Violet (+18)

Capítulo 31

Violet

Escuchaba muy lejos de mí que tocaban una puerta, pero estaba tan cómoda que me daba pereza abrir los ojos y ver si la puerta que tocaban era la mía.

Los toques fueron más constantes, enojada me removí en la cama pataleando hasta que escuche un quejido masculino a mi lado.

—Auch, auch, auuuch —gire a ver como que doblaba el pobre de Zander en la cama.

—¿Qué pasó? —preguntó alarmada.

—Sin vergüenza, descarada —dice en un hilo de voz, ve mi cara de confusión así que continua hablando — me diste un rodillazo, ahora nunca sabrás lo que es tener perfectos genes con tus hijos.

—Lo siento —tomo su cara con mis manos y dejo un beso en su frente — y sobre lo otro, puedo claramente buscar a otro para mis hijos.

—Tu te pierdes lo que provocas —dice sentándose y recargándose sobre la cabecera de la cama. —Ahora ven, dame un abrazo y baja a darme un beso.

Me acerco a él, lo rodeo con mi brazo su torso y recargo mi cabeza en su pecho por instinto el me para su brazo para acercarme más a él.

—No haré lo tercero. —digo con burla.

—Sii —dice caprichoso — me duele y fue tu culpa.

Por nuestra pequeña discusión nos olvidamos que los toques en la puerta y continuamos peleando, justo cuando baje a dale un beso en la pierna — porque claramente no se lo daría en su miembro herido— alguien entro a la habitacion y Zander me tapo con las sábanas y puso su mano en mi cabeza.

—¿Qué hacen? —esa era la voz de Harvey

—Nada y ¿ustedes? —contestó apresuradamente Zander.

Iba a levantar mi cabeza para saludarlos, pero Zander me lo impidió cerrando su puño en mi cabello.

—Te... te está... —Esa era la voz incrédula de Sorin.

—¿Por qué interrumpen? —respondió Zander.

Volví a intentar levantarme porque sabía lo que les cruzaba por la mente y no era verdad, así que como no me dejó levantarme le mordí la pierna.

—Maldita, no me muerdas —se quejó y me soltó y por fin pude sacar mi cabeza para ver a mis amigos pasmados con la escena.

—No estaba haciendo nada —aclaro cubriendome con la almohada —por si pensaban lo contrario.

—Como sea su vida sexual no nos interesa —dice Gianna —¿Cómo te sientes Azul?

—Mejor, gracias por venir.

—Los esperamos abajo —ahora habla Dayana jalando a su hermano y a Sorin fuera de la habitación.

—Los vemos en unos segundos —contesta Zander.

                                                                ⨇

Hoy era domingo, un frío y maravilloso domingo.

El día de hoy conocería a las hijas de William y estaba algo nerviosa por ello. No sabia como la mayor reaccionaria al verme, sobre lo de compartir habitación con su padre quedó cancelada ya que tenia una habitacion mas la cual era su oficina de trabajo pero la acoplo para sus hijas.

Ellas llegaron al medio día al departamento y fue muy emotivo ver a William cuidar de sus hijas desde que ellas llegaron no se despegó de ninguna y las dos tenían su total atención.

Yo, por otro lado solo me quedé unas dos horas con ellas para conocerlas, quise darles su espacio con su padre así que cuando el rascacielos —osea Sorin —me llamó para una tarde de películas acepté de inmediato.