Habían pasado varios meses, y la vorágine de trabajos había vuelto a atrapar a Xiang. Pero, a pesar de todo, estaba contento: su carrera parecía estar por fin despegando. Le habían gustado mucho los guiones que le habían ofrecido, a pesar de las advertencias de su representante, que le había dicho que los papeles eran muy difíciles y podían ser una piedra en su carrera, en vez de un progreso.
Xiang estaba seguro de que en la agencia no querían que dejara de ser un idol: los idols generaban mucho dinero, pero solían ser estrellas fugaces: cuando ya no cumplían con los estándares de juventud y belleza que les gustaban a los fandoms, eran sustituídos por otros más jóvenes.
Xiang había sido un idol en sus primeros años, y no renegaba de esa etapa. Pero el tiempo pasaba, y atrás de él venían muchos chicos nuevos, con sus mismas ambiciones y deseos de triunfar. Debía avanzar.
***
El drama de época era una bella historia de amor en un contexto de guerra por el poder, y le gustó mucho el elenco: todos eran actores veteranos, y él pudo lucirse con su actuación, que tenía bastantes desafíos físicos y un muy buen guión.
Lee había quedado intrigado con el nombre de Sienna: estaba seguro de que lo había oído antes. Un día, mientras esperaba a Xiang, se puso a buscar ese nombre con su teléfono, y descubrió que años antes, una cantante de nombre Sienna había participado en un reality que buscaba nuevos talentos.
Por fin pudo recordarla: la chica era una excelente cantante, pero había sido eliminada del certamen. La gente se había quejado porque la ganadora no era tan buena, y en medio de esa guerra que se había iniciado en las redes, surgió el rumor de que Sienna había tenido un romance con uno de los instructores del programa. El escándalo fue mayúsculo, y a partir de ese momento le habían llovido las críticas, porque el instructor era casado. Después de eso, la chica había desaparecido: cerró sus cuentas y nunca más se supo de ella.
Lee juntó toda esa información, mas algunas fotos de la cantante, y en un momento en que estuvieron solos, le mostró todo a Xiang. El chico leyó, silencioso, la información. Cuando terminó, miró a Lee con los ojos húmedos:
—Es ella...
A Sienna le gustaba mucho cantar. Había estudiado en Estados Unidos desde chica, y había viajado a China por unos meses para conocer la tierra de sus padres. Allí se hizo amiga de otra chica, que la escuchó cantar una noche en un karaoke, y la animó a presentarse en la televisión.
Sienna no conocía mucho las costumbres chinas. Se inscribió en un certamen y pasó prueba tras prueba, hasta llegar al programa de televisión. Cuando quiso acordar tenía multitud de seguidores y también muchos haters, que como querían que ganara otra de sus preferidas, la atacaban con todo lo que podían. La chica los ignoró al principio, pero eso no era lo que se esperaba de ella: su silencio alimentó el odio, y al final perdió frente a una competidora con menos aptitudes porque no obtuvo suficientes votos del público.
Durante el certamen había conocido a uno de los instructores, un hombre casado, que trató de iniciar un romance con ella. Sienna lo rechazó, y él en venganza esparció rumores de hostigamiento por parte de la chica. A pesar de que intentó explicar que era inocente, nadie le creyó y las redes explotaron en su contra. Hastiada de todo, Sienna cerró todas sus cuentas y regresó a los Estados Unidos. Juró no volver a pisar China.
Xiang jamás la había escuchado cantar, y sospechaba que la herida que tenía era tan grande, que ya ni lo hacía. Perdió todas las esperanzas de volver a verla:
—¡Ay, Lee…! ¡Ahora sí estoy seguro de que se terminó todo…!
—Lo siento mucho, Xiang —musitó el custodio—. Me da pena haber sido yo el que descubrió esto. Pero hay algo más que tú no sabes…
—¿Qué es?
—Sienna tiene un club de fans aún activo en redes. A pesar de que ella nunca más apareció, el club cada tanto comparte sus canciones. ¿Quieres oírlas?
—Si, claro… —Xiang sabía que se iba a poner triste, pero quería oírla cantar. Tomó su laptop y buscó el club de fans.
Ahí estaba ella: sus fotos, con una gran sonrisa y un aspecto juvenil, lo hicieron emocionar. Cuando abrió uno de los vídeos, la escuchó: Sera maravillosa. Tenía una voz estupenda, con la cual podía haber llegado muy lejos. Pero los programas de idols eran lugares que no se movían en esos términos: los que ganaban no eran los mejores, sino los más populares. Pero eso ella no lo sabía. Había caído en un mundo que no conocía, y salió de allí con una profunda herida.
Xiang decidió hacerse una cuenta anónima y pedir su acceso al club de fans. Cuando lo aceptaron, hizo un posteo diciendo que era un gran admirador de Sienna, y le empezaron a llegar respuestas.
Conversando con los admiradores de la chica, se enteró de su versión acerca de la relación entre Sienna y el instructor. Todos creían que el hombre había mentido, pero al ser un personaje influyente de los medios, y ante el silencio de la chica, se había creído su versión.
Xiang anotó el nombre del instructor, decidido a investigarlo, y se comunicó con su abogado:
—Te llamo porque necesito hacer unas averiguaciones acerca de una persona. Ustedes tienen investigadores, ¿verdad?
—Sí, claro. ¿A quien necesitas investigar?
—A Chris Wen.
—Chris... Wen... —anotó el hombre—. ¿Necesitas saber algo en especial acerca de este hombre?
—Sí. Fue instructor de un programa musical hace unos cuatro años. En ese momento acusó a una de las participantes de tener una relación con él. Quisiera que investiguen sobre eso y sobre la conducta de ese hombre.
—Muy bien, Xiang. No te preocupes, cuando tenga datos te los haré llegar.
—Gracias, los espero.
Xiang debía tener paciencia hasta que se recabara la información. Estaba dispuesto a limpiar el buen nombre de Sienna, aunque no la volviera a ver nunca más. No podía tolerar que ella hubiera sido objeto de semejante injusticia. Unos días después, le llegó un paquete a su apartamento. Era un informe muy completo acerca de Wen. Era una persona intachable: no tenía escándalos, estaba casado y tenía un hijo pequeño, y era un excelente esposo y padre.
Había bastante documentación del escándalo con Sienna: al parecer ella lo había buscado para tener un romance y él la había rechazado. El rumor se había esparcido y cuando le preguntaron, él declaró que era verdad, pero no había hablado antes porque no quería ensuciar a su familia. Luego de eso, la chica desapareció, y todos la culparon a ella. Wen salió fortalecido, como un hombre de familia y de moral intachable.
Xiang no podía creer lo que leía.
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Obsesión en francés
RomanceSi eres un chico joven, tener una aventura con una mujer mayor puede resultar una experiencia interesante. Salvo que la mujer se obsesione contigo. Historia de mi autoría. Prohibido traducir, adaptar o resubir.