Capítulo 19

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                                                                                         1/2

Lo primero que vi fue la hermosa terraza que tenía en su departamento se veían las luces de los edificios que se encontraban cerca de este y era maravillosa y en medio de ella se encontraba una mesa con un mantel blanco, un ramo de rosas blancas en un florero, pequeñas velas blancas y pétalos de rosas rojas por toda la mesa, fresas, dos copas con champagne y tres platos con sushi con sus respectivos palillos.

—¿Te gustó? —pregunta él con una sonrisa nerviosa.

—Todo es increíble ¿lo hiciste solo? —niega y toma mi mano para caminar hacia la terraza.

Retira la silla de su lugar para poder sentarme y él se sienta frente a mi mientras me ve bebo de mi copa.

—Tengo que decir que necesite un poco de ayuda para ordenar la comida y las bebidas —dice antes de beber también de su copa.

—Les quedó maravilloso y la vista es increíble. —asiente a lo que digo y vuelve a hablar

—Bien, ahora debemos comer porque muero de hambre.

Empezamos a comer mientras comentamos cosas sobre la universidad, pronto tendrán un enfrentamiento de fútbol americano con una universidad cercana y su entrenador les quita más tiempo de lo normal y así vamos conversando de anécdotas que recordamos de cuando éramos niños.

—¿Quieres ver una película? —pregunta mientras se va levantando de la mesa.

—Sip —le respondo tomando su plato para ponerlo encima del mío

—Tu escoges mientras yo recojo esto —gira su dedo alrededor de la mesa

—De eso nada, yo te ayudo a levantar esto — cuando veo que va a protestar le interrumpo —más rápido veremos la película.

Mientras yo lavaba los platos y las copas el los secaba y los acomodaba en su lugar correspondiente hasta que todo quedo limpio.

—Veremos Love, Rosie. —digo cuando se sienta a mi lado en el sofá frente a la tele

—No tengo Kleenex — dice mientras le da play a la película

—No los necesito —me mira —tengo tu camisa y la manta para limpiarme las lágrimas. —digo sonriendo.

—Mejor iré por papel de baño.

—¡Oye! — me indigno.

—Es mentira, ahora a ver la película.

Media hora después me encontraba con mi cabeza en las piernas de Weylin y él jugando con las hebras de mi cabello mientras nuestras manos derechas estaban entrelazadas.

Habían pasado tres minutos desde que la película se había terminado y estábamos en la misma posición hasta que rompió el silencio.

—¿Te quieres quedar conmigo? — dice mientras quita el mechón de cabello que tapa mi mejilla.

—No tengo otra ropa —digo mientras me giro para quedar boca arriba y verlo a los ojos.

—Te presto una camisa y un bóxer ¿Que dices? — mueve las cejas de arriba a abajo.

—De acuerdo. —sonrió sentándome en el sofá quitándome la manta.

—Pero dormiremos juntos —dice mientras rasca su nuca y hace una mueca con la boca — ¿te molesta? —niego para luego responder.

—No, está bien.

—Bien.

Después de que me diera una de sus camisas y un bóxer me dirige al baño mientras el acomoda la cama, su habitación no tiene mucho solo una cama, unos ventanales que dan vista a los edificios de la ciudad, tras de su cama tiene unas tiras led de color azul que iluminan toda la habitación y sus sabanas son grises.

Violet  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora