Elle
–Estás loco, completamente loco. –Henry no me vuelve a sonreír, lo cual me preocupa un poco, ¿Como se le ocurriría tal idiotez?
–Pero al fin y al cabo termine ayudando, ¿No? –Suspiro dramáticamente en respuesta. Henry le da un último sorbo a su café terminándolo.
–Si, lo que quiero es que él sepa que no fui yo quien hizo todo esto. Arreglalo o…–Henry bosteza acomodando su bata negra, se inclina para fijarse la hora en su reloj de mano, que por cierto, no tiene y me saluda con la palma de su mano. Retirándose de la cocina.
–¡Henry!
–Es hora de dormir, Elle, adios.
Me paro rápido, pero el sale apurado dejándome a solas, termino mi café de mala gana y salgo tan rapido de ahi como puedo, a dormir después de un dia de confusión, y de algo que no se relaciona con ella para nada; de cariño. Mi cita me entusiasmaba, y mas saber que sería con Matthew.
Mierda, mierda, mierda.
Es mi primera cita y estoy llegando mas que tarde, mi cabello suelto y lacio se vuela por la ventana del auto negro de Alex, mirando los edificios de Paris, mi ciudad natal, mi falda de jean azul oscura se apega fácilmente a mi cuerpo y el traje de baño bajo la camiseta amarilla se contrasta con la tela fina de la misma, mostrando las líneas blancas y negras de mi bikini, suelo no preocuparme o ponerme nerviosa por algo asi, pero me saca de mis casillas el hecho de aprender a nadar en esas piscinas de como dos metros y medio de profundidad, donde tranquilamente podría ahogarme si nadie esta a mi lado. Se que el va a estar ahí, para enseñarme a nadar, sin embargo siento pánico, desde muy pequeña le he tenido un gran temor al mar y a sus profundidades, sin embargo, no se me pasa sabiendo que no es el mar sino una piscina en donde voy a aprender a nadar.
El chico en el volante me mira por el espejo retrovisor.
–¿Ya son novios? –Alex pregunta conteniendo una expresión celosa.
Hace un día.
–No, ni lo seremos, el es solo mi amigo.
Levanta una ceja despreocupado.
–No te creo.
–No me creas entonces. –Finalizo abriendo la puerta del carro.
Vuelvo a mirarlo y le regalo una falsa sonrisa.
–Gracias por ser tan puntual.
El me mira desolado.
–Si no te acuerdas, estaba en mi cita con Madeline.
Suspiro y cierro la puerta.
–Ah, ya lo estaba olvidando. –Musito recordando a Henry y a nuestra conversación anoche.
Y la verdad es que me siento peor con el tiempo, solo eso me recuerda también que mi mentira se vuelve más grande, empeorando todo.
–Adiós, idiota.
Chasquea la lengua y me sonríe.
–Adiós, tontita.
Y se va, miro los lados de la calle para cruzar a un gran club de natación digno de gente adinerada, aunque, más que adinerada, diría millonaria. Camino encontrándome con unos ojos marrones preciosos y brillantes como desde la primera vez que lo vi, sonrio dandole un beso en la mejilla, el disimula su sonrojo y me toma de la mano.
–Ven. –Lo primero que veo es una pequeña recepción en la entrada, el chico solo le echa una mirada confiada y un movimiento de cabeza al recepcionista para que como si eso fuera suficiente le permitiera ingresar. Y, para mi sorpresa, así es.
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Incorrespondido (Bilogia Viajes) -Brunella Bonavigna
Teen FictionCuando Matthew conoce a Elle, su mundo cambia por completo. Cuando Elle conoce a Matthew, el suyo se pone de cabezas. Los dos mejores amigos se aman, y la amistad queda algo atrás en el proceso en el que uno da el primer paso, luego...