Xiang y Sienna pudieron conversar con sinceridad: ella juntó el valor para contarle todo lo que había pasado, mientras él la abrazaba, conteniendo su propia angustia y su impotencia:
—¿Por qué no me dijiste la verdad, linda? —le dijo—. ¡Nunca te habría hecho una cita con los abogados para que fueras sola…!
—Esta bien, Xiang. Creí que podría hacerlo sin ayuda. Pero la verdad es que enterré todo este tema, y decidí olvidarlo en Estados Unidos. Al volver aquí, todo se me vino encima. Estuve pensando en volver a casa...
Xiang se alarmó:
—Pero, ¿y nosotros…? ¿qué pasará con lo nuestro?
—No lo sé, Xiang. ¡Por favor, no me presiones…! —Sienna estaba demasiado disgustada, y no podía pensar con claridad.
—Está bien, amor. No te hablaré más del tema. Pero por favor, no pienses en irte.
—Lo siento, bebé. No quiero ponerte mal...
—No te preocupes, linda. Igual no voy a dejarte ir aunque lo intentes —Xiang intentó bromear, pero estaba demasiado abatido—. ¿Quieres que haga detener la investigación?
—No lo sé… No quiero pensar...
—¿Y que quieres hacer? —el chico la observó, preocupado.
—Por ahora solo quiero que me abraces...
El chico la cubrió con sus brazos, como si quisiera protegerla del mundo. Sienna se sintió más tranquila, y de a poco se fue quedando dormida.
***
Xiang recibió una llamada de su asistente:
—Esta tarde tenemos que ir a un lugar a que te pruebes un outfit de una nueva línea de ropa que quiere que seas su patrocinador.
—¿Qué clase de ropa es? —respondió el chico, con indiferencia.
—Prendas de diseñador. Parece que están interesados en hacerte una línea exclusiva.
—¿Ah, si? —dijo, irónico—. Que interesante... ¿y tengo opción a elegir o ya firmaron todo por mí?
El asistente no hizo caso al fastidio de Xiang:
—Por lo que sé, ya está firmado. Pero podrás elegir qué ropa usar. ¿Te parece bien?
—Mn —Xiang sabía que la agencia arreglaba todo sin consultarlo. La mitad de la ropa que tenía que usar no le gustaba, pero nadie le preguntaba nada.
El lugar donde tenía que probarse los outfits era un atelier con un mini estudio fotográfico. En un vestidor, vio varias prendas colgadas en un perchero, y una chica joven le fue indicando qué ponerse, luego de maquillarlo y peinarlo.
Estaba aburrido y con sueño. Quería ver a Sienna, o por lo menos hablar con ella, pero estaba rodeado de gente. La ropa no era fea, pero era demasiado fantasiosa para su gusto. Las prendas de diseñador eran así, parecía que no servían para ser usadas en la calle.
Le tomaron varias fotos, y cuando ya estaba empezando a perder la paciencia, le anunciaron que habían terminado. La diseñadora en persona estaba arriba, en su oficina, y quería verlo.
—Muy bien —Xiang subió las escaleras y golpeó en la puerta que le habían indicado.
—Adelante… —oyó que le dijeron desde adentro. Cuando entró, se quedó congelado: su representante lo estaba esperando, junto con la diseñadora.
ESTÁS LEYENDO
Obsesión en francés
RomanceSi eres un chico joven, tener una aventura con una mujer mayor puede resultar una experiencia interesante. Salvo que la mujer se obsesione contigo. Historia de mi autoría. Prohibido traducir, adaptar o resubir.