Capítulo 11: Algo para recordar.

662 35 5
                                    

+P.O.V:SOUL+

Hoy partimos a la reunión de primavera entre los clanes cercanos. Al final iremos yo, Blake, Celestine, Douglas y Yuri. El resto se quedara cuidando la mansión y protegiendo a los más pequeños, en especial al pequeño Louis.

Guardo algunas cosas importantes en mi mochila de viaje: ropa de cambio, cepillo, pasta dental, un cuchillo (por petición de Blake), mi libreta de dibujos y el diario de Kris. No se muy bien porque lo llevo, pero siento que me da algo de seguridad.

Está por amanecer pronto, debe apurarme. Blake ha dicho que tardaríamos bastantes horas en llegar, y que sin descanso alguno, recién llegaríamos a la sede mañana de madrugada. En síntesis, un día completo de puro viaje.

Me coloco una sudadera en el cuerpo, pues está haciendo frío a estás tempranas horas, y tomo mi mochila. Ya estoy lista para partir.

Salgo de mi habitación y camino hacia los establos con paso rápido. Estoy segura de que seré la última.

Por fin logro llegar a los establos de la mansión, pero al entrar, no veo a nadie, solo a los caballos. Tal vez me equivoque un poco con los horarios y me adelantado.

Para gastar el tiempo, me acerco al caballo de Blake, que destaca entre el resto por ser el más grande y elegante. Antes de tocarlo, el majestuoso animal me observa a los ojos. Puedo sentir su mirada oscura sobre mí, analizándome y considerando si soy peligrosa. Acerco mi mano a su boca, pues recuerdo una vez que Blake me dijo que los caballos, al igual que los lobos, huelen el miedo y otros sentimientos. Si le demuestro que no tengo ningún mal sentimiento, entonces me dejara tocarlo. 

Tormenta me olfatea la mano unos segundos, para después ofrecer su cabeza para que lo toque. Con cuidado, acaricio su frente áspera.

-Gracias, amigo.- digo en un murmullo casi inaudible. El caballo claramente no responde, pero deja escapar un sonido que podría considerarse afectivo. Ahora me pregunto que caballo montare para el viaje. 

-¿Hay alguien aquí?- Logro escuchar la voz de Yuri en la entrada. Me giro y lo encuentro allí, quitándose algunos de los mechones revueltos en su frente.

-Soy yo.- digo, al mismo tiempo que me acerco para saludarlo. Cuando logra verme en la oscuridad, esboza un sonrisa sincera y amigable, que resaltan sus ojos bicolores. Si no tuviera a Blake, tal vez podría considerarlo atractivo. 

-¿Estás nervioso?- pregunto para entablar algo de conversación. 

-Si, un poco. No se si alguna manada me quiera realmente o si intenten devorarme otra vez.- Eso último lo dice bromeando, así que sonrío. 

-Bueno, es cierto que siempre esta ese peligro, pero te aseguro que nadie se atreverá a tocarte. Esas reuniones suelen ser muy casuales y calmadas.- 

-Bueno, tu no tienes mucho de que preocuparte. Blake te vigilará como un feroz perro guardián...- Veo como aparece Blake en la entrada y se para detrás de Yuri, que al parecer no se ha dado cuenta de su presencia. -Ya sabes, por ese feroz aspecto que parece decir, "si te metes conmigo, te mato". Ahora que lo pienso, si se asemeja bastante a un perro guardián.- Trato de indicarle con los ojos que Blake está escuchando todo lo que dice, pero no se da cuenta.

Cuando Blake decide hablar, lo hace con una atemorizante voz amenazadora.

-¿A quién llamas perro guardián, medio-lobo?- Yuri llega a dar un salto del susto, lo cual me hace reír levemente por su reacción.

-Hey, Blake. No sabía que estabas aquí.- Yuri se da cuenta de su expresión enojada y comienza a mover las manos en forma de disculpa.

-No te enojes, era solo un chiste, no era para ofenderte.- Blake se acerca tanto a él, que Yuri se encoge.

Soul: La heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora