Capítulo 3: Cicatriz de batalla.

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+P.O.V:BLAKE+

Soul se ve distinta cuando se da vuelta para verme de nuevo. Está nerviosa e inquieta, puedo oler esos sentimientos bajo su aroma de vainilla.

Decide no mirarme a los ojos, observando sus propios pies. Aún debe seguir molesta por algo. Sus manos agarran como un a niña pequeña, la tela de su vestido blanco.

Se ve muy linda con él: resalta el color negro de su cabello y sus ojos grises brillan con los detalles plateados. Además sus delicadas curvas se remarcan más debajo de esa tela tan ceñida... Maldita sea. Debo dejar de pensar en eso.

Como no se que decir (ya que no le quiero hablar sobre el viaje que hice) le agarro una de sus manos y la acerco a mi boca. Está fría como el hielo. Caliento con mis manos la suya y le doy un beso allí.

Al verla, puedo observar como se sonroja, pero tiene el ceño fruncido. Dejo su mano libre y la miro, tratando de averiguar que le pasa. Antes de que le pregunte que le sucede, ella me formula otra pregunta.

-¿Dónde te hiciste eso?- me dice molesta, pero con preocupación.

-¿De qué hablas?- digo confundido. No se de que está hablando yo no me he hecho...

-En tu hombro descubierto. Tienes una cicatriz que jamás te había visto.- Maldición, debí pensar en la repercusiones del ataque de ayer.

-No, debes estar confundida. Esto lo tengo desde mucho antes.- Miento. Ella me mira aún más enojada que antes y con un nuevo sentimiento remarcado en sus facciones: tristeza.

-Por favor, deja de mentirme de una vez. Desde que me rescataron de Zephyr no has dejado de comportarte de manera extraña conmigo. Te alejas, no te atreves a mirarme completa y además no me quieres decir todo lo que hiciste en los viajes que has hecho durante el invierno. Yo te confío todo a ti, pero pareciera que tu no quieres hacerlo conmigo. - Aprieta tanto las manos de sus nudillos se vuelven blancos por la excesiva presión. -Si no me vas a decir, no te voy a obligar, pero no te me acerques hasta que estés dispuesto a confiar en mí como yo lo hago contigo.- Mi lobo se frustra dentro de mí. Le enoja pensar que se ha enojado con nosotros por tratar de protegerla, le enoja que no esté haciendo sentirsee culpable por sus acciones. Hace mucho tiempo que no sentíamos esta clase de culpabilidad.

Cerrando los ojos pasa a mi lado, como si tratara de escapar de mí, a pesar de que le cueste demasiado. Cuando la veo de reojo pasar a mi lado, veo un brillo cristalino cercano a su ojo. Está llorando.

No lo soporto y le agarro la muñeca, pero ella se resiste tratando de continuar avanzando. Siento como se retuerce bajo mi mano férrea.

-Déjame Blake.- Me dice bajando la voz para que no escuche su sollozo. No puedo soportar verla llorar.

La tiro a mi cuerpo y antes de que pueda intentar escapar, rodeo su cintura con mis brazos. Veo como apoya sus manos para tratar de apartarse de mi cuerpo, creando una corriente de energía que enciende a mi lobo. Su cabeza está gacha así que no le veo el rostro, pero puedo sentir la humedad de sus lágrimas deslizándose por mi chaqueta negra de gala.

Le guardo secretos para protegerla, no hacerla sufrir y para que se quede a mi lado, pero ahora está llorando y lo que quiere es alejarse de mí por guardarle cosas que ella no soportaría. Me duele saber que yo soy el causante de su dolor y llanto.

-Suéltame. No quiero que sigas...- dice en un quejido agudo, característico de tener un nudo en la garganta.

-¿No entiendes que no puedo hacerlo? No puedo dejarte ir, por más que desee tu propio bienestar, no puedo imaginarme ser feliz sin que estés a mi lado, soy demasiado posesivo para hacerlo.- Agarra mi camisa con fuerza y las lágrimas continúan fluyendo por su rostro oculto.

Soul: La heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora