ERES X PARA MÍ #1 [NUEVA VERSION]

EL HOSPITAL II

JULIO 

MARCO

Eran horas de agonía, aunque estaba estable no despertaba, ya eran las once de la mañana y nada, ni una señal. Helena se encontraba con nosotros y solo hacía caminar de aquí para allá y de allá para acá. En un momento determinado Helena vino donde mi.

—Cariño has estado aquí por mucho tiempo, tú también necesitas descansar. —dijo agachándose a donde yo estaba. Pero no quería dejarla sola ni a ella ni a Emma. Henry tuvo que continuar su trabajo ya que al ser el gobernador tenía mucho en sus manos y eso significaba que Helena estaría sola allí. Pasaron más horas y a las una de la tarde Emma logró despertar, fue lo que Hans nos dijo, estaba estable pero tenían que seguir con las intravenosas para que sus glóbulos rojos volvieran a la normalidad, Hans nos dió el visto bueno para que todos pudiéramos verla. Primero entró Helena, más atrás le siguió Izan y yo fui el último en pasar, estábamos los tres en la habitación cerca de la camilla, ella aun no se acostumbraba a la luz del hospital y podía observar como abría y cerraba los ojos.

Cuando se acostumbró a la luz nos observaba en silencio, estaba super callada y vi como Helena la miraba con lágrimas en sus ojos, Emma trató de incorporarse para sentarse y le ayudamos, estaba sin fuerza completamente, así que Izan y yo le ayudamos, Helena se sentó en un pequeño espacio en la camilla y se dedicó en mirar a su hija, nadie hablaba, ni nadie decía nada, era un momento de silencio donde podíamos contemplar a Emma.

—Lo siento mamá.—habló finalmente en un susurró cortando el silencio. Observé que una lágrima caía sobre su mejilla, Helena le miró y le agarró sus mejillas para que la mirara.

—No es tu culpa cielo, no tienes que pedirme disculpas.— dijo Helena llorando y llenándola de besos—Pero menudo susto me has dado.— le dio un beso en la frente.

—Lo siento mucho.— volvió a decir, así era ella se disculpaba muchas veces. Solo pude sonreír a su cara de ternura.

—Hey, ya vale, cero lo sientes, lo bueno es que estas aquí y tengo una jovencita para todo el rato.— le dijo Helena dándole otro beso en la mejilla.

—Veo que les he asustado—habló mirándonos a Izan y a mí. —Izan no me he muerto deja de llorar. —pude ver a Izan llorar, yo solo pude reír con el comentario que ella hizo.

—Dame un abrazo.— dijo. El pobre Izan caminó a la camilla a abrazarla aun con sus lágrimas.

—Mamá, le puedes decir que no he muerto, que solo me he desmayado.—sonreí ante su comentario, esa era la Emma que conocía la bromista y sobre todo la sarcástica.

—Cariño, todos hemos estado preocupados, entiendele por favor. —habló Helena.

—Ven aquí loco.—dijo Emma empezando a sonreír.