En ambiente

425 41 18
                                    

—Oye. ¿Quieres ir a hacer deporte conmigo? —preguntó de la nada, —¿Gimnasio quizás?¿ Boxeo?—daba opciones al aire, esa siempre fue su primer opción, porque aunque luchó por ser delicado, en esta ocasión, al estar completamente sobrio, pese a cuidar el encuentro, le preocupó la posibilidad de haberle podido fracturar la cadera a Sasuke por el impacto..  el menor recordó vagamente si podría, hasta donde recordaba no había presentado lesión en la columna, aunque claro, Naruto tenía un reporte de sus heridas, y dijo que no había problema.. Quizás sería bueno. Era eso u otra ronda, y no. No podría con otra ronda.

—Excelente. Tengo un poco de ropa mía que podría.

—no planeo usar nada naranja. Olvídalo. —le cortó Sasuke de pronto, a lo que este rodó los ojos, pero aun así, estaba alegre.

—muy bien. Vamos a comprar un poco de ropa.

—primero tengo que cambiarme.

—oh. Puedo limpiarte.

—no vas a tocarme. —le dijo el menor, con mirada acusatoria. —me baño solo.

—lo siento. Está bien, yo por otro lado. Si quiero ir oliendo a ti Sasuke. —gritó cuando el menor se encerró en el baño, para darse una ducha y quitarse el semen de su interior.

Naruto acompañó a Sasuke, a una tienda de artículos deportivos. Una parte de él,  quería que Sasuke mostrara su bello cuerpo, la otra, cubrirlo. El mejor que nadie sabía como se sabroseaban a la gente del gimnasio, y solo el podría degustar a su Sasuke. Un conjunto deportivo con tonos oscuros, de todas maneras se veía bastante bien.

—Debería ir a lavar la ropa. —comentó el menor, en cuanto recibió la mercancía.

—Vamos al gimnasio. Se va a ensuciar. Vamos señor pulcritud, solo es una vez, y tengo energía de sobra. Y te juro que si vamos a casa a que llaves esa prenda o alguna tintorería te lo voy a hacer una cuarta vez  y no me voy a poder contener.

Sasuke se puso rojo. Ese maldito lo dijo enfrente de la cajera, que solo sonrió.

—¿Usted podría contenerse con semejante hombre? —preguntó Naruto, avergonzándolo aún más.

—no, en definitiva no. —respindió divertida guardando las cosas.  Sasuke con un tic en el ojo, una desventaja de tener un novio tan idiota. Pero esa amenaza era real. Así que recibió la bolsa de artículos deportivos y subieron al auto.  Naruto manejo, como quien ya conoce el camino, haciendo comentarios a su pareja de lo feliz que estaría de poder  realizar una actividad juntos.  El gimnasio, sin duda. Era tal cual las películas los descibirían, un lugar donde claramente iría a ejercitarse  alguien con buen poder económico adquisitivo, de eso no había la menor duda.  No obstante, el entrenador de ese lugar se veía alegre. Sasuke lo miró, como quien veía a un loco. Le recordaba a uno de los locos que había ido a ver a Naruto  la ocasión anterior,  con aquel cabello ochentero en forma de hongo.

—Vaya. Han venido.  ¿Quién es tu amigo Naruto?

—Es mi novio. —dijo Naruto, a Sasuke el sufijo  lo incomodo. Sin embargo algo el hombre fue indiferente. —Se llama Sasuke Uchiha.

—¡oh, excelente!. Puedo entrenarlos. Y será una maravilla, tienes suerte Sasuke. Tengo que ponerte en forma. Vamos a sacar provecho a ese joven cuerpo . ¡¿Tienes ropa?! ¡Si no!, ¡no importa!. Después de todo llegó mi nueva colección de mallas ergodinamicas para el deporte. —el hombre presentó un traje entallado color verde rana. Que Sasuke, si duda se horrorizó, había usado ropa extravagante como puta, y aun así. Eso  era algo que no usaría.

—oh Sasuke, mira. De haber haber sabido. Esa ropa es buenísima. Yo la usé,  es lo mejor. De verás

—Gracias pero no... —Sasuke negó educadamente.—bueno, ya sabes. La ropa ajustada no es lo mío.

Alcohol, cocaína y otras adicciones (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora