Descubriendo la verdad

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Sería tonto decir que Boruto siempre ha visto a su papá como un extraño. Lo amaba, pero a veces no le gustaba la manera en como se desenvolvía con su madre. Como si todo estuviese extraño, y preparado para alguien más. Cualquiera veía que su vida era perfecta, pero siempre lo sentía como una farsa. Sus compañeros siempre le elogiaban, su padre no tomaba. Trabajaba todo el tiempo, ayudaba a su madre en el hogar, realizaba actividades, era amable.

Demasiado amable.

¿Por qué no lo sentía genuino?

En su tiempo, escuchó anécdotas de su padre de la guerra, que jamás quería contar. No cualquiera tenía un padre tan joven con ese rango. Y Naruto siempre fue demasiado protector. Boruto era brillante, no aprendía nada en la escuela. Muchas veces insisitó en dejarla, incluso en los mejores institutos, la gente estaba retrasada para él. Y no era por egocéntrico, es porque solo no le llamaba.

Quería aventura.

Y su padre, le ofrecía una vida aburrida. Investigando en las redes, se encontró que su padre tuvo una pareja masculina. Al verlo, quedó demasiado impactado, porque se parecía demasiado a Sarada,  y vaya que ambos eran bonitos. Cabello negro.

—¿Mi papa era gay?

Boruto sacudió la cabeza. ¿Qué no era alreves? Los gays tenían a salir del closet, no a meterse. Su papa era un Ricky Martín o algo similar? ¿Su mamá sabía de eso? Por su puesto que sabría, y se lo perdonaría, porque su madre siempre le perdonaba todo. Boruto era feminista, hasta cierto punto. Se la pasaba a hablando de amor propio para que su madre se diese cuenta e hiciese algo más que salir de casa. Hinata tenía que salir de su cuenta, ellos podían hacer más que solo un trabajo fijo o lavar platos. Ese día, su padre llamó, seguro que llegaría tarde como siempre. Por algún pretexto bobo y los plantaría como siempre.

Lo entendería si su trabajo fuese algo más, policía, bombero, pero ¿en serio? ¿oficinista? ¿Ni si quiera ese tiempo les prestaba?  Ya escuchaba a su madre ser igual de comprensiva que siempre, a Himawari ponerse triste porque querría comer el postre que ella preparó con su papa y él, consolando a ambas a su manera.

Menuda porquería. Se levantó y se acercó para hacer su habitual acto de aparición, pero en esta ocasión, la actitud de su madre fue muy diferente de lo de siempre. No sonaba comprensiva, era más bien, cansada. ¿Qué le hizo abrir los ojos a su madre?

— Ya ha pasado más de una década. —fue lo que ella dijo.

—¿Más de una década? —Boruto se pegó a la padre, intentando escuchar. —¿Esa obsesión?

Boruto estaba que no lo creía. ¿Qué sería capaz de hacer que su padre se obsesionase?  No hubo más, Hinata colgó el telefono, y Boruto fingió que no había escuchado. Esta vez, su madre estaba dispersa, y sabiendo que no quería enfrentar la preguntas de su hijo mayor, decidió llevar a su hija al parque, pero Boruto no quería satisfecho. Así que le preguntaría a su tía qué pasaba con su padre. Pensó en Karin, pero la mujer claramente lo odiaba, no colaboraría, pero su tía favorita. Hanabi, seguro que le diría cual era la obsesión de su padre.

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Kakashi nunca creyó que todo se resolvería, para resolver algo tienes que estar desde cero. Tenía mucha desconfianza pero cómo. SI Sasuke intentó amenazarlo con Obito, y el hombre ni siquiera lo conoce. Obito no sabía nada de su familia, se supone, al igual que Sasuke, Obito creció en la ciudad en una casa de acogida, se metió de policía para conocer a los pequeños y lo único que tenía en común con Madara era el apellido, pero nunca, ni por asomo sabía quien era Sasuke. Fue extraño cuando le rogó a Obito que se hiciese pasar por familiar de Madara  Uchiha, un preso que compartía apellido, y que aceptara ver a Naruto.

Alcohol, cocaína y otras adicciones (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora