Capítulo 27-Temores

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Marielle no se atrevió a acercarse a Xiang de nuevo, y él no volvió a usar su ropa. La mujer no pudo protestar: el contenido del video en el que acosaba al chico era más que suficiente para arruinar su carrera. 

Se reprochó haber sido tan osada y poco precavida. Nunca se le ocurrió pensar que Xiang iba a tenderle una trampa. Pero se le ocurrió algo para retomar el control de la situación:

«Necesito averiguar quién es su nueva pareja», pensó. «Su relación debe ser secreta». 

Marielle había viajado con su chofer, qué hacía las veces de su asistente. El hombre ya conocía a Xiang de Estados Unidos, y le pareció mal que ella siguiera tan obsesionada con ese chico; pero obedeció su orden.

Era inútil seguir a Xiang: el chico estaba a la vista de todo el mundo, pero se fijó en su equipo de gente. El asistente, el chofer y dos de sus guardaespaldas eran siempre los mismos, pero había otros dos que a veces estaban con él y a veces no. Ese detalle llamó su atención y se dispuso a seguirlos. Así fue como logró encontrar la casa de los padres de Xiang.

                         ***

El día había amanecido soleado. Sienna se despertó y se estiró en la cama, con pereza. Xiang no estaba con ella: había viajado para filmar la novela, y en la casa estaban Li y Yu, encargados de cuidarla.

Después de desayunar, la chica se fue al jardín. A la madre de Xiang le gustaba cultivar flores, y tenía unos cuántos arboles frutales. El ambiente era muy pacífico, solo interrumpido por el canto de los pájaros.

A la chica le pareció sentir un zumbido, como si fuera un abejorro, pero se sentía cada vez más fuerte, hasta que de pronto oyó un grito:

—¡Señorita Sienna! ¡Métase a la casa! ¡Corra!

El zumbido se había hecho más fuerte y ella, sin entender nada, corrió a refugiarse. Yu miraba hacia el cielo:

—¡Es un dron! —exclamó. Cuando Siena desapareció de la vista, el aparato se fue tan rápido como había venido. El custodio corrió hacia los portones de entrada, pero no pudo ver a nadie.

—¡Maldición! Lao Chen va a matarme… —se lamentó.

Unas horas después, el chofer de Marielle le entregó un sobre:

—Aquí están las fotos de la chica. Está en una casa que pertenece a los padres de Xiang, custodiada por uno de sus guardaespaldas. Probablemente sea su pareja.

Marielle miró las fotos con enojo: la chica era muy joven y bonita. Al notar que era mucho más joven que ella, apretó los puños y le dio un golpe a la mesa.

—¿Puedes averiguar cómo se llama? —le preguntó al chofer, tratando de contenerse.

—Puedo pasar su imagen por un escáner facial, a ver si encuentro algo —respondió el hombre.

—Hazlo. Quiero saber su nombre. No creo que a Xiang le convenga que su identidad salga a la luz.

Un rato después, el hombre volvió:

—No va a creer lo que encontré sobre esa chica, Marielle...

Xiang estaba en la locación del drama, filmando, cuando recibió un mensaje en su celular. Venía de parte de Marielle.

«¿Y ahora qué demonios quiere esta mujer?», pensó, molesto. Pero cuando abrió el mensaje, se espantó: era un video musical de Sienna.

                         ***

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