Elle

                                

En un abrir y cerrar de ojos, estoy en el sofá, Matthew a horcajadas encima mío, sus movimientos son lentos, ágiles, y en cada roce de nuestros labios siento derretirme por completo.

 Esto sobrepasa mis expectativas.

 Matthew se separa de mí unos centímetros, dejándome tomar un respiro. Sus labios enrojecidos lo hacen ver más atractivo.

—Eres tan hermosa, Elle.

Su comentario me hace sonreír, me pego de nuevo rozando con fluidez nuestros labios, su respiración está descontrolada, más que la mía. Y me encanta.

 Permito que las yemas de sus dedos recorran mi espalda por debajo de mi camiseta y suelto un jadeo, sintiendo escalofríos. 

Sus manos siguen el recorrido, sintiendo mi piel, él besándome sin despegar el contacto de nuestros cuerpos. En un movimiento rápido, mi camiseta está afuera, y dejo que él haga tal acción, pero me cubro mis pequeños pechos con mis manos. Sonrojada.

—¿Estás bien?—Me alegra que haga esa pregunta, siempre es necesario.

Asiento, suspirando.

—Solo que… no te entusiasmes mucho.—Me destapo los pechos, analizando su semblante, que pasa de confundido a divertido.

—Los pechos pequeños son hermosos, lo he confirmado.

Sus ojos, hay algo en ellos que no puedo descifrar, ¿Lujuria? ¿Deseo? Encuentro todo pero sin embargo es más que eso, pero no entiendo que. 

Él, que ha estado en todo momento, vuelve a besarme con más intensidad, mi falda ya descubierta por completo, dejándome sentir mucho más de lo que debería. Él está tan emocionado como yo y eso me motiva a dar un siguiente paso; lo empujo, me siento encima de él moviéndome con una brusquedad que hasta a mi misma me sorprende. Y que  me hace querer darle mi parte, pagarle con la misma moneda.

Y lo hago.

—Matthew, yo…

Él hace desaparecer su sonrisa, mirándome serio.

—Está bien si no quieres, respeto que…

—No.—Pongo mi dedo índice en su boca y sus mejillas se acaloran.—Yo…—Cuesta decirlo, pero todo me apunta a una dirección que yo no quiero seguir, el poder de mis palabras va a ser muy alto, y ya no hay vuelta atrás—. Eres muy importante para mi.

Lo he dicho, cosa que no me he atrevido a hacer hace años, por el miedo a sentir de más, por lo estúpidamente terca que soy.

Por una Elle que no pudo demostrar lo que siente debido a otras personas.

Sonriendo, me acaricia el cabello, haciendo no otra cosa que quiera ahora mismo, dándome cariño.

Yo me contengo el ardor en los ojos.

—Siempre tan dura contigo misma, Elle.—Hace una pausa, dándome tiempo a respirar con profundidad—. ¿Qué sientes por lo de ayer? Solo suéltalo todo de una vez, hermosa.

Unas lágrimas gruesas escapan de mis ojos, yo las limpio rápido con las palmas de mis manos.

—Creo que prefiero loca.

Su sonrisa triste se convierte en carcajada, es hermoso cuando muestra sus hoyuelos.

—Está bien, Loca, cuéntamelo todo, grítame si quieres, ¿De acuerdo?—Me levanto de mi lugar y me quedo sentada esforzándome a hablar.

Incorrespondido (Bilogia Viajes)  -Brunella Bonavigna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora