27. Normalidad

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Prompt: Nuevas Comidas


La hora de la comida era uno de los tiempos favoritos de la familia. Normalmente, el metabolismo de Peter era muy acelerado, por lo que constantemente le exigía grandes cantidades de comida. Por suerte, Tony estaba más que dispuesto a llenar ese vacío.

En contraste a Kim, que durante la mayor parte de su vida sus comidas habían sido supervisadas por su madre, comiendo ensaladas y proteínas casi todo el tiempo. Entonces, al descubrir que su papá era más permisivo con esto, no frenándole en sus decisiones de comida, Kim colocó su mejor sonrisa de oreja a oreja, y se daba el lujo de escoger una buena pizza de seis ingredientes, sus favoritos, durante la mayoría de sus almuerzos.

Al ser una pareja de súper héroes y que habían pasado mucho tiempo fuera de casa, era natural que ambos quisieran rescatar tradiciones y situaciones que una persona normal consideraría aburridas.

No obstante, eso justo era lo que ambos buscaban en sus vidas: normalidad. O bueno, todo lo posible que se parezca a ella.

Kimberly podía presenciar de primera mano todos los altibajos que Tony y Peter, como pareja, tenían. Y a pesar de sus diferencias y evidentes choques de gustos en cuanto a ciertas cosas, aun así se querían. La joven admiraba la paciencia y madurez reciente de su padre, porque si fuera ella, desde cuando hubiese echado a Peter en la calle.

—A ver, abre la boquita. —Le cantó Peter a la niña, que estaba sentada en su trono especial, mientras la familia disfrutaba del almuerzo. El cabello castaño claro de Morgan bebé se veía suave y rebelde a la vista, y Tony, que estaba trabajando en su tablet mientras comía, le pasó una mano para aplacárselo, solo un poco.

Suspiró cuando no vio mucho cambio.

—Sin duda, ella heredó tu revoltoso cabello. —Se quejó.

Peter resopló. —Oh, vamos. Como si el tuyo fuera muy dócil.

—Recuérdame, ¿cuántas veces es que te lavas el cabello a la semana...?

Kim rodó los ojos, golpeó la mesa con un puño para evitar que la conversación escalara. Al principio era divertido verlos reñir como una pareja de casados, pero después de cierta repetición, comenzaba a perder su gracia.

El ruido pareció aplacarlos, aunque consiguió que su hermanita se sobresaltara por esto.

Tony le reprendió.

Kimberly...

—Oh, ¿ya no me llamas por mi otro nombre ahora? —Se exaltó, perdiendo lo poco que tenía de paciencia. Vio como Peter intentaba calmar a la niña, que parecía explotar de llanto en cualquier segundo.

Tony, por un momento, se vio repentinamente cansado.

—Creí que no te gustaba que te llamaran así.

Kim siguió comiendo su rebanada de pizza, ahora de mala gana.

—Si me cambié el nombre fue por algo, papá. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

—¿Alguna vez nos dirás la razón? —Inquirió Peter, tratando de aplacar la tormenta con tono ligero.

Kim le miró molesta, adoptando una postura defensiva. Si ella fuera un gato, escogería ese momento para sacar las garras y sacar sus dientes.

—Absolutamente, no.

El sonido del microondas dio la señal de que la comida estaba lista, y Tony se incorporó. Sacó con cuidado el envase de una sopa de verduras que había preparado recientemente, de manera especial para su bebé, que cada vez crecía y creía a pasos agigantados, aun no pudiéndoselo creer.

Porque para Tony, ella siempre sería su pequeña bebé. Su primogénita, linda y perfecta Morgan, a sus ojos. El regalo que Peter y él compartirían, por el resto de sus vidas. Algo más en común que los uniría.

Y hablando de unión, ya quedaba una semana exacta para su matrimonio, Tony estaba impresionado de que Peter quisiera quedarse con él hasta el final. Honestamente, no pensó que su relación durara tanto, mas se alegraba.

—Eso, Jane, muy bien. —Le felicitó Peter, cuando la bebé se terminó su postre.

—Si quedó con hambre, le hice esta sopa, Pete. Es bueno que Morgan vaya probando nuevas comidas, para variar.

Ambos padres miraron a su niña, y ella, curiosidad, ladeó un poquito la cabeza, ganándose una sonrisa de sus padres.

Sintiéndose todavía molesta, Kimberly se levantó.

—Si me disculpan, iré a dar una vuelta.

—No regreses tan tarde. —Fue lo último que Tony le dijo, antes de perderlo de vista.

Por un momento, Kim se vio muy tentada de decirle que era posible que nunca más pudiera volver a verla.

Sin embargo, las lágrimas comenzaban a formarse y antes de que pudiera contestar, simplemente se fue.

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Moments (Starker family fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora