Rojo XVII

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Ellos permanecieron en silencio mientras observaban al chico, sus ojos estaban cerrados y su mente se encontraba pensando en lo que iba a ocurrir, no estaba en sus planes haber dado a conocer la verdad tan pronto, sin embargo, decidió no preocuparse por ello, solo espero a que alguien dijera algo, abrió sus ojos y miro a todos los que estaban sentados en la mesa, cualquiera habría apartado la mirada de aquellos ojos rojos, pero los que pertenecían a su "Familia" no eran cualquiera, pues todos le respondieron.

-Vayamos por orden si les parece – él comenzó a hablar – ¿Qué piensas de esto, Mikoto?

-No tengo realmente algo que decir, es extraño, pero no quiere decir que vaya a traicionarlo, Bell-dono – la espadachina respondió recibiendo un asentimiento.

- ¿Qué hay de ti, Ren? – su mirada entonces se dirigió al enano, el cual sonrió.

-Nunca he visto este tipo de Familia – Ren contesto con diversión – me quedó sin importar que digan otros.

-Sigamos con Sophia – la elfa agacho la cabeza.

- ¿Está bien que me quedé? – ella pregunto y él asintió – entonces, yo no tengo problema.

-No creo que sea necesario preguntarme – Lin se adelantó – me quedaré incluso si no quieren, es divertido en esta Familia.

-Bien, Daphne, se que tienes cosas que decir.

-Bastantes en realidad, quisiera saber como alguien puede suplir a un dios y no ser descubierto, como obtuviste tanto poder, el hecho de que eres capaz de dar un falna no me queda claro, tampoco el hecho de que su presencia se parece a la de un dios y el hecho de que no es incómodo cuando actualiza nuestros [Estados], aunque son más dejaré ahí.

-Bien, en cuanto a suplir a un dios, cuanto más grande es el [Estado] de una aventurero, más se acerca a los dioses, obtuve tanto poder enfrentándome una y otra vez al único monstruo que la Familia Zeus y Hera no fueron capaces de derrotar, en cuanto al falna, el poder del espíritu fluye por mi sangre, por lo que puedo hacer lo mismo, mi presencia es debido a mi segunda magia, controlar el tiempo es algo de dioses y habiéndolo hecho tantas veces me acerque mucho a ellos, en cuanto a los [Estados], es solo eso, una actualización, no pienso en nada más, no hay lujuria, no hay emociones, solo es un deber.

Él dio información difícil de procesar, nadie dudo de sus palabras, todos le creyeron al instante, sin embargo, comprender lo que acababa de decir era algo que les tomó tiempo, tiempo que él dejo que pasará, las únicas que no se sorprendieron fueron Lili y Emma, Haruhime estaba durmiendo en su habitación, así que las dos primeras fueron las que se encargaron de servir un poco de té para todos, algo que termino ayudando a los demás a calmarse un poco, a pensar con claridad.

-Dado que veo que todos han llegado a conclusiones, seguiré – él dijo rompiendo el silencio en la sala – entonces, Cassandra, ¿tienes algo que decir?

-Es una pregunta – ella dijo recibiendo un asentimiento par que continuara – ¿Qué eres en realidad?

Su pregunta valió una mirada que la hizo disculparse por parecer maleducada, su cabeza bajo y subió tantas veces pidiendo perdón que él se divirtió y dejo salir una ligera risa que llamo la atención de los demás, él en realidad había esperado ese tipo de pregunta desde hace mucho tiempo, Lili y Emma tuvieron su propia respuesta mientras los demás esperaban una, él solo apoyo su cabeza sobre sus manos, sus ojos cerrados, pensando en cual podía ser la mejor respuesta, no tardó mucho en encontrarla.

-Yo me veo a mí mismo como un villano – él respondió enfriando la sangre de los demás – no consideró mis acciones las mejores, tampoco justas o carentes de segundas intenciones, pero eso es solo como yo me veo, por ejemplo, Cassandra ¿tú que piensas?

Aquel de ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora