Just Friends ↝Jenlisa [FINALIZADA]

|T H I R T Y|

Decir que Lisa le prestó atención a la película era una total mentira, su mente no estaba centrada en eso, estaba centrada en que a su lado estaba la chica que le gusta agarrada de manos con ella.

Porque si, a los pocos minutos de la película la coreana tomó una valentía desde lo más profundo de su alma para tomar la mano de la tailandesa la cual entrelazó sus dedos con rapidez.

Ambas salieron sin emitir alguna palabra, sus manos aún estaban unidas, sus rostros enrojecidos y sus corazones a punto de salir de sus pechos al latir con gran rapidez.

—Estuvo bastante buena la película —opinó Jennie después de unos minutos de haber salido de la sala.

—Si, totalmente de acuerdo —mintió terriblemente la tailandesa, ni siquiera sabía cómo se llamaba la película.

Otro silencio se implantó en ambas, no sabían que decir, Jennie debatía consigo misma al experimentar aquellos sentimientos que sentía ahora mismo con la tailandesa.

Sin embargo, Lisa estaba en un carrusel de emociones, trató de estar lo más calmada posible, si se exaltaba mucho podría sudar y eso solo significaba que podría sudar sus manos y Jennie lo sentiría.

Sería bastante penoso aquella salida.

—¿Quieres ir a cenar? —preguntó Lisa sin saber que hacer, no entendía porque se sentía tan tonta en aquel momento.

—Realmente quiero ir a casa —respondió Jennie a lo que Lisa asintiera para comenzar a caminar hacia la casa de la coreana.

Un debate se formó en su mente, su dolor de cabeza comenzó a saludarla mientras miles de preguntas se formaban en su mente.

¿Habría hecho algo malo?

¿Dijo algo que incomodó a la coreana? lo dudaba, apenas y podía decir algo sin sonar como tonta.

¿Habría hecho algo que la incomodara? rápidamente su vista viajó a sus manos entrelazadas con la coreana, también dudaba sobre eso, si fuera así Jennie lo hubiera deshecho, aparte que fue ella misma quien lo inició.

¿Tal vez sus manos sudaban? pasó su mano libre por su cuerpo y se alivió al ver que no sudaba, así que no era eso.

Miles de preguntas y respuestas seguían apareciendo hasta que notó que Jennie la miraba con curiosidad.

—¿Estás bien, Lili? —preguntó Jennie a lo que Lisa asintió con rapidez—, tenemos como cinco minutos que llegamos.

Lisa miró y notó que era cierto, estaban justo al frente de la puerta de la casa donde vivía la coreana, se quiso pegar al verse tan estúpida, ahora menos tenía oportunidad.

—Si, lo siento —se disculpó en voz baja—, ¿hice algo mal? —preguntó con temor a la respuesta que le pueda dar Jennie.

—¿Qué? claro que no —negó con rapidez sintiéndose mal por hacer que la tailandesa se sintiera de esa forma—, solo necesito aclarar mis sentimientos, Lisa.

—¿Tus sentimientos? —preguntó Lisa, después de todo Jisoo tendría razón.

—Quiero asegurarme de lo que siento por ti Lisa, no quiero ilusionarte o lastimarte —negó a la idea de lastimar a la tailandesa, ya lo había hecho bastante sin darse cuenta.

—Puedo darte el tiempo que quieras, Jen, no quiero que te sientas presionada —le regaló una pequeña mientras deshacía el agarre que tenía con Jennie.

—No me siento presionada, nunca me he sentido así contigo —sonrió tratando de que Lisa le creyera, no era mentira, pero sentía que la tailandesa no creía en su totalidad a sus palabras—, solo no quiero lastimarte más de lo que lo he hecho.

—No me lastimaras, Jen —la tranquilizó.

Se sentía alegre, aunque estúpida, Jennie le había dicho que no le quería crear falsas ilusiones y ella ya se estaba imaginando una vida juntas, dónde ambas se casaban y adoptaban muchos gatos y perros.

Pero también estaba enternecida por la actitud de la coreana y como procuraba no lastimaría con sus sentimientos.

—Tal vez, por eso quiero pensarlo un poco —suspiró—, solo te pido un poco de tiempo.

¿Un poco de tiempo?, por Jennie Kim le daría todo el tiempo del mundo.

—Claro que si, Jen, todo el tiempo que necesites —le sonrió—, solo no te sientas presionada, piénsalo con calma, ¿bien? —Jennie asintió—, descansa Jenduckie.

Jennie se acercó a la chica plantando un beso en la mejilla de la tailandesa para con una sonrisa adentrarse a su casa.

Una sonrisa boba había salido de sus labios con rapidez, se dió la vuelta para caminar hacia su casa.

Al fin de cuenta, la salida había salido bien.