|T H I R T Y - T W O|

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Después de lo de ayer duraron todo el día viendo películas hasta altas horas de la noche donde la coreana tuvo que dormir dónde la tailandesa por la hora.

Claramente no pasó nada a mayores, solo parecían dos amigas compartiendo un día juntas, algo que no hacían antes y eso alegró a la tailandesa, no había nada más feliz que pasar el día con la chica que te gusta.

También trató de darle todo el apoyo a su amiga, una de las razones también por la cual duró todo el día en su casa era para no volver a la suya y escuchar las discusiones que tenían sus padres.

Era casi mediodía cuando la coreana abrió sus ojos despertándose de su sueño, volteó para ver a la tailandesa totalmente dormida, por lo cual se permitió verla detalladamente.

Se sentía rara, probablemente parecía una psicópata al verla de tal manera, sin embargo, sentía que podía pasar una eternidad viéndola y nunca se aburriría.

Una mueca se implantó en su rostro, no entendía porque nunca había notado lo hermosa que era la tailandesa a sus ojos, y tampoco había notado las emociones que la chica le causaba.

Después de su salida duró bastante para reconciliar el sueño, se mantuvo pensado en lo que sentía por la chica hasta que llegó a la conclusión que le gustaba.

Pero tenía miedo, tenía miedo de lo que pensaran los demás y tenía miedo de lo que pensaran sus padres, si daba aquel paso sería definitivo y eso la mantuvo en vela toda la noche.

Pero al ver el rostro tranquilo de la chica sentía que por ella todo valía la pena, valía la pena la mirada de asco que le pueden producir algunas personas o sus padres.

Y es que por Lalisa valía la pena todo.

Su mano se encaminó hasta el rostro de la dormida para acariciar sus mejillas notando lo suave que estaban bajo su toque, al ver que la chica aún no despertaba se dió el permiso de recorrer con su mano todo su rostro hasta parar en los labios de ella.

Ahí se dió cuenta de cuanto los extrañaba, extrañaba la suave textura de estos y de como la hacia perderse en ellos.

Con una sonrisa se levantó de la cama para irse a dar un baño, probablemente la tailandesa se levantaría en cualquier momento y no quería la viera de aquella manera.

Cuando se miró al espejo agradeció haber tomado aquella decisión, su cabello todo alborotado, sus ojos hinchados al igual que su cara, un hilo de baba seca recorriendo toda su mejilla.

Una mueca se formó en su rostro para cepillarse los dientes y seguido darse un baño, al cambiarse salió notando a la tailandesa mirando el techo como si fuera la cosa más interesante que había visto en su vida.

—¿Qué tal dormiste? —preguntó Jennie haciendo que Lisa reparara en su presencia.

—Bien, ¿y tú? —preguntó para ver a la coreana asentir con una sonrisa.

—De maravilla —respondió—, iré a preparar el desayuno —avisó para salir de la habitación.

Fue rumbo a la cocina para comenzar a preparar la masa de los pancakes para tomar el sartén y ir empezandolo a hacer, los primeros salieron o quemados o con un forma extraña.

Hasta que por fin comenzaban a salir bien, cómo si fueran sacados de algún comercial, al servirlos en los platos la tailandesa hizo su presencia para sentarse en el desayunador.

—Provecho —Jennie sonrió poniéndole un plato con pancakes en el frente a ella.

—Gracias —susurró con una sonrisa tímida, por alguna razón se sentía más nerviosa que de costumbre.

Cuando Jennie sirvió en dos vasos jugo de pera, se permitió empezar a desayunar haciendo que una sonrisa orgullosa saliera de sus labios al sentir el buen sabor que tenía los pancakes.

—¿Que haremos hoy? —preguntó Jennie al terminar.

Lisa se levantó para empezar a fregar los platos, lo creía justo ya que fue Jennie quien hizo los pancakes.

—No lo sé, ¿no irás a casa hoy? —preguntó con voz lenta, no quería que se mal interpretara o que pusiera triste a la chica por lo de ayer.

—Más tarde, tal vez —suspiró, notaba la casa de la tailandesa más cómoda que la suya, aquí no se escuchaban discusiones.

—Pues no lo sé, podemos salir si quieres —propuso sin mirarla, no quería que pensara que fuera de manera romántica, se había dicho a sí misma que no podía presionarla.

—No tengo ganas de salir, es domingo —se quejó mientras se estiraba con pereza—, podemos ver películas.

—Uy no, vimos muchas ayer —negó rápidamente, si veía otra película le tomaría odio de inmediato.

—O podemos jugar, ¿tienes juegos de mesa? —preguntó a lo que Lisa asintió.

—Podemos jugar al monopoly —propuso a lo que Jennie asintió con euforia.

—Si si —afirmó con emoción, tenía bastante tiempo sin jugar aquel juego, desde que estaba más chiquita—, apúrate para ir a jugar.

Lisa la miró mientras soltaba una risa, la coreana parecía una niña en cuerpo de mujer algo que la enterneció bastante, le alegraba hacer feliz a la chica.

Just Friends ↝Jenlisa [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora