Alcohol, cocaína y otras adicciones (NaruSasu)

jardín

Sasuke está consciente, pero casi es intermitente. No tenía manera de saber que día era, al inicio le tenían con luz blanca todo el tiempo, ahora. Se dieron por satisfechos por siempre tenerlas apagadas, el ambiente es un poco agradable, la temperatura del lugar era ideal, eso había conseguido él, por portarse bien, cuando ellos estaban de malas, bajaban la temperatura para hacerlo tiritar. Estaba atado de las muñecas con correas suaves.

Sus recompensas habían sido cambiar las esposas, una temperatura ideal. Y ya no tenia esa horrible sonda en la nariz. Muy amablemente le pusieron un cateter en el brazo, así lo nutrian ocasionalmente. No sabía cuantos días habían pasado, no se había acostumbrado al dolor, no lo dejaban. Algunos medicamentos iban encaminados a ocasionarle más, incluso. A veces discutían las cosas banales enfrente de él, como si fuese un objeto de decoración más, alguien que sabe que jamás iba a salir de ahí. ¿y cómo? No podía escapar, jamás sin ayuda, no podía sostenerse por su cuenta, sus brazos inutilizados estaban demasiado débiles, el cuerpo le pesaba y solo esperaba que algún momento no fuesen tan cuidadosos y lo mataran.

-oh, mierda.-uno de ellos se queja mientras sacude a Sasuke que está suspendido en el techo. - Mi maldita esposa, me hizo una escena.

-¿Por qué?

-Una nalgada.-dice, como si fuese lo más normal, mira a hombre que esta colgando y procede a retorcer uno de sus pezones, mostrando la fuerza, un pequeño sonido, apenas audible.

-Viejo, así son las mujeres, quieren trato rudo pero apenas les haces algo y te denuncian por acoso o violencia. Pff.

-Quisiera ahogarla con mi polla, pero no se deja. -se quejó mientras giró a Sasuke hasta dejarlo contra su pene. -tendré que conformarme contigo.

-¿En serio?

-¿Qué? -encogió los hombros ante lo obvio- Sigue siendo bonito y gratis. Y tampoco me va a denunciar igual que las putas del centro ¿verdad? Abre la boca.... Mmm. Sigue estando calientita y húmeda. -Sasuke se atraganta, solo abre la boca y deja que lo usen, le aprietan el cuello, intenta controlarse, no moverse para que no se den cuenta que se esta quedando sin aire y lo maten de una vez, que le rompan el cuello. Algo. Pero conocen sus intentos, antes de que se desmaye siquiera salen de su boca y lo abofetean. Inhaló cansando, con los ojos llorosos. Le toman con demasiada facilidad del cuello y lo penetran.-Sigues siendo una ricura.... Mmm.-aprieta su hombro y lo hace contraerse, aprieta los ojos, le duele la pentración dura, la manera en como lo retuerce.

-No le hagas tanto daño. -regañó su compañero.

-¿o qué? -continua con su trabajo, el cuerpo esta colgando en el aire. -Ya no nos sirve como tal, una sobredosis.

-Pues sí, pero. Tienen que darnos la orden.

-La ultima vez casi le dio un paro por el dolor. -se quejó.

-solo es una verga, esta mascota ama las vergas.-responde ante lo obvio y no se detiene Entonces hay que divertirse con esta mascota. ¿Eres una buena perrita? ¿Verdad?

Sus recompensas habían sido cambiar las esposas, una temperatura ideal. Y ya no tenia esa horrible sonda en la nariz. Muy amablemente le pusieron un cateter en el brazo, así lo nutrian ocasionalmente. Para que no muriera, pero lo suficiente para que no tuviese que realizar ninguna necesidad. Un balance ideal, y para eso no debía moverse, así estaba atado. A veces lo suspendían, dejándolo colgando si había hecho algo mal. Y una que otra descarga controlado.

¿Que podía hacer mal cuando estaba así? Inmóvil, atado. Preso ante lo que quisiesen hacer con él

No contestar cuando se le llamaba.

Contestar cuando alguien, de manera muy macabra, lo llamaba por su nombre. Pero él siempre respondía cuando lo llamaban.

- Mascota. Pst. Pst... buen mascota.