Soul: La heredera.

Capítulo 18: El verdadero Blake.

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-Aquí está su habitación, joven.- Me duele la cabeza. ¿De quién es esa voz? Quien me tiene se mueve a grandes zancadas sin decir siquiera gracias. Sin embargo, no puedo reconocerlo. Es como todos mis sentidos estuvieran nublados temporalmente. Quiero abrir los ojos pero mis párpados se encuentran demasiado pesados. Además, todo mi cuerpo está paralizado y no puedo moverme.

Simplemente me limito a tratar todo lo posible que ocurre a mi alrededor. Quien me tiene en sus brazos me mueve por lo que parecen minutos interminables. Creo que subimos una escalera hasta llegar frente a una puerta, pues escucho el característico click cuando una cerradura de puerta se abre. Entramos juntos en la habitación desconocida y el hombre cierra la puerta a sus espaldas. Es entonces cuando mi cuerpo poco a poco comienza a responderme. Al menos puedo mover los dedos de mis manos.

Mientras el sujeto me tiene en sus brazos, comienzo hacer funcionar mi mente. Recuerdo a Aki atacando a Yuri mientras que yo trataba de acercarme a ellos. Luego de eso Blake llego y se enfrento a Aki, siendo este último un lobo. Sin querer, lanzó a Aki hacia mi cuerpo y no tuve la fuerza suficiente como para mantenerme consciente cuando Aki puso su pata sobre mi cuello. Después de eso hay un lapso de recuerdos completamente negros que no logro identificar. Recuerdo despertar mirando los ojos verdes de Blake preocupados, y entonces vi a Yuri sin control tratando de atacarnos por su parte salvaje. Supuse que estaba así porque jamás había convivido con su lobo, a diferencia de nosotros. Entonces Kris me dijo que hablara con él. Me aconsejo que tratara de hacerlo recordar quien era realmente y eso fue lo que hice. Yuri recupero su cordura y yo únicamente pude sentirme feliz por ello hasta que sentí nuevamente que mi visión se oscurecía.

Ahora estoy aquí, recién recuperando mi antigua vitalidad, mientras que alguien me acuesta en algo blando y suave. Logro cerrar mi mano en la tela, comprobando así que tan fuerte estoy.

Logro escuchar un gruñido de parte de mi acompañante, aunque no suena enfadado, sino ... adolorido. Con dificultad logro abrir los ojos. Tardo un poco a en adaptarme a la poca luz del lugar, pero al final lo logro.

Estoy en una habitación que pareciera ser de un hotel regular. Hay unos pocos muebles, un clóset pegado a la pared y una único ventanal cerrado y con cortinas tapándolo. También veo un sillón de color amarillento.

Pronto aprecio a mi acompañante, el cual resulta ser Blake. No parece estar herido de ningún modo, pero se ve muy demacrado, como si no hubiera dormido en días.

-¿Blake...?- digo en un susurro casi inaudible. Blake rápidamente gira la cabeza, sin mirarme. Apenas he hablado, sus músculos se tensaron y su rostro se endureció.

Se levanta de la cama y se aleja de mí sin razón alguna. Por algún motivo no quiero que se vaya, quiero que esté conmigo a pesar de lo que pasó en la cárcel.

Como puedo, separo mi espalda de la cama y me levanto de ella para seguir a Blake. Sin embargo, apenas doy un paso, las piernas me flaquean y no puedo mantenerme en pie.

-¡Ahhh!- Cierro los ojos esperando la caída, pero alguien alcanza a sostenerme la cintura. Miro a Blake, el cual me mira con preocupación. Cuando se da cuenta de que lo estoy viendo, puedo ver como su expresión cambia rápidamente al dolor.

Apoyándome en él, logro pararme por completo sin caer.

-Tienes que descansar, Soul. No te levantes más.- Me dice sin mirarme. Trata de alejarse de mí otra vez, pero esta vez yo le detengo tomando su brazo.

-¿Qué haces, Soul?- me dice en tono serio.

-Bueno .... yo... eto...- - Comienzo a tartamudear, pues no se que responder a eso sin avergonzarme a mi misma. Blake se gira a verme y levemente puedo ver un destello dorado en sus ojos verdes, muy similar al que tuvo en la cárcel.