Rojo XIX

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Orario había temido, sus habitantes, tanto dioses como aventureros vieron con gran temor la flecha sagrada del cielo que apareció con la forma de una segunda luna, sin embargo, hubieron personas que decidieron oponerse al miedo, la mayoría eran aventureros de primera clase, sin embargo, los que más destacaron fueron miembros de cierta Familia que habían decidido no retroceder, al igual que aquel que los lideraba a todos ellos decidieron volverse imparable, si bien no tenía tanto poder como él, ellos estarían peleando, volviéndose más fuertes.

Adelantándose a la Familia Loki, ellos dejaron que Ren se pusiera primero, su escudo deteniendo el avance de múltiples monstruos mientras Haruhime y Lili saltaban por encima de su cabeza, las letras en la hoja de la katana y a lo largo de la lanza brillaron respondiendo a la determinación de sus portadoras, no las hicieron más fuertes, pero el filo en las hojas de ambas armas se hizo todavía mayor, permitiéndoles a ambas el cortar a los monstruos con facilidad, monstruos se lanzaron sobre ellas desde atrás, sin embargo, no hicieron nada.

Una flecha atravesó el cuerpo de uno de esos monstruos mientras Welf aparecía con su espada cortando al otro, atrás, Cassandra sonrió al haber podido ser de ayuda, puede que él no la hubiera entrenado con el arco, pero el hecho de que supiera usarlo era conocimiento que obtuvo durante su tiempo en la Familia Apolo, cuando Daphne tenía que defenderla de otros miembros de esa Familia, sabía que en la actual en la que estaba nadie le diría nada intentando ofenderla, aun así, sus inseguridades, en lugar de frenarla, la levantaron, la impulsaron a crecer.

Ren volvió a bloquear el camino de los monstruos, en esta ocasión siendo Mikoto la cual atacó, sus cortes fueron más igual o más precisos que los de la propia Haruhime, la cual se paro a su lado y con un asentimiento, las dos siguieron limpiando el camino para que poco después Emma también se les uniera, su manejo con las espadas dobles fue limpió, en cada balanceo se vio el esfuerzo que puso para mejorar cada uno de sus movimientos, repitiéndolos una y otra vez hasta el cansancio.

Entonces ellos se apartaron, dándole espacio a Sophia, cuya magia fue disparada con gran potencia, convirtiendo en polvo incluso las piedras mágicas, entonces sería apoyada por Lin, la cual en la estrategia planeada por Lili, era la que protegería a ambas magas, entonces, tal y como la pallum espero, tuvieron que ponerse en una formación circular, cosa que preocupó a la Familia Loki, los cuales creyeron que habían sido llevados a su límite, sin embargo, Lili solo sonrió y órdenes fueron lanzadas a diestra y siniestra.

Fuego apareció calcinando a un gran grupo de monstruos mientras una parte del suelo temblaba, una grieta abriéndose provocando que varios monstruos cayeran en ella, entonces, con solo un camino abierto, Sophia volvió a disparar, entonces, con un movimiento de la mano de Haruhime el fuego se movió y como si fuera un látigo golpeó a los monstruos, exterminándolos con aparente facilidad, ella sintió que algo ocurría, su corazón latió con fuerza, la imagen de él y Artemis paso por su cabeza, no sintió celos, tampoco se preocupó, fue más el hecho de que comprendió que algo les estaba ocurriendo, sin saberlo, se percató de la tristeza e ira que sentía el chico referente a lo que le pasaba a la diosa.

No entendiendo esa sensación, su habilidad se activo y con sus ojos brillando con furia, ella decidió controlarse, utilizar el aumento de poder que su habilidad le otorgaba para proteger y no para desquitarse, aunque no importó, simplemente termino luchando con ataques llenos de malicia, una malicia poco propia de alguien que en realidad era amable, pero una vez más, aquella amabilidad que utilizo todo el tiempo solo se mostraba por su actitud frágil, reservada y tímida, algo que poco a poco fue desapareciendo tras su llegado.

Sí, él fue el principal motivo por el cual ella mostró más facetas, más emociones, paso de ser alguien solo esperando su muerte a luchar por su vida todo el tiempo, su mirada dejo de ser la de alguien resignado a ser la de alguien dispuesto a pelear hasta su último aliento y más, todo eso provocó que un deseo apareciera en su alma, un deseo que ella consideró imposible se encendió como una llama que prendió un nuevo tiempo, una llama que encendió un nuevo reloj mientras quemaba el anterior.

Aquel de ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora