15. De Vida o Muerte

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MOMENTS

Prompt: Trabajo de Parto

Cap 15.De Vida o Muerte

Cuando Tony volvió a abrir los ojos, se encontraba acostado en una camilla especial, vestido con ropas limpias, con una bata azul limpia para ser exactos, una bata que conocía bastante bien. No le tomó mucho tiempo descubrir donde estaba: en algún punto de su estado inconsciente, lo habían traído a una habitación especial, probablemente la misma que había reservado meses atrás, en una de sus clínicas de confianza.

Y Wanda había apoyado dicha decisión, a pesar de que ella había decidido dar a luz en su propia casa, según ella fue muy repentino todo y ni siquiera le dio oportunidad de trasladarse: Visión estaba en el trabajo, y Wanda solamente estaba con una vecina, Mónica, Tony cree que así se llamaba. Fue un golpe mágico, literalmente, de suerte.

A medida que Tony recobraba la consciencia, y luchaba también en contra del sueño, (¿por qué se sentía tan cansado?), notó como estaba respirando a través de una máscara de oxígeno y vagamente se extrañó del suceso. Sumado a eso, podía escuchar de manera discreta los pitidos de una máquina moderna, de reojo pudo comprobar que ése aparato le estaba contando los latidos de su corazón.

Sin embargo, eso a Tony no le preocupaba. No, porque su atención estaba dirigida hacia el hecho de que su cuerpo lo sentía como si estuviera en llamas. Una presión desagradable se instalaba en la parte interna de sus oídos y su cabeza martilleaba con fuerza. De manera instintiva, Tony dirigió sus manos hacia su redondo vientre y comenzó a acariciarlo, imaginando a la pequeña niña que estaba dentro de él, ¿cómo se sentiría? ¿Acaso los fetos pueden también enfermarse en la placenta? A Tony esto le preocupó: no quería que su niña naciera enferma por su culpa. Justamente había dejado de lado tantas cosas que disfrutaba, tantas cosas que a su vez le hacían daño, solo por el bien de ella. Cuánto extrañaba beber así pudiera un buen trago de alcohol, trasnocharse hasta tarde por trabajar en un proyecto, no comer casi nada por estar inmerso en el trabajo. Volar por la ciudad y ocuparse de criminales peligrosos que amenazaban la existencia de la tierra... vale, puede que esto último no lo extrañaba tanto, pero el punto era que en general, había tratado de ser y de comportarse como una mejor persona, por el bienestar de su niña, que ya estaba en camino.

Los ojos de Tony se dirigieron hacia la puerta, que recién se abría y daba paso a un par de personas interesadas en su salud. Peter mantenía una breve conversación con Wanda que se vio interrumpida al notar como su novio-prometido, se encontraba despierto. Wanda le dirigió una sonrisa agradable al verle con mejor semblante.

— ¡Tony! —Con cuidado, el joven llegó hacia él y comenzó a acariciarlo, tocando sus brazos y pecho, buscando reconfortarlo. Sin embargo, no le gustó lo que sintió. —Estás caliente... y no en el buen sentido. —Murmuró, con exasperación. Posiblemente se culpaba de algo, Tony adivinó. Conocía a su chico a tal punto que sabía de lo fácil que era para llegar a pensamientos extremos.

Trató de negar para calmarle. —Está bien, en casa también me sentía raro, no es nada nuevo. Y Kim... —había recordado como la chica se había quedado con él, cuidándole, sirviéndole agua. ¿Dónde estaba? No la veía por ningún lado, pero Tony supuso que probablemente se encontraba afuera, esperándole.

—Ella está afuera, Tony. —Le aseguró Wanda. —No la había visto muy bien antes, pero... se parece mucho a ti. Incluso en la manera de pensar. —Le comentó, para distraerle un poco. Wanda sabía que decirle a Tony lo que estaba pasando no era tarea fácil, y por ende, necesitaba que el doncel estuviera lo más calmado posible.

Debía ser fuerte, por su niña.

Stark hizo un sonido de aprobación, perdiéndose en sus pensamientos. Wanda le lanzó a Peter una mirada desafiante, esperando que le dijera algo al embarazo sobre su dedicada situación. Peter se mordió el labio.

—Tony... tienes fiebre, tu cuerpo está ardiendo. Déjame buscarte agua y un par de pastillas.

