Rojo XIV

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Cualquiera que lo hubiera visto justo después de levantarse habría visto una inmensa ira, su mano tapo sus ojos, un sueño, una pesadilla, incluso tal vez una visión del futuro o quizá una vida diferente, él no prestó atención a ese tipo de asunto, solo calmo su mente, relajo sus pensamientos mientras mantenía tranquila a un dormida Haruhime, no estaba seguro de que había visto, todo fue rojo y aquella ira que sentía no parecía ser ni siquiera suya, era como si alguien más estuviera vinculado a él, eso lo hizo pensar en lo que iba a ocurrir hoy y en la única chica que podía vincularse con otros.

-Veo que un herrero siempre se levanta temprano – él dijo caminando junto a Welf.

-El trabajo de un herrero siempre empieza antes que el de cualquier otra persona – el pelirrojo respondió haciéndolo sonreír.

-Bueno, hoy te pediré que descanses, con el reclutamiento que ocurrirá hoy lo mejor será que le colaboren a Lili leyendo documentos y dando alguna que otra opinión.

-Entiendo, ¿pero que va a hacer usted? – Welf pregunto con curiosidad, como siempre parecía tener cuando se trataba del peliblanco.

-Haré un espectáculo como tiendo a hacer últimamente, ya estoy agotándome de esto, pero con uno más debería bastar, al menos eso espero.

Welf solo sonrió antes de verlo suspirar, entonces él miraría por una ventana y uniéndosele, verían como una multitud empezaba a aglomerarse delante de la mansión, mirando un reloj se dio cuenta de que apenas eran las cinco de la mañana, escucho una vez más como el chico soltaba un suspiro cansado y entendió que estarían ocupados, bastante por lo que podía ver, ni siquiera quiso pensar en todo lo que Lili tendría que hacer, soltando también un suspiro, salió con Bell con el propósito de preparar lugares donde las personas pudieran descansar al menos un rato.

-Su expediente parece bien, pero no da mucha información – Lili hablo sentada detrás de una mesa, grandes hileras de papeles a un lado y en suelo – pero ¿Qué puede ofrecerle a nuestra Familia?

Habían pasado alrededor de cinco personas a la entrevista con Lili, cada uno de ellos siendo rechazados, ya fuera porque la pallum vio intenciones de querer aprovecharse de la fama de la Familia o porque no vio que pudieran ofrecer nada bueno, también los rechazo con suavidad, amable a pesar de que sus ojos parecían querer cambiar a un tono rojo, entonces, para sorpresa de las personas que allí esperaban, la sexta fue admitida como administrador de la sede obtenida por parte de la Familia Aeshma, la cual sería convertida en una especie de hotel.

-Felicidades, Jeir-sama – Lili dijo llamando la atención de los demás encuestados – has conseguido el puesto para dirigir el hotel.

Luego de una pequeña celebración, el hombre paso a hablar con Bell, los negocios no tardaron en iniciar, los números mareando a los miembros de la Familia que los escucharon, ni siquiera Welf, que intento comprender lo que decían fue capaz de seguirles el ritmo, al final fue Lili las que les dijo a ambos que dejaran de hablar de finanzas, la estaba distrayendo y eso la estaba enojando, sus ojos tornándose un poco rojos.

-Como te dije, si ella no está conmigo, yo tampoco ingresaré – un chica, aparente pareja de otra exigió que la mencionada fuera aceptada.

-Voy a ser clara para todos los que se encuentran aquí, si considero que no tienen nada que aportarle a la Familia, como miembros activos que entrarán al Calabozo o como no luchadores que atenderán otro tipo de asuntos, entonces pueden irse y si alguien va a insistir a pesar de tener buenas aptitudes, también puede irse.

Ella se estaba enojando, pero su tono fue cordial y no mostró nada de su frustración más allá de su mirada de ojos rojos, sin embargo, no fue ella la que se movió cuando la mujer, una amazona, se lanzó contra ella a intentar ahorcarla, fue Haruhime la que se interpuso, mando su codo a estrellarse con el mentón de la mujer, enviándola al suelo, donde Mikoto la sujeto en una llave, impidiéndole moverse, ante la exhibición de habilidad, luego de que esta se calmara, ella y su amiga salieron despotricando cosas que los demás ignoraron.

Aquel de ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora