Manten todo en orden

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Shikamaru no estaba en casa con su esposa, donde a pesar de todo, tenía que encontrarse. Apenas y podía con la oficina, así que para lo personal requirió la ayuda de Gaara para investigar sobre quien estaba acosando al Uchiha, que claramente era alguien que no conocía bien a a Naruto. Porque no tenían la idea de lo tenso que le pondrían, no le extrañó que las huellas digitales no estuviesen en el sistema.

El excremento era de perro, lo supieron por ciertos parásitos. La orina, bueno. Esa si era humana. Las jeringas, eran jeringas usadas, con mutivitaminicos. Y la cocaína, no era otra cosa que leche en polvo. Lo cual lo puso a pensar cuidadosamente, alguien de sus empleados que tuviese perro. Honestamente, la caja era de pastelería, la persona que le había enviado eso, tenía en relación una pastelería o algo para tener acceso a esas clásicas cajas blancas.

Realmente sabía quien era la persona responsable.

Menuda metida de pata. ¿Cómo alguien así era tan pendejo como para hacer enojar a Naruto? Entre su esposa, su hijo, y ahora el idioma de su mejor amigo que le dejó la empresa se quedaría calvo, nadie lo notaba pero sus entradas se estaban haciendo más grandes que la frentesota de Sakura.

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Como siempre, Ino Yamanaka abandonaría vilmente a su mejor amiga y se iría con Sai, es muy divertido, tomando en cuenta que ella le dio discurso de moralidad y lealtad cuando ella estaba detrás de Sasuke, pero ahora cada vez que salían, la abandonaba vilmente, y el hombre no era millonario, o un buen pretendiente. Era un artista cualquiera, incluso su exconvicto del cual se encontraba profundamente enamorada poseía un cargo más relevante que el que Sai tenía dentro de la empresa. Y ahora, aquella médico simplemente subía y la abandonaba. Por suerte, su desamor la hizo hacerse intima de Hinata.

Cosa que no le agradaba tanto, la mujer era una santurrona. No siempre podría embriagarse a gusto, Temari no podría, así que lo único que podía hacer era hartarse de pastelitos con Hinata, porque claro, ni siquiera eso podría hacer.

-No puedo ni hacer una pócima de amor porque mi comida apesta. -farfulló, dandole un bocado en ore al pastelitos de chocolate.

-no digas eso Sakura. -ella le consoló, decorando con una manga pastelera.

-ellos no nos valoran, menos a ti. Mírate. Eres bonita, sabes cocinar, eres dulce, y ni siquiera sales de fiesta. Apuesto a que eres virgen.

Hinata se puso roja y Sakura abrió la boca.

-¡NO! ¡Es enserio?!

-No quiero estar con cualquier persona que no ame.

-¡ah! !Eres perfecta! -chilló ella. -Debiste metértele a Naruto, seguro que lo habrías ligado. -Hinata sonrió nerviosa.

-Venga, que tu también eres bastante buena Sakura.

-Quizás deba decirle a Sasuke que estoy dispuesta a embriagarme con él... ahora lo necesito. Y eso no tiene licor.

-Tiene licor 43. -Sakura hizo un puchero,

-por favor. Tiene dos militros de licor y me estoy arriesgando. -ella trató de imitar al calvo del precio de la historia, con una mueca rara, y Hinata estalló en carcajadas. -Gracias por venir a ayudarme.

-Me estoy comiendo todo lo qué haces. Soy una pésima médico, un terrible ejemplo para la salud. Soy una alcoholica, flaca, pésima cocinera y tabla.

-¿Qué tiene que ver eso?

-No lo sé, estoy deprimida. Déjame y hazme más pastelitos. -chilló, -son mi único consuelo.

-Le enseñé a Sasuke a cocinar.

-Oh excelente, otra cosa en la que el me va a superar. En la que tu me superas, en la que todo mundo me supera.

Alcohol, cocaína y otras adicciones (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora