Un fuerte rubor pintó su rostro, sus brazos estaban extendidos hacia los lados, su mirada estaba desviada hacia un lado, sus piernas estaban ligeramente abiertas y ella intento no moverse en lo más mínimo ante la sensación de vergüenza que se encontraba sintiendo, de reojo vio como aquel que en la ciudad era conocido por sus ojos rojos midió cada parte de su cuerpo mientras hacia dibujos especificando tanto como le fuera posible cada medida, sus ojos se cerraron cuando sintió la respiración del chico tocar su piel.
-Bell-sama – ella murmuró con dificultad, el chico todavía concentrado.
-Prometo no tardar mucho más – él respondió terminando de anotar algunas cosas – ten.
Envolviendo con rapidez una sabana alrededor de su desnudo cuerpo, él tomó el libro donde hizo los apuntes y salió, cuando Haruhime quedó sola sus piernas dejaron de funcionar y ella quedo agachada preguntándose porque se avergonzó en primer lugar, se suponía que ya había sido vista, que no tenía un motivo real por el cual sentirse avergonzada y, aun así, ahí estaba sin poder moverse con su rostro tan caliente que llego a pensar que en cualquier momento comenzaría a echar humo.
-Uhhh – ella no estaba siendo consciente de que se encontraba haciendo ruidos extraños – hoy no tendré su apoyo.
Sus orejas entonces se movieron mientras captaba movimiento detrás suyo, pensó que podría tratarse del chico, pero no fue el caso, con ligera decepción en sus ojos ella miro a la pequeña pallum que se encontraba halando su kimono con tal de atraer su atención, cuando las castaña se percato de la mirada dio una sonrisa, se puso erguida y con un ligero tosido en su puño derecho, se presentó.
-Soy Liliruca Arde – la chica se presentó provocando que las orejas de Haruhime se movieran ligeramente – soy una asistente y por casualidad escuche que aventurera-san podría necesitar de un asistente.
Ella al final no supo en que momento accedió, pero tenía una asistente acompañándola, a pesar del hecho de que no estaba segura en un principio de que aceptar hubiera sido lo correcto, resulto de la ayuda que recibió fue diferente a la que tenía con el chico, si bien tenía que estar atenta a todo ahora dado el hecho de que no sabía si la pallum reaccionaría a tiempo, sus cortes fueron rápidos, precisos, algunos innecesarios, pero dado el hecho de que seguía siendo inexperta blandiendo su katana, incluso así, Liliruca no pudo evitar sorprenderse de la manera en que Haruhime peleaba, en su mente pensó que estaba viendo a una segunda clase.
-Ganamos mucho más de lo que hice ayer – los ojos de la renart brillaron junto con las monedas.
-Es impresionante, Haruhime-sama – Liliruca dijo con una gran sonrisa antes de ponerse un poco seria – en cuanto a como lo dividiremos...
-Ten – Haruhime interrumpió entregando la mitad, su sonrisa y ojos iluminando su rostro – Bell-sama me felicitará, nos vemos mañana, Liliruca-sama.
Y sin permitir que la pallum hablará, ella corrió como un verdadero zorro, saltando alguna que otra vez con alegría genuina, como resultado de esto no noto la mirada peligrosa de la castaña, la cual suspiro con aparente cansancio, ante tal inocencia ella no pudo evitar sentirse mal, su mirada permaneció clavada sobre aquella katana negra que parecía brillar cuando Haruhime la blandía. Hubo algo de lo que la astuta asistente no se percato y fueron los dos ojos rojos que estaban entrecerrados, examinándola como ser, estos casi parecieron escrutar su alma, pero ante la falta de esa habilidad, la persona solo desapareció en completo silencio.
-Felicidades – él dijo mientras acariciaba su cabeza con suavidad – Liliruca ¿no?
-Sí, un pallum de nivel uno, es bastante respetuosa.
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Aquel de ojos rojos
FanfictionOjos rojo rubí resplandecieron durante la noche, las puertas cerradas no simbolizan un obstáculo para él, con un salto que considero simple puso en el suelo un objeto que tuvo mucho cuidado por evitar que desapareciera, sonrió con diversión al dejar...