— ¿Piensan seguir drogándolo? ¿Acaso no ha tenido suficiente? —Se exaltó la Bruja, evidentemente molesta por el poco espacio que ella tenía para las decisiones de su líder.

Sin embargo, Peter no pudo replicar al escuchar como un jadeo desgarrador escapó de la boca de su amante, alarmándole. —¡Tony! Tony, ¿qué ocurre?

El mayor solo pudo darse la media vuelta, quitándose con brusquedad la mascarilla, cosa que el joven no aprobó. —Tony, ¡no te la puedes quitar! ¡Estás muy delicado de salud...!

—Podemos recordar de quién es la culpa de esto, ¿verdad? —Inquirió con cierta arrogancia Wanda, poniendo sus manos en su cintura.

Y es que, ¿a quién se le ocurría embarazar a un doncel de más de 40 años de edad? Los casos médicos que eran conocidos al público revelaban que la mayoría de ellos habían tenido muchas complicaciones antes del parto. Incluso, muchos de ellos se enfermaban por causas desconocidas semanas u horas antes de dar a luz. Se habían hecho estudios, documentales e investigaciones y la mayoría al menos concordaban en un par de cosas: los médicos creían que la sangre de doncel tenía mucho que ver: a fin de cuentas, la preparación de un cuerpo masculino para el embarazo necesitaba de mayor tiempo y dilatación, a diferencia del cuerpo de una mujer promedio.

Si bien, a pesar de tener la capacidad biológica para procrear, a diferencia de las mujeres, los donceles siempre tenían mayores probabilidades de riesgo de que algo no saliera bien durante el parto. Desde enfermedades terminales que ponían en riesgo no sólo al gestante, sino también al bebé, hasta llegar a un estado vegetal, después de dar a la luz; ya que como mecanismo de defensa, el doncel transmitía la mayor parte de su energía vital hacia la criatura, protegiéndola incluso en sus últimos momentos de lucidez. Y por supuesto, estaba el peor escenario posible, uno que parecía competir mucho con el estado vegetal: que hubiese una complicación mayor durante el parto, no hubiese mucha dilatación y por ende, se desgarraran sus paredes internas, dando como resultado la trágica muerte del doncel.

Dependiendo de la eficiencia de los doctores en turno durante el parto, a veces los bebés se salvaban, aunque el gestante se muriera como consecuencia, porque no había ninguna posibilidad para salvarlo, a menos que las condiciones se dieran para que terminara en un estado vegetal. Y en otras, dependiendo de las decisiones de los que operaban, tanto doncel como feto, morían.

Aquél último escenario que sin duda, no era nada favorable.

Y eso, los presentes de la habitación, lo sabían bastante bien.

Tony Stark había logrado su sueño como doncel no sólo de embarazarse, sino de hacerlo con el amor de su vida, de que fuera el otro padre de la niña. Antes de proponerle a Peter la idea, sabía de antemano todos los riesgos que aquello supondría.

Sabía que su vida podía terminar allí mismo, apenas su hija viera la luz al mundo. Y le había confiado su vida a la doctora, en caso tal de que quedara en estado vegetal, ella misma no le dijera ni una palabra a Peter y que terminara con su vida de inmediato. Porque no quería que Peter lidiara con él de esa manera, en ningún momento quería convertirse en una carga para él.

Tony Stark sabía las consecuencias que tendría de embarazarse. Su madre, estando viva, se lo había explicado lo bastante bien. Y su padre, bendito sea su padre, nunca se había enterado muy bien de su condición como doncel, porque era posible que terminara desheredándolo o peor aún, vendiéndolo al mercado negro, donde sería comprado y explotado al mejor postor.

Y más de una vez, Tony había contemplado la idea del suicidio si aquello último le llegaba a pasar: se había visto mucho en su época, la popularidad de esos tratos.

Tony Stark sabía que tal vez su salud no era la más indicada, nunca lo estuvo, como para cargar a una vida dentro de él. Aun así, por amor, y porque él siempre hacía lo que dictaba su corazón, quiso hacerlo. Quiso arriesgarse.

Porque sabía que de entre todas las cosas, si llegaba a sobrevivir a esto, estaría más unido y compenetrado con su niña, la fuerza vital de Tony les uniría literalmente, de por vida.  

Moments (Starker family fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora