El trío de chicas compartió una exclamación de ternura al escucharle, sin duda Morgan bebé conquistaba a la gente.

A lo lejos, un grito se escuchó.

—¡Kimi! ¡Oh, aquí están! —Era Tony, y había hecho un gran recorrido trotando en la playa, para encontrarlas.

El hombre saludó a sus amigas, y entonces la realidad pareció golpear a la joven. —¡Papá! ¡Olvidé avisar donde estaríamos! —Dijo angustiada, sabiendo lo ansioso que su padre se ponía al no ver a sus seres queridos cerca de él.

—Eso pude ver, señorita Stark. Ahora, si me disculpan... me llevaré a este precioso tesoro conmigo, para que puedan conversar a gusto.

Los brazos del doncel se acercaban a la bebé, que emocionada al verle, solo pudo alzar sus brazos y exclamar.

Pa...pá.

Aquello fue como si una tormenta helada les cayese. La incredulidad les golpeaba el rostro.

Tony se veía como si en cualquier momento estuviera a punto de llorar.

Abrazó a su pequeña, sollozando por un breve momento, y luego se separó para mirarle a los ojos.

—¿C-cómo me llamaste? —Murmuró, y le besó su pequeña nariz, ocasionando que la bebé sonriera contenta.

—¡Pa...pá!

Y entonces, le abrazó con fuerza.

Oh, su pequeña bebé.

¡Había dicho sus primeras palabras!

Desde luego, lamentaba que Peter estuviera atendiendo algunos invitados, perdiéndose de este momento, pero sin duda, aquél sentimiento cálido inundaba el corazón de Tony y sólo... quería que esto les durara.

Moments (Starker family fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora