Había decidido acompañar a mi Familia dentro del Calabozo porque ya no había mucho más que hacer, el intento de Ares por hacerse con Orario había terminado como todas las veces anteriores que leí en los reportes del Gremio, en una derrota para Rakia, incluso así, estuve una semana sin hacer algo realmente, no, la realidad es que si estuve ocupado y no era por nadie más que la pallum que ya no parecía ser la misma chica insegura de los demás y atenta de ser traicionada.
Después de lo ocurrido con Finn, ella se volvió más cercana y aunque sabía que era lo que le ocurría, no pude simplemente darle lo que quería, el asunto no era que no pudiera, pues dudo ser alguien que sigue las cosas que las personas llaman normales, la cosa es que si estuviera solo no tendría ningún problema, pero no estoy solo y dudo que sea una decisión que deba tomar solo, dejando eso de lado, creo que me acabo de topar con algo que podría llamarse un milagro de los dioses o la maldición del Calabozo.
Una vouivre siendo atacada por monstruos sin razón alguna, antes de que alguien se diera cuenta, todo el lugar pareció romperse como si fuera vidrio dando espacio a que pudiera cambiar de opinión y si era sincero, tome tantos caminos que el dolor de cabeza que tengo es absurdo y tan insoportable que en verdad necesito buscar una manera de no sentir los efectos adversos de mi magia, pero ya sabía que hacer, al menos así lo quería ver, ya sabía quienes estaban cerca y quienes podían terminar siendo una amenaza, ahora, ¿Por qué me siento culpable?
-Será mejor que te cubras con esto – dije tapando a la vouivre con una capa de salamander que tenía guardada por si necesitaba un repuesto.
Así, mientras lo único que quedaba a la vista de los demás era el cabello azul, solté una poción sobre sus heridas abiertas, el hecho de que estuviera llorando, asustada y casi suplicando por ser salvada hizo que no pudiera evitar querer salvarla, estúpido, sí, sin sentido, completamente, algo digno del mayor tonto del mundo, aun así, como el idiota que soy, haré lo que quiera, actuando como quiera, como Bell ya soy visto de manera rara por la gente de Orario, así que siendo él no me importará que me vean todavía más raro si llegan a enterarse de esto, una pena por Eina-san, seguro me va a regañar y a sentirse decepcionada.
-Oye – uno de los aventureros que había visto en los otros "caminos" llamo con un tono amargado.
- ¿Qué quieren? – pregunte fingiendo ser el aventurero al que todos tenían miedo.
-Uh, nada – el líder dijo reconociendo al temible aventurero de ojos rojos que acechaba en todos los pisos del Calabozo.
Ellos simplemente ignoraron cualquier cosa que estuviera haciendo, el hecho de ser temido tenía sus ventajas y ahora teniendo vía libre para moverse como me diera la gana, decidí regresar al piso dieciocho, le había dicho a Haruhime que estuviéramos ayudando por alrededor de quince minutos, así no tendríamos que intentar buscarnos el uno al otro a pesar de que puedo sentir su presencia en este piso sin mucha dificultad así como la de todos los demás, monstruos incluidos, esto de tener los sentidos tan mejorados que incluso en la oscuridad se ve todo como si hubiera sol es demasiado, aunque teniendo en cuenta que ni siquiera recuerdo que nivel tengo no debería sorprenderme.
- ¿Bell-sama? – Haruhime pregunto esperando en la entrada de este piso, he de decir que el piso diecinueve me parece interesante, me recuerdo al bosque elfo en el que me criaron un tiempo.
-Cuando volvamos con los demás les explico – dije mirando de reojo a la vouivre que tenía la capa de salamander – será algo complicado.
-A menos que nos haya ocultado que es un domador, tendrá que explicarlo bien a los demás.
Es cierto, me olvide de su olfato, pensar que sería capaz de distinguir a un monstruo, no, eso no es lo extraño, ya es nivel tres y ha pasado cerca de un mes desde que le di una actualización, la próxima vez que mire seguramente tendrá números altos, tanto ella como Lili, pues ambas tienen crecimiento acelerado y el hecho de que todos los días entrenen solo las harías crecer más rápido, aunque dado el hecho de que no participan mucho, supongo que es una excusa para que los demás puedan alcanzarlas un poco y puesto que soy quien los entrena, deberían estar bien, a pesar de que si ellos quisieran, podrían obtener habilidad como las de ellas.
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Aquel de ojos rojos
FanfictionOjos rojo rubí resplandecieron durante la noche, las puertas cerradas no simbolizan un obstáculo para él, con un salto que considero simple puso en el suelo un objeto que tuvo mucho cuidado por evitar que desapareciera, sonrió con diversión al dejar...