8. Un poco de calma

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Prompt: Estrías.

***

«Vengo en son de paz, no pretendo hacerles daño. Mi nombre es...fue... Morgan.»

«Pero ya no me llamo así. Ya no soy esa persona.»

Un nuevo día acontecía y aunque su nueva cama era muy cómoda, Kim apenas y pudo dormir un poco la noche anterior. Se sentía llena de dudas e insegura de cómo actuar ahora, en este nuevo universo. Mientras caminaba al baño, ya hartándose de pretender volver a dormir cuando se notaba que no tenía caso, se lavó su rostro y luego se quedó mirándose fijamente al espejo. Algunos retazos de recuerdo le inundaron, y con rabia no pudo evitar murmurar: "¡Estúpida! ¡Eres una estúpida! ¿Por qué les dijiste...? —Murmuró con pesar Kim, viéndose ahora entre la espada y la pared.

***

"Eres la hija de Tony", confirmó sus sospechas Peter, una vez las pataditas de su niña habían cesado en el vientre de su amante. El joven, al saber que desde hace meses Tony sufría de frecuentes dolores de cabeza, trataba de no alzar la voz. Sin embargo, había cierta acusación en sus palabras. —Eso quiere decir que tú eres mí...

—...¡No, no soy tu hija! —Bramó, tal vez con más fuerza de la necesaria. Aunque no había pretendido alterarse así, ciertamente su reacción tuvo su efecto: la postura de Peter se tambaleó, como si aquella verdad le doliera. Su lado malvado no pudo evitar regocijarse ante la vista. —Y sí, de donde yo vengo, papá se casó con alguien más.

—Morgan... —Cortó Tony, con delicadeza.

La adolescente de inmediato mantuvo silencio, agrandando un poco la mirada, le observó con cierta sorpresa. Su tono de voz, aquella silenciosa mirada de reproche. —Papá...

«No me llames así. », quería decirle. Mas las palabras no llegaban a salir de sus labios. Era molesto. Y al mismo tiempo, no podía hacer nada.

Cuando de manera distraída pude vislumbrar en su teléfono que pronto América le haría una visita, Kim cayó en cuenta sobre su situación. Demonios, sentía que no estaba aprovechando el tiempo con su padre como originalmente había planeado. Desde luego, Kim nunca supo bien qué esperar de este viaje, por lo mismo no había querido hacerse ilusiones en caso de que las cosas no se pudiesen dar. Y a pesar de tener apenas unas pocas horas de haber llegado, a medida que el tiempo pasaba se daba cuenta que esta realidad podría ser para ella. Este lugar, esta torre... tenía un cierto aire familiar que le invitaba a... quedarse. A pesar de detestar profundamente un par de cosas de este mundo, Kim no quería irse. No sin antes disfrutar de la compañía de su padre y lo mucho que podrían compartir juntos, en familia. Quería estar para reír, reír junto él... y para poder lograr eso, sabía que necesitaba sincerarse. Que entendieran sus razones, para poder quedarse.

Con un sonoro suspiro, relató: —Me peleé con mi madre. Tú... no estabas. Dejaste de estar con nosotras durante mucho tiempo. Te extraño, lo sigo haciendo, y gracias a una amiga, es que estoy aquí.

Pasaron unos breves segundos para que los hombres asimilaran la información. Peter dio un paso hacia ella, vacilante. —Entonces, ¿tienes a una amiga capaz de visitar otros mundos? —Le preguntó, con cierto deje de admiración. Kim asintió, no queriendo dar más detalles. Pudo ver de reojo la mirada calculadora de su padre y añadió:

—Puede que tal vez no haya sido el mejor momento para estar aquí, lo siento, papá. Pero... no sabía nada de esto, pensé que estarías con mamá, o simplemente te encontraría unos pocos años después de lo de Thanos y...

—Wow, wow, wow. Detente ahí, señorita. Aunque ese hijo de perra haya sido derrotado hace mucho, no decimos su nombre aquí.

Kim frunció los labios. Era justo. Porque aun estando muerto, tenía la impresión de que Thanos seguía arrebatándole cosas.

***

Al tener el sueño no muy pesado, no pudo evitar sobresaltarse al escuchar el sonido de la ducha. Aunque Tony sabía que Peter cerraba la puerta del baño para no molestarle, de igual manera era sencillo distinguir el sonido amortiguado de la ducha.

Con mucho esfuerzo, logró sentarse en la cama, sus pies tocando la alfombra mullida roja que tenía, y alcanzó a beber un poco del vaso de agua fría que Peter le había colocado en la mesita de noche.

Tony se quedó quieto, mientras rodeaba su enorme vientre entre sus manos, se sentía como si tuviera la forma de una sandía.

—¡Oh! No pensé despertarte. —Se disculpó Peter saliendo del baño, con el pecho descubierto y cubriéndose con una diminuta toalla azul.

De manera distraída, Tony relamió sus labios. —Igual tenía ganas de ir al baño.

Al saber de primera mano cómo estaba el estado de su cuerpo, con cierta vergüenza Tony comenzó a desvestirse para poder disfrutar un nuevo día con un baño. Trataba en lo posible de quitarse su piyama cada vez que Peter se volteaba, y más de una vez, trastabilló, por poco cayéndose al suelo.

Como era de esperar, el agudo sentido de Peter se percató de sus intenciones y, conociendo a su amante como lo conoce ahora, se acercó hasta él y sin mucho preámbulo, a propósito le dejó caer la toalla al piso.

El cuerpo embarazo de Tony se mostraba al descubierto. El mayor lo miró con ganas de matarlo por su atrevimiento, mas Peter se adelantó.

—Ya te he dicho que no importa como luzcas ahora. Te sigo queriendo y te deseo de la misma manera. No puedes esconderte de mí.

Aquello sólo hizo que el doncel se exaltara.

—¡¿Acaso no me has visto?! Mira todas esas rayas en mi piel ahora, ahora parezco, no sé, un tigre. —Se lamentó al final.

Peter no pudo evitar carcajear. —Roarr~ Que salvaje mi tigre, bien sexy que te ves así. —Con sus manos, rodeó con cuidado a Tony, abrazándolo y llenándolo de besos.

Tony, medio ofendido, le golpeó el hombro, no pudiendo ocultar una risa. —Anda, déjame ir ahora. Tenemos que hablar con Morgan, preguntarle si se quiere quedar sola hoy en casa o si nos va a acompañar.

Peter se separó, con los ojos brillando de ilusión. —¡Es cierto, hoy es el gran día! Ve a bañarte, amor, te prepararé el desayuno.

Luego, así sin más, le dejó solo y desnudo. Tony tembló un poco ante el repentino frío que le asaltó y un par de pataditas se hicieron presentes.

Con cariño, se acarició el vientre y comenzó a caminar al baño. —Sí, sí. Ya vamos a salir, pequeña. Ten calma.   

Moments (Starker family fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora