ERES X PARA MÍ #1 [NUEVA VERSION]

LA HABITACIÓN

JULIO

EMMA

En ningún momento sentí miedo, yo me había enamorado completamente de él, y eso es lo que uno hace cuando está enamorado, entregarse por completo a la persona que uno quiere. Me llevé por el momento en general, sus susurros, sus besos y sus caricias. ¿Pero les ha pasado que se enamoran tan perdidamente que todo te vale madres?. Cuando le quité el t-shirt pude ver su cuerpo nuevamente, Dios mio, que cuerpo y me envolví en él, pude respirar su colonia y pude tenerlo a él. Todo estaba envuelto con la temperatura alta en aquella habitación, él me tocó el cuerpo y me agarró fuerte la cintura mientras nos besábamos hasta que de repente paró, no sé si yo había hecho algo mal o hice algo indebido.

—No puedo—dijo recuperando el aire. Lo miré y no supe cómo reaccionar.

—¿Qué ocurre?. —Me quedé mirándolo con incredulidad.

—No puedo Emma, no puedo hacerte esto —formuló con voz agitada. No sabía de qué rayos hablaba, estaba más perdida que un GPS.

—¿He hecho algo mal? —pregunté curiosa por saber si hice algo, él solo sonrió.

—No has hecho nada mal Emma, pero si seguimos como vamos, los dos si terminaremos mal.—dijo agarrándome de la cintura. No entendía lo que decía y no lo pensé dos veces al incorporarme de la cama.

—Yo me voy de aquí —dije. Me sentía avergonzada porque su comentario anterior me había cabreado. Pero el idiota fue tan rapido que me atrapó.

—Hey no has hecho nada malo, tienes que entenderme por favor. — dijo con voz suave. No entendía nada.

—Quiero entenderte. —dije sincera. Él sonrió.

—Me encanta que no te guardes nada. —murmuró.

—Te escucho, así se me salen todas las dudas que tengo de tí —dije incorporándome de la cama. Yo enarqué las cejas y él frunció el ceño.

—¿Qué dudas tienes de mi Em?. —Me quedé parada con los brazos cruzados, hasta que él mismo tiró de mí y me sentó en su cama nuevamente —¿Qué dudas tienes de mí Em? —me miró.

—Bueno hemos estado semanas hablando de un caso y yendo de aquí para allá, a fiestas, a lugares de Reino Unido con mis amigos, pero nunca hablas de ti, no se si me entiendes—le dije mirándole a los ojos.

—Entiendo.—bajó la cabeza— nunca hablo de mi porque mi historia es un poco hiriente. —formulé. —Mi familia me ha hecho mucho daño para hablar de ellos.— dijo. Yo asentí, ya sabía lo que le había pasado con sus padres, ya que mi madre me lo había contado; pero quería escucharlo de él, quería escucharlo de sus labios. Yo solo no quería tener dudas acerca de él. Así que me contó todo, cuando digo todo, fue todo. Me contó cosas que ni mi propia madre sabía, me habló de la relación de él y de su hermano Dylan, también me contó de su hermana menor una niña de seis años muy risueña, que la visita cada vez que puede, ya que no le gusta presentarse en su casa y menos cuando está su padre.