Capítulo 18

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No sabía qué vestido ponerme.

Después de callar a mi madre que se encontraba discutiendo con mi papá les pedí amablemente que se callaran y fuéramos a comer porque me moría de hambre de ahí me subí a mi habitación para buscar el vestido ganador, pero tenía muchos ganadores y solo ocupaba uno y no sabía cuál.

Me di por rendida y fui a buscar a la gran Julie para ver si se encontraba de humor para que me hiciera el favor de ayudarme a elegir uno.

—¿Estás ocupada? — La puerta del despacho está abierta, pero decido tocar de todas formas para que Julie no se enoje.

—Un poco ¿necesitas algo? — Deja los papeles que tiene en las manos sobre el escritorio para mirarme.

—Sé que no te gusta hablar conmigo de cosas como estas, pero eres mi mamá — veo como se tensa y trata de disimular, pero aun así continuo — y quería saber ¿Qué vestido usarías para una cena?

Listo, lo solté que dios me ayude y que el diablo me reciba en el infierno por pecadora, amén.

—¿Qué tipo de cena? — levanta una ceja

—No sabía que existían los tipos de cena — digo pensativa y en voz baja

—Puede ser una de amigos, novios, negocios, familiar entre otras ¿Cómo es la tuya?

—Creo que... —pienso un segundo mi respuesta —amigos, si amigos.

—Bueno, si van tus amigos puedes usar uno de los que siempre usas ¿no?

—Me invitó Weylin a cenar, Julie. — digo rendida sentándome en un sillón individual delante de ella.

—A ver — dice levantándose de la silla giratoria — veamos que tienes.

¡SI, MI MAMA POR PRIMERA VEZ ME AYUDARÁ A ELEGIR ALGO!

—Gracias mami — le digo rodeándola con mis brazos en su cintura mientras caminamos fuera del despacho.

—Mhu — dice soltando mis manos de su cintura.

Cuando por fin llegamos a mi recamara mi Julie recarga su cuerpo en mi escritorio mientras yo entraba a mi closet y sacaba los vestidos ganadores

—¿Por qué no corres las cortinas para que entre luz? — veo que las jala al lado izquierdo de la ventana para que entre la luz y siento que mis ojos se queman.

Exagerada

—Porque luego se me olvida correrlas de vuelta y al despertar me cala el sol — digo con obviedad.

—Esos son los vestidos — dice señalando mi cama con su perfecta uña pintada de rojo.

—Aja.

—A ese tal Weylin le gustas ¿sabías? — voltea a mirarme sin ninguna expresión en la cara.

—Y eso que

Se vuelve a voltear para analizar los vestidos, toma uno largo color tinto de seda y me lo muestra, tiene una abertura al lado derecho que llega hasta la mitad del muslo.

—¿Tienes algunos tacones color nude? — Asiento — entonces este vestido con esos tacones y un bolso del mismo color de los tacones.

—Gracias.

—De nada. — camina hacia la puerta para irse, pero la detengo

—¿Estarías de acuerdo si el me pide que tenga una relación con él?

—Claro, al fin de cuentas es tu vida y por cierto como regalo adelantado de cumpleaños estoy diseñando un elevador para tu casa, con permiso.

No sé si sentirme feliz o decepcionada por su respuesta por otra parte me alegra que ella gaste para diseñar un elevador me ahorraría bastante tiempo la verdad, en fin. Escucho sonar mi celular, pero no sé dónde está hasta que lo encuentro en el suelo, si eso es lo que pasa cuando una mujer entra en crisis por no saber qué ponerse para una cena.

Violet  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